Antonio Malo Pé

Antropología de la integración


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en una entera población[34].

      En conclusión, a pesar de que puede sostenerse la evolución como un hecho corroborado por los hallazgos —numerosos y coherentes— de las ciencias naturales, no existe una teoría única y exhaustiva, que logre explicarla cumplidamente. Por eso, para poder sobrevivir, el darwinismo ha tenido que adaptarse a los diferentes contextos científicos y culturales, modificando su mismo punto de partida, a veces, profundamente. De todas formas, hasta que no tengamos teorías alternativas, el darwinismo parece ser, hoy por hoy, la única explicación científica válida.

      De todas formas, como afirma Ayala, la idea de evolución no es neutra, pues señala cierta dirección y organización; en efecto, estrictamente hablando, no hay regresión en ámbito biológico. Además, es innegable que el proceso evolutivo ha llevado a la naturaleza, por decirlo así, hacia lo alto como lo demuestra el crecimiento en complejidad, la diferenciación, la integración, la organización y la autonomía relativa. Y, puesto que para llegar a lo más diferenciado se debe transitar desde lo simple —desde el punto de vista biológico— a lo complejo, en este mismo proceso descubrimos ya un rastro de finalidad. Por supuesto, el origen y, por tanto, el fin del proceso evolutivo están más allá de la ciencia experimental, pues mediante el método hipotético-deductivo podemos intentar comprender sólo cómo funciona la evolución, es decir, cuáles son las leyes que regulan los cambios en las especies o poblaciones, pero no su finalidad. De ahí que ninguna de las teorías evolutivas sea capaz de negar o afirmar la creación.

      5. ANTROPOGÉNESIS

      La aparición del Homo sapiens sapiens está relacionada con el origen del universo y la vida en la Tierra, ya que el hombre parece ser el viviente más perfecto. Precisamente, la concepción del ser humano como culminación de la vida animal, es una de las causas que dificultan la comprensión de su singularidad, pues aparentemente el hombre no es más que un animal evolucionado. De ahí que, desde un punto de vista científico, sobre el origen del hombre sólo se puedan formular hipótesis.

      Aunque hay diversas teorías que tratan de explicar la aparición de la especie humana, las más conocidas siguen siendo las evolucionistas, las cuales se limitan al estudio de los cambios del cuerpo humano respecto al de los simios y los homínidos desaparecidos. Así, a partir de observaciones de tipo morfológico (estructura, funciones y leyes del desarrollo del cuerpo humano), se pretende reconstruir la evolución humana mediante diversos procesos de adaptación al medio ambiente, transmisión hereditaria, etc. En realidad, este enfoque presenta un error básico, pues en el hombre la ley de la adaptación es sustituida gradualmente por la de la trasformación de la naturaleza en mundo; en efecto, en lugar de adaptarse al medio ambiente, el hombre lo domina y humaniza con la técnica. Por eso, la vida humana no puede explicarse sólo en términos de adaptación y supervivencia.