Cuadernos de música
Número 1 - Gilberto Gil
© Revistas de Cultura Editorial, 2021
© Tucán Ediciones, 2021
1a edición en portugués: Cadernos de Música - Gilberto Gil.
Revistas de Cultural Editorial, Río de Janeiro, 2021.
1a edición en español: Cuadernos de Música - Gilberto Gil.
Tucán Ediciones, Santiago de Chile, 2021.
ENSAYO Y ENTREVISTAS
© Revistas de Cultura Editorial
TRADUCCIÓN
© Cristián Jiménez Plaza
EDICIÓN, COORDINACIÓN, DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Ana Paula Simonaci
Sergio Cohn
Cristián Jiménez Plaza
Leonardo Lichote
Paulo Almeida
CORRECCIÓN DE ESTILO
Margot Anacona Araya
FOTO DE CUBIERTA
Daryan Dornelles
ISBN: 978-956-09685-0-0
ISBN digital: 978-956-09685-1-7
DIAGRAMACIÓN DIGITAL:
ebooks Patagonia
www.ebookspatagonia.com [email protected]
Está prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin la autorización por escrito de los editores.
Editorial
Inauguramos la colección Cuadernos de música con este volumen dedicado al artista brasileño Gilberto Gil. Volumen que también es el primer libro del sello Tucán Ediciones, el cual representa la realización de un sueño colectivo de integración de las culturas latinoamericanas hispanas y la brasileña, que a lo largo de siglos se han aproximado apenas discretamente. Con este proyecto editorial buscamos poner en valor la cultura brasileña en los países hispanohablantes, así como la hispanoamericana en Brasil, alimentando de esta forma más encuentros desde la Mata Atlántica al Pacífico y desde las selvas caribeñas hasta la Tierra del Fuego.
A partir de felices coincidencias que tuvieron lugar hacia fines de un conturbado año 2020, editores, traductores, diseñadores y correctores chilenos y brasileños nos hemos unido para darle vida a este proyecto que presentará a los lectores ensayos, crónicas y novelas de autores brasileños clásicos y contemporáneos en nuestra colección Trópicos y ensayos fundamentales de pensadores latinoamericanos en nuestra colección Biblioteca Básica Latinoamericana.
En la colección Cuadernos de música presentaremos en cada volumen la vida y obra de una música o músico latinoamericano, a través de un ensayo y una entrevista inédita o rescatada, como un ejercicio de memoria, en muchos casos, y de oportuna valorización de nuestros artistas vivos, en otros. Queremos así poner a disposición del público una mirada respecto de los caminos que han llevado a un(a) artista a proyectarse y mostrar cómo esta trayectoria se entrelaza con los elementos que componen nuestra cultura, presentando reflexiones que van más allá del mero ámbito musical y que logran completar una perspectiva amplia sobre nuestra región, desde los más diversos lugares de enunciación que definen, forman y tensionan nuestros modos de ser.
En una primera etapa de la colección publicaremos algunos de los más grandes nombres de la música brasileña, cuyas melodías nos han acompañado desde la década de 1950, pero cuyas reflexiones aún no han tenido la oportunidad de difundirse de modo amplio en los países hispanoamericanos, debido a la barrera idiomática. A partir de nuestras traducciones inéditas, esperamos ser un aporte a esta difusión.
En este camino, hemos establecido una fraternal alianza con el sello brasileño Revistas de Cultura Editorial y la Fundación Darcy Ribeiro del mismo país. Estas alianzas representarán el puente que irá desde el Pacífico al Atlántico y viceversa, permitiendo el intercambio de contenidos con el que soñamos para sentirnos aun más latinoamericanos.
Abre-alas
¿Es Brasil aún “un extranjero enorme en un rincón de Sudamérica”, como dijera el modernista Mário de Andrade* en 1926? A casi cien años de aquella radical observación, muy probablemente –y no exentos de un cierto pesar– debamos responder que sí. En general, se habla de la cultura latinoamericana como si se tratase de una unidad bien consolidada, pero lo cierto es que muchas veces se deja fuera, en los más diversos ámbitos –incluso algunos de ellos muy latinoamericanistas–, a la enorme esfera cultural que representa el país tropical, abençoado por Deus e bonito por natureza. Ese escaso conocimiento de su variado repertorio cultural ha hecho que en nuestra manera de convivir aún parezca viva la línea de Tordesillas que nos separó antaño. Línea divisoria que muchas veces ha quedado justificada en la diferencia idiomática; sin embargo, esa misma diferencia no ha significado en ningún caso una valla que nos separe de las grandes metrópolis europeas o norteamericanas.
Aun así, han existido puentes antitordesillezcos que se han tendido a lo largo de nuestra historia: Vinicius de Moraes por ejemplo, entabló amistad con Gabriela Mistral y Pablo Neruda –a quien incluso le dedicó un libro–, y este último a su vez fue amigo de Jorge Amado; Paulo Freire trabajó en Chile en proyectos ligados a la Reforma Agraria; Glauber Rocha grabó aquí también una película durante la Unidad Popular encargada por Televisión Nacional, entre otros. Estos diálogos han definido rumbos poco conocidos de nuestra historia, y sin duda se han actualizado y continúan replicándose.
Sin embargo, desde la segunda mitad del siglo XX, la conexión más orgánica que hemos establecido con el lusófono vecino se ha dado a través de un ámbito que no se encuentra solo en los libros de historia, sino que es omnipresente y cotidiano: la música. Porque, como dice Tom Zé, en la década de 1950, Brasil pasó de ser un país exportador de materias primas a ser uno exportador de arte. ¿Cómo es que se da el salto desde la estructura más básica del desarrollo a la más sofisticada en un par de años? Ello solo puede explicarse por el genio que habita en sus poetas y músicos, y que se expresa en letras, melodías y armonías que nos remiten a las pulsaciones más originarias que han formado nuestro continente, y que además expresan el lazo inseparable que mantenemos con nuestro continente madre –la percusión africana alimentó el samba y este, a su vez, a la bossa nova–. Es en ese contexto en que debemos entender la obra y la figura de Gilberto Gil.
Gil es un heredero del asombro que causó, incluso en Brasil, el surgimiento de personajes deslumbrantes como Vinicius de Moraes, Tom Jobim y João Gilberto, quienes abrieron el camino para que el imaginario de la Mata Atlántica, el cerrado y el sertão brasileños pudiera conocerse en todo el mundo en forma de melodía y poesía. Desde muy joven comprendió que la revolución que había significado la bossa nova tenía que ver con la necesidad de un nuevo entendimiento y proyección de la música brasileña. No por casualidad Gil fue una de las figuras esenciales en la revolución cultural inmediatamente posterior que representó el movimiento tropicalista, junto con Caetano Veloso. La noción de desarrollo y evolución permanente de la música de su país ha sido patente a lo largo de toda su obra.
Sus propuestas han sido y continúan siendo diversas; pasó de ser un intérprete de clásicos de la bossa nova en su juventud a la sicodelia-pop del tropicalismo, de los ritmos africanos a las expresiones más tradicionales de la música del nordeste brasileño, del pop ochentero al reggae de Bob Marley. En su obra confluyen gran parte de las corrientes que han dado forma al lenguaje musical de Brasil y también todas aquellas que, desde fuera, lo han alimentado. Nunca encontraremos en su trayectoria un regionalismo sectario ni una