Padma Sambhava

El libro tibetano de los muertos


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mental es el del puro vacío; no posee naturaleza alguna, ni sustancia ni color, es puro vacío; esta es la verdadera realidad, el principio femenino de iluminación.23

      Esta conciencia tuya, brillante, vacía, inseparable luminosidad y vacío en forma de una gran masa de luz, no posee nacimiento ni muerte; es el principio de iluminación de inmortal luz.

      Esto debe repetirse tres o siete veces, de forma clara y precisa, lo que recordará al muerto las enseñanzas que le había revelado en vida su Maestro; en segundo lugar, le hará reconocer a su desnuda conciencia como la realidad trascendental; y, en tercer lugar, habiendo reconocido su propia esencia, quedará inseparablemente unido a la realidad trascendental, y su liberación será cierta.

       Bardo.

       Ver Glosario.

       Prana.

       La posición de Gautama Buda a su muerte: tendido sobre el costado derecho, con la mano derecha bajo la cabeza.

       Abertura en la coronilla; extremo superior de la vía energética central, a través de la cual la conciencia debe salir después de la muerte para ser liberada.

       Dharmata.

       Dharmakaya.

       Prana.

       Ver Glosario.

       Dharmakaya.

       El Gran Símbolo (en sánscrito: mahamudra) es una práctica de meditación tántrica en la que la experiencia se transforma en la visualización de la deidad en mandalas; en este estado la Gran Beatitud es producida por la unión del aspecto masculino y femenino de la práctica. Es la visualización de las propias proyecciones como energías divinas.

       Samantabhadrí.

       Samantabhadra y Samanta simbolizan la indisolubilidad de la Compasión y el Conocimiento, coeficientes ambos de la Iluminación. Como encamación del Dharmakaya (Ver Glosario) constituyen el origen de las cinco familias búdicas u Órdenes de la Iluminación, que emanan de ellas y aparecen en el estado del Sambhogakaya (Ver Glosario). Este es también el nombre de un bodhisattva, que aparece en el tercer día del Bardo.

       Dharmakaya búdico.

       Buda.

      Instrucciones para la segunda fase

      del estado de transición del

      momento de la muerte: la clara

      luz secundaria vista inmediatamente

      después de la muerte

      Si la Clara Luz Primordial ha sido reconocida, se alcanza la liberación. Pero si existe el temor de que no ha sido reconocida, entonces brillará la Clara Luz Secundaria, que aparecerá aproximadamente “el tiempo necesario para una comida” a partir de la expiración.

      Decir que la duración del estado en la Clara Luz Primordial puede durar el “tiempo de una comida” significa que esta depende de la sensibilidad o insensibilidad nerviosa y también de la práctica en meditación.

      Cuando el principio consciente sale del cuerpo, se pregunta: “¿Estoy muerto o no?”. No puede saberlo; ve a sus allegados y familiares como los veía antes y oye sus llantos. Las terroríficas proyecciones del karma todavía no se producen, ni tampoco las apariciones o experiencias de los Señores de la muerte.

      Durante este intervalo, el Maestro o lector debe seguir las direcciones del Thödol.

      Y si el muerto es una persona corriente: “Medita sobre el Señor de la Gran Compasión”.

      Instruidos así, incluso aquellos que no han podido reconocer el estado de transición podrán hacerlo sin duda alguna.

      Las personas que en vida experimentaron esta confrontación por medio de un Maestro, pero sin familiarizarse con ella, no podrán reconocer solos el Bardo. Un Maestro o un hermano de fe deberá ayudarles en estos momentos.

      Puede haber también quienes, entrenados en la meditación, no pueden resistir a la ilusión, a causa de una muerte demasiado violenta. Para ellos también la instrucción es absolutamente necesaria.

      Esta es también extraordinariamente imprescindible para aquellos que, aunque con experiencia en la meditación, entran en existencias más bajas por haber faltado a los preceptos o al cumplimiento honrado de sus obligaciones.

      Es mejor si el reconocimiento ha sido realizado durante la primera fase, pero, en su defecto, con esta nueva llamada en la segunda etapa, el intelecto se despierta ante el recuerdo y puede alcanzar la liberación.

      El llamado segundo bardo brilla entonces ante el cuerpo mental, y la conciencia es capaz de oír de nuevo como antes. Si las instrucciones son comprendidas ahora, el objetivo ha sido alcanzado, pues como las confusas proyecciones del karma todavía no han aparecido no pueden arrastrarle de aquí para allá.

       Ver Glosario.

       Estas constituyen dos