por Li Chunfen (602-670) y posee una precisión bastante notable7. La Figura 7 muestra un ejemplo del atlas.
Durante el periodo del Renacimiento, cuando todavía en Europa se argumentaba que fueron los primeros en descubrir las manchas solares, los astrónomos chinos ya observaban las manchas solares y además tenían registros desde el año 28 antes de la era Cristiana. Las primeras observaciones se habían hecho durante el reinado del Emperador Cheng de la Dinastía Han. Los libros históricos de China muestran el periodo de manchas solares de 11 años y 1/3. Los registros chinos son de suma importancia para el estudio del Sol.
Figura 7: Este antiguo mapa chino del cielo del norte es parte del Dunhuang Star Atlas, uno de los documentos más impresionantes de la historia de la astronomía. El atlas estelar completo más antiguo conocido, data de los años 649 a 684, descubierto en la ciudad de Dunhuang, en la Ruta de la Seda, en 1907. Un análisis reciente que examina la precisión y las proyecciones utilizadas para señalar las posiciones del atlas de más de 1.300 estrellas y describe 257 grupos de estrellas chinas. Se descubrió que las posiciones de las estrellas en el atlas dibujado a mano eran precisas en unos pocos grados. En este ejemplo que muestra la región polar norte, El atlas se exhibe en la Biblioteca Británica de Londres para celebrar el Año Internacional de la Astronomía. https://apod.nasa.gov/apod/ap090619.html
Shi Shen (vivió durante el siglo IV aC) escribió un libro sobre astronomía e hizo un mapa estelar y un catálogo de estrellas. Fue astrónomo y astrólogo, observó manchas solares y pensó que eran un tipo de eclipse. Mucho más tarde, durante la dinastía Han, se mantuvieron registros más exactos. Primero se pensó que los fenómenos eran causados por un fenómeno externo al Sol, pero luego se identificaron correctamente como características del sol mismo.
Curiosamente cuando Galileo observó las manchas por primera vez en 1611, hubo un argumento similar en aquel momento entre los astrónomos, en cuanto a su naturaleza. En octubre de 1611, el jesuita Crhristoph Scheiner8, comenzó a hacer observaciones de manchas solares y publicó sus hallazgos en enero de 1612. Scheiner interpretó las manchas solares como pequeños planetoides que giran alrededor del sol. Galileo, a su vez, comenzó un estudio más serio de las manchas solares después de leer este documento. Sostuvo que estaban en la superficie ya que no eran visibles en ningún momento en los bordes del sol, sino que desaparecieron por partes cuando desaparecieron de la vista. Scheiner finalmente estuvo de acuerdo con él y continuó el estudio de las manchas solares, ya que Galileo perdió interés y continuó con otros estudios [6]. Los registros de manchas solares sobrevivientes, aunque irregulares e incompletos, cubren casi 2000 años y representan, el registro de manchas solares más extenso previo al uso del telescopio [7].
Los registros chinos de cometas son los más extensos y existen desde los períodos antiguo y medieval, y se remontan a lo largo de tres milenios. Los registros existen al menos desde 613 aC, y pueden haberse mantenido durante muchos siglos antes. Hay registros continuos hasta el siglo XIX, utilizando métodos sustancialmente consistentes en todo momento. La precisión de los datos chinos no tiene igual en el mundo antiguo y no fue superada por la precisión occidental hasta el siglo XV o, en algunos aspectos, no hasta el siglo XX [8].
La astronomía en China antigua era principalmente una actividad gubernamental. Era función del astrónomo hacer un seguimiento de los movimientos solares, lunares y planetarios, así como adivinar lo que los fenómenos astronómicos pueden significar para el emperador gobernante.
Los astrónomos de la corte de los emperadores chinos y coreanos tomaron notas regulares de las manchas solares, las observaciones no se llevaron a cabo sistemáticamente, sino que tuvieron lugar cada vez que el emperador exigía el pronóstico astrológico. Respecto a los eclipses solares fueron lo suficientemente importantes como para ser registrados en crónicas y en huesos [9].
A partir de 2013, la cultura Yangshao, una cultura neolítica situada a lo largo del rio amarillo, y la cultura Hongshan, una cultura neolítica en la cuenca del río Liao, proporcionaron la evidencia más antigua conocida del uso del feng shui9. El feng shui aparentemente se basó en la astronomía para encontrar correlaciones entre los humanos y el universo. Los chinos fueron fundamentalmente filósofos, invertían toda su sabiduría en interpretaciones filosóficas relacionadas con la vida y lo natural. Uno de los ejemplos clásicos de su devoción por el conocimiento y la armonía con la naturaleza es el Ying Yang.
El concepto “Ying-Yang” de la filosofía antigua de China, se encuentra representada por un círculo divido en dos partes igualmente repartidos, una de éstas partes es de color blanco y la otra de color negro. Además en cada parte yace un círculo pequeño con el color contrario, sugiriendo un estado de equilibrio entre las partes. El circulo en sí representa “el todo” en cuyo interior interactúan dos fenómenos cósmicos que son interpretados como energía encontradas, como si fueran de diferente signo, o de otra forma, lo malo o negativo, y lo bueno o positivo. La Figura 8 muestra el diagrama, los colores representan la energía “Ying” (Negro) y la “Yang”(Blanco)10. El símbolo fue desarrollado en la China antigua, “el Ying-Yang es una representación completa del ciclo del Universo. En ella está contenido el recorrido del sol, y las cuatro estaciones. Según los filósofos chinos el concepto del Yin-Yang “proporciona paz y equilibrio inherente en toda la naturaleza”.
El símbolo generalmente llamado Tai Chi, deriva del I-Ching o Libro de las Mutaciones, cuyos caracteres en idioma chino original representan la Luna (yin) y el Sol (yang). El símbolo del yin, y del yang, es una representación del ciclo anual, contiene el recorrido del Sol y las cuatro estaciones..
El símbolo fue obtenido midiendo la longitud de la sombra de una vara vertical justo al mediodía, o sea cuando el sol se encuentra en el punto más alto cada día. El gnomon chino es mostrado en la Figura 9. La vara tenia aproximadamente 2.5 metros de altura.
Luego de minuciosas observaciones, los chinos descubrieron que la sombra cambia día a día, éste cambio es lento y paulatino, se repite en ciclos anuales a través de las estaciones.
Midiendo la sombra del Sol con una regla horizontal y complementando con observaciones del cielo, registrando la posición de las estrellas de la Osa Mayor y Menor, descifraron las direcciones de los equinoccios y solsticios. El conocimiento de la posición de estos puntos imaginarios entre las constelaciones les permitió predecir con total acierto las cuatro estaciones.
Descubrieron que el ciclo de longitudes de las sombras respondía a un periodo de un año de 365.25 días. Dividieron el ciclo anual en 24 sectores del circulo, o sea de 15 grados cada una. Entre estas se indicaban los equinoccios de otoño y primavera y los solsticios de verano e invierno (ver la Figura 10). Obsérvese que hay 24 sectores, cada uno cubre un ángulo de 15 grados. Entonces; (15×24=360) prácticamente, nos dice que el Sol se mueve a razón de un grado por día, entre las estrellas, es el movimiento aparente del Sol en la esfera celeste.
Cada sector de 15 grados representa aproximadamente 15 días. Sobre cada una de las líneas que dividen los sectores se dibuja la longitud de la sombra. Comenzaban a dibujar las sombras a partir del día del solsticio de invierno, que es la de mayor longitud (en el hemisferio Norte) como se muestran en la Figura 11a. Las sombras se dibujaban desde el centro del círculo hacia el borde y en el sentido de las agujas de un reloj. Al principio del ciclo no hay sombra, luego va creciendo hasta alcanzar la longitud máxima. Cuando las sombras comienzan a disminuir, se miden desde el borde del circulo hacia el centro (Figura 11b). En el solsticio de verano se obtiene la sombra más corta