2.Teología de Spurgeon sobre la oración
3.La vida de oración de Spurgeon
4.Las convicciones de Spurgeon acerca de la oración
5.La vida de oración de Spurgeon como el secreto de su éxito ministerial
6.Spurgeon apelaba al poder de la oración corporativa
CAPÍTULO 8. Spurgeon y la enseñanza teológica
CAPÍTULO 9. La teología de Spurgeon
1.Spurgeon estaba altamente preocupado por el creciente abandono del calvinismo en Inglaterra
3.La verdad es más importante que la unidad
CAPÍTULO 10. La lectura, el estudio y la producción literaria de Spurgeon
CAPÍTULO 11. El esfuerzo de Spurgeon
1.Spurgeon fue un hombre esforzado
3.Spurgeon procuró también ser equilibrado
4.Las finanzas de los Spurgeon
CAPÍTULO 13. Últimos días de Spurgeon
1.La enfermedad no detenía a Charles
2.El delicado estado de salud de Spurgeon
3.La muerte del Príncipe de los predicadores
CAPÍTULO 14. Un resumen de los logros de Spurgeon durante su vida y ministerio
CAPÍTULO 15. Una conclusión analítica general de la vida de Charles Spurgeon
Anexos
CAPÍTULO 16. La eclesiología de Spurgeon
CAPÍTULO 17. Cómo entendió Spurgeon la relación entre el ministerio diaconal y el pastoral
CAPÍTULO 18. El sermón más famoso y difundido de Spurgeon: “La regeneración bautismal”
2.El bautismo sin fe no salva a nadie
3.La fe es el único requisito indispensable para la salvación
4.El bautismo en el texto está evidentemente vinculado a la fe
Prólogo
Tras doce años excavando en las galerías del pensamiento de Charles Spurgeon extrayendo uno a uno los diamantes de su obra magna “El Tesoro de David”, y aspirando verterlos al idioma de Cervantes sin que pierdan en el proceso un solo quilate de la elocuencia y fulgor espiritual con que el “príncipe de los predicadores” las talló, escribir el prólogo para una biografía suya es un honor y privilegio, pero a su vez, mucha responsabilidad.
Se corre el riesgo, casi inevitable, de la parcialidad. De no contemplar y valorar el trabajo de investigación del autor a la luz objetiva de la realidad histórica, sino bajo la influencia de conceptos estereotipados que uno se forja sobre el personaje a lo largo de miles de horas de ahondar en sus escritos, y que a menudo genera entre autor y traductor una extraña simbiosis que hace difícil distinguir incluso cuál de los dos es el que habla.
No ha sido el caso con esta recopilación biográfica admirable llevada a cabo por el doctor Juan Carlos de la Cruz, del personaje que tan acertadamente describe como: “un hombre extraordinario con resultados extraordinarios”. El Charles Spurgeon que analiza y detalla en estas páginas coincide plenamente con el que yo me había forjado, hasta tal punto que me atrevo incluso a matizar la cita de John Piper con que cierra la primera sección del libro: “La época de Spurgeon”. Piper ve al gran predicador «más que como un meteoro como parte de una constelación de grandes pensadores cristianos”. Estoy de acuerdo, pero olvida mencionar que de esa constelación, Spurgeon fue “alpha”, la estrella principal.
Las tres secciones que siguen, dedicadas a “La familia, infancia, educación, conversión, bautismo, matrimonio e hijos” de Spurgeon conducen al lector a la conclusión inevitable de que el niño nacido en Keveldon el 19 de Junio de 1834, no era común y corriente: tenía una inteligencia, una afición por la lectura, una memoria, una facultad de síntesis, una capacidad de trabajo, un don para la oratoria, una voz, una entrega a los demás y una coherencia excepcionales. En pocas palabras, uno de esos brotes singulares que surgen tan solo cuando la ejecución de los planes divinos lo estima necesario.
Las demás secciones van dedicadas a describirnos los aspectos ministeriales, espirituales y humanos de la vida del gran predicador: “La vida ministerial de Spurgeon”, “La predicación de Spurgeon”, “La teología de Spurgeon”, “Spurgeon y la enseñanza teológica”, “La producción literaria de Spurgeon”, “El trabajo y esfuerzo de Spurgeon”. Cierra el autor con una interesante “Recopilación