Gabriela Grosores

Reflexiones sobre Historia Social desde Nuestra América


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eras el vestigio del futuro.

      Rojas y verdes luces del amor

      Prestidigitan bajo un halo de rush

      Que sombra extraña te oculto de mi guiño

      Que nunca oíste la hojarasca crepitar?

      Pues yo te escribiré

      Yo te haré llorar

      Mi boca besará Toda la ternura de tu acuario.

      Más si la luna enrojeciera en sed

      O las impalas recorrieran tu estante

      No volverías a triunfar en tu alma?

      Yo se que harías largos viajes por llegar.

      Parado estoy aquí

      Esperándote Todo se oscureció

      Ya no se si el mar descansará...

       Habrá crecido un tallo en el nogal

      La luz habrá tiznado gente sin fe

      Esta botella se ha vaciado tan bien

      Que ni los sueños se cobijan del rumor.

      Licor no vuelvas ya

      Deja de reír

      No es necesario más

      Ya se ven los tigres en la lluvia

      Luis Alberto Spinetta

      Los libros de la Buena Memoria

      HISTORIA Y VERDAD, UNA RELACIÓN PROBLEMÁTICA

      Gabriela Gresores y Claudio Spiguel

      “Articular históricamente el pasado no significa conocerlo “tal como verdaderamente fue”. Significa apoderarse de un recuerdo tal como éste relumbra en un instante de peligro. De lo que se trata para el materialismo histórico es de atrapar una imagen del pasado tal como ésta se le enfoca de repente al sujeto histórico en el instante del peligro. El peligro amenaza tanto a la permanencia de la tradición como a los receptores de la misma”

      W. Benjamin

      René Salamanca, Secretario del SMATA Córdoba, octubre de 1975: “Los obreros argentinos no podemos reflexionar hoy fuera de un marco concreto: La patria está en peligro, como en todas las horas decisivas. Como en el 30, en el 45, el 55, el 66 y el 69, tenemos frente a nosotros dos opciones: o se profundiza la dependencia del imperialismo, el poder de los monopolios y los terratenientes y la superexplotación popular, o se profundiza la liberación, la marcha revolucionaria del pueblo con los trabajadores a la cabeza”.

      En marzo del 76: “Todo eso está en juego aquí y forma parte del conjunto de causas por las cuales las superpotencias y sus socios, oligarcas, monopolios, grandes burgueses, milicos gorilas y jerar­cas sindicales amigos, empujan la caída del gobierno. La vida nos enseña que así como no hay imperialismo bueno, tampoco puede haber golpismo bueno. El golpe tiene un solo camino para Argen­tina: superexplotación popular, dictadura terrorista, entrega de la riqueza nacional y más hambre para los sectores populares”.

      Rodolfo Walsh, 24 de marzo de 1977: “El primer aniversario de esta junta militar ha motivado un balance de la acción de los gobiernos en documentos y discursos oficiales, donde lo que us­tedes llaman aciertos son errores, lo que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades. Quince mil des­aparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados, son la cifra desnuda de este terror. En la política económica de este gobierno debe buscarse no solo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada. En un año han redu­cido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor, congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de la bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comi­siones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al record del 9%. Y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados, que en algunos casos aparecieron muertos y en otros no aparecieron. Los resultados de esta política han sido fulminan­tes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha des­aparecido prácticamente en los campos populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas. La po­lítica económica de esta junta solo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora, y un grupo selecto de monopolios internacionales al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete. Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados, no pretendiera que esta Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almi­rante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Coman­dantes en Jefe de las tres Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que aún si mataran al último guerrillero no haría más que empezar bajo nue­vas formas, porque las causas que hace más veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino, no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las calamidades cometidas”.

      ¿Qué quiere decir “Historia”?

      En los discursos que estamos analizando, salta a la vista la co­rrelación casi simétrica que hay entre la predicción que hace Sala­manca en relación al tipo de golpe, lo que iba a pasar, (“superexplo­tación