Édgar Caballero Elías

Guillermo Buitrago: Precursor de la música vallenata


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de gracia, en la que se relataban hechos de la vida cotidiana.

      César Castro Hernández, músico y compositor cienaguero, en homenaje al popular barrio sureño de Ciénaga, compuso, en ritmo de paseo, un tema de nombre homólogo, cuya letra transcribo:

      La Manglaria

      En la región sur de este municipio

      se encuentra allí una zona que la llaman La Manglaria

      unos me dicen yo preparo mi atarraya

      para buscar lo que solicito.

      Entonces cantemos a La Manglaria

      a esta zona que es muy linda de adornarla

      cantaremos todos emocionados, tocaremos con toda la alegría

      y tocaremos armonía para este suelo idolatrado.

      Por allá juntico está el barrio de los pescadores

      que al atardecer se marchan complacidos

      cuando está muy lejos se escuchan los rumores

      de ese mar que vive embravecido.

      Cantaremos todos emocionados

      tocaremos con toda la alegría

      y tocaremos armonía

      para este suelo idolatrado.

      Carlos Matheus es un mozo inteligente

      Armoniza entre nosotros la música en la guitarra

      nos dice que llevará en su mente

      que llegue a la meta La Manglaria.

      La ciudad de los pianos y las guitarras

      Esta tradición empezó a forjarse medio siglo antes de nacer el músico y es fácil de rastrear cuando se estudian los antecedentes musicales de Eulalio Meléndez, quien aprendió a tocar piano bajo la tutela del músico José C. Alarcón, padre del gran pianista colombiano Honorio Alarcón. Meléndez, que murió en Ciénaga en 1916, a la edad de setenta años, es el autor de una canción que Buitrago haría famosa, “La piña madura”, que compuso en 1881, con motivo del agasajo que la sociedad de Ciénaga le ofreció al ingeniero, político y novelista Jorge Isaac, que investigaba la existencia de minas al sur del municipio. Meléndez, quien dirigió bandas en distintos puntos de la región y creó una escuela de música en Ciénaga (en 1906), compuso la emblemática pieza “El helado de leche”, especie de himno de la sociedad samaria. Paz Barros, alumno y seguidor de Meléndez y sus hijos, pondrá a disposición de Buitrago temas suyos a los que éste, con fino instinto musical, les mejoró las letras o les puso letras y grabó, como sucedió con la canción “Por el amor de Claudia”, en cuyos arreglos Paz participó y cuyo título inicial era “De Ciénaga a Santa Marta”, según el músico le comentó al investigador Guillermo Henríquez Torres a principios de los años setenta del siglo pasado.

      1. La letra de esta canción pertenece al poeta y educador de Tasajera (Pueblo Viejo) Santiago Montaño Castro.

      2. Un gringo de la empresa bananera, enamorado de la mujer del amigo de Paz Barros, se la solicita a su subalterno a cambio de una supuesta deuda monetaria. Buitrago transforma la letra, aunque deja, según Paz le explicó a Guillermo Henríquez (1970), el nombre del amigo: José.

      3. Una de ella es la célebre Juanita Monsalvo, quien, en 1865, a los dieciocho años, migró a Valledupar, donde enseñó solfeo y piano a los hijos e hijas de la élite. Ella dio origen a una rica tradición de músicos y compositores, como reconoce un bisnieto suyo, Efraín Quintero Molina, en crónicas aparecidas en el diario El Pilón de Valledupar en fechas recientes (2020).

      4. Efraín Burgos fue uno de los grandes ejecutantes de la guitarra en su tiempo. Hizo vida europea en la segunda mitad de los años sesenta. Se presentó varias veces en el Teatro Olympia de París, ciudad donde vivió. Es el heredero de una tradición de reconocidos guitarristas cienagueros: José y Domingo Mazilli Ribón, Alfonso Cayón, Marcos Guillot Sánchez, José Hilario Castro, Santiago Padilla, Hispano Góngora y Efraín González. Fue alumno de Andrés Paz Barros a finales de los años cincuenta. Murió en Ciénaga, en 1995, ciudad en donde naciera en 1938. Actuó en las orquestas de los Hermanos Martelos y en la Tropibomba, entre otras agrupaciones. Muy joven, en Girardot, conoció al bolerista colombiano Tito Cortés, con quien anduvo de gira un corto tiempo.

      Capítulo II

      La familia de Buitrago

      Los padres de Buitrago

      Los padres del cantor cienaguero fueron Roberto Buitrago Muñoz y Teresa Mercedes Henríquez de la Hoz. Roberto era oriundo de Marinilla (Antioquia), hijo de Guillermo Buitrago y Dolores Muñoz, ambos de Marinilla.

      Como buen paisa, fue inquieto, trabajador y andariego. Era un comerciante que recorría los pueblos de Colombia ofreciendo sus productos y negociando otros; de esta manera, viajando de un lado para otro, negociando artículos, llegó a Ciénaga, donde conoció a Teresa Mercedes Henríquez de la Hoz, de la que se enamoró perdidamente. Teresa, la madre, era hija natural de Jacobo Henríquez Ricardo y Gregoria de la Hoz Avendaño. Contrajeron matrimonio en la parroquia San Juan Bautista, de Ciénaga, el 15 de junio de 1916, ceremonia que celebró el padre José María del Castillo, siendo testigos del matrimonio Julio C. Morán y Manuel Charris.

      Foto: Roberto Buitrago Muñoz y Teresa Mercedes Henríquez, padres de Guillermo.

      Inicialmente vivieron en la casa de la señora