Helene von Druskowitz

Escritos sobre feminismo, ateísmo y pesimismo


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se muestra muy agradecida ante cualquier palabra cortés que le dirija cualquier hombre, al que le declara enseguida que él es una excepción de su sexo, dotado de escrotos caprinos.20

      Pero su diatriba se perdió sin tener repercusión alguna: la leyenda de Nietzsche se iba construyendo poco a poco, hasta alcanzar su apogeo en nuestros días, mientras que ella y sus denuncias feministas y pesimistas no llegaron a difundirse y se vieron condenadas a un olvido casi absoluto. El entramado clínico hizo bien su trabajo, y Helene permaneció ingresada veintisiete años. En 1918 un proceso diarreico severo la llevó a la sección de infecciosos de la institución, donde fallecería el 31 de mayo, según el acta de defunción, de «marasmo, tuberculosis y otros padecimientos», poco después de haber cumplido los 62 años. En su testamento, redactado en 1907, podemos leer sus últimas voluntades:

      1. La testamentaria dispone y espera que, después de su muerte, se le haga erigir un monumento fúnebre que, aunque simple, sea adecuado y conforme a su rango; y para este fin ordena que se utilice todo el dinero aún disponible, así como la suma depositada en el Palacio de Justicia de Viena. Si la cantidad reunida fuese todavía insuficiente, desea que el resto se reúna vendiendo su máquina de escribir y su cubertería de viaje.

      2. La inscripción del monumento no deberá componerse sin consultar los libros que se encuentran sobre el escritorio, en los cuales, bajo la identificación del nombre de la autora, aparece entre paréntesis la modificación de este, consecuencia del honor público alcanzado, es decir:

      Sra. Dra. Helene von Druskowitz-Calagis

      Reconocida escritora

      La testamentaria declara que se ha de comunicar a los periódicos su fallecimiento.

      Ruega que todas sus cartas, manuscritos, etc., así como todas las cartas que se reúnan tras su muerte, sean quemadas y que los libros sean devueltos con la anotación de que la destinataria ha muerto.

      Dra. Helene von Druskowitz,

      Un pequeño parque, situado en Wien 13-Hietzing, en la esquina entre Wolkerbergenstrasse y Biraghigasse, recibió en 2006 el nombre de «Helene Druskowitz-Park». Un homenaje que se nos antoja demasiado escueto para uno de los espíritus más libres que hayan existido jamás.

      Los tres escritos filosóficos más relevantes de Helene von Druskowitz son: Moderne Versuche eines Religionsersatzes. Ein philosophischer Essay [Intentos modernos de sustituir a la religión. Ensayo filosófico] (1886), Wie ist Verantwortung und Zurechnung ohne Annahme der Willensfreiheit möglich. Eine Untersuchung [¿Cómo son posibles la responsabilidad y la imputabilidad sin suponer la libertad de la voluntad?] (1887) —escritos ambos en su período de actividad intelectual normal— y Pessimistische Kardinalsätze. Ein Vademecum für die freiesten Geister [Proposiciones cardinales del pesimismo. Un vademécum para los espíritus más libres], redactado en 1905, cuando la pensadora ya llevaba una larga temporada ingresada en la clínica psiquiátrica.

      Como vamos a ver, en estos textos Druskowitz sigue una evolución inversa a la de Nietzsche: si este pasó de su pesimismo inicial, afín a Schopenhauer y Wagner, al vitalismo trágico-dionisíaco de sus últimos escritos, Druskowitz transitó el camino intelectual contrario: de una posición básicamente optimista y confiada en las posibilidades del ser humano pasó a una concepción radicalmente pesimista que, si no fuese por el contenido feminista de sus escritos, recuerda mucho a la sostenida por Philipp Mainländer.

      En Intentos modernos de sustituir a la religión, Druskowitz afronta la difícil tarea de encontrar un fundamento sólido para las normas morales en un mundo secularizado. Afirma que la religión es una necesidad esencial para la humanidad, pero resulta incorrecto identificar religión y cristianismo porque la religión cristiana ha sido la causa del pesimismo cósmico que viene caracterizando la historia del ser humano en los últimos dos mil años.