obra. Es posible situar nuestras fotografías en determinado contexto y usar las palabras para darle una dimensión referencial o poética. Pero hemos de ser cuidadosos al mezclar dos medios expresivos, porque podría desvirtuar la imagen fotográfica, o como poco, sujetarla de tal forma que dejaría poco espacio para el observador. La imagen ha de predominar; necesitamos que sea sugerente y se prolongue así en la mente del espectador.
Manuel Lemos
Coro de niñas
Por su tratamiento menos formal, puede que esta fotografía consiga remitirnos a la imagen otoñal desde una perspectiva más sugerente. Un texto a pie de foto nos advierte de la presencia de un fenómeno visual asociativo. El título dirige nuestra mirada para proponernos una visión más poética y evocadora.
Canon 5D, Canon 70-200 mm, f/2,8, ISO100, f/4, 1/250 s.
Proyecto y dinámica de trabajo
Una vez que tenemos claro nuestros objetivos como fotógrafo de autor, debemos tener en cuenta una serie de decisiones y pasos a seguir para articular y llevar a buen término nuestro trabajo. Esto es, desde luego un largo y difícil camino, que empieza con una intención o el impulso de una idea. Esta iniciativa irá tomando forma con la incorporación de infinidad de variables y toma de decisiones. Revisaremos algunos aspectos decisivos en la elaboración de un proyecto fotográfico. Es bueno tener presente que estos aspectos no tienen que estar sujetos a un orden o jerarquía determinado; es aconsejable tenerlos siempre presentes y poder reconsiderarlos en cualquier momento del proceso.
Tanto en su concepción como en su planteamiento o desarrollo, hemos de manejar la idea o intención, mostrándonos abiertos y receptivos a estímulos, influencias y oportunidades.
Con idea y objetivo en mente, hemos de trabajar la imaginación y creatividad, esforzándonos en el estudio y la observación, alimentando la curiosidad e incorporando el juego como ejercicio creativo.
En algún momento hemos de definir cuestiones como temática, género o estética. Estas condicionan e intervienen decisivamente en nuestro intención y visión como fotógrafos.
Conviene tener siempre presente el enorme valor del lenguaje expresivo y narrativo de la fotografía. Hemos de buscarlo e incorporarlo, tanto a nuestra visión como a nuestra dinámica de trabajo.
Una de las áreas de mejora más importantes está en el ensayo y la experimentación. En esta línea serán de gran ayuda disciplinas como el método prueba-error o la autocrítica. También es bueno considerar la posibilidad de valorar la respuesta y la opinión de otras personas, familia, amigos o expertos, que nos aporten otras perspectivas. Esto posibilita nuevas preguntas y respuestas que facilitan un avance o reorientación de nuestro trabajo.
Debemos asumir ciertos riesgos y no escatimar esfuerzos que vayan dirigidos a perseverar, en una búsqueda constante acompañada de un proceso interno de reflexión.
Para facilitar el manejo y consolidación de un proyecto, muchas veces largo y complejo, nos será de gran ayuda el establecimiento de metas y objetivos. Podemos ir estableciendo algunas metas como la elaboración de un manifiesto personal o declaración de intenciones, la materialización de las obras, un porfolio o un dosier descriptivo.
Material que conformará nuestra carta de presentación para un posible mediador que haga viable la consolidación y difusión de nuestro proyecto.
A continuación, veremos algunos ejemplos de autores, cuya vocación y dedicación a la fotografía de naturaleza de autor, se materializa en sendos proyectos personales.
Proyectos donde podremos revisar y reconocer distintos modos de aplicación de todos los valores y conceptos que hemos desarrollado en este capítulo.
Un ejemplo de cómo abordar desde un principio la fotografía de autor está en mi trabajo Ecos de la Creación. Este proyecto editorial y expositivo vio la luz en el año 2005; fue el primero y marcó mis inicios en la fotografía de autor, Manuel Lemos. En una etapa muy temprana de mi trabajo fotográfico, empecé a compaginar mis dos grandes pasiones: naturaleza y fotografía, y casi de inmediato, me encontré atrapado en una doble actividad que me satisfacía plenamente. Ávido de conocimiento y nuevas experiencias, pronto empecé a sentir la necesidad de aprender más de la naturaleza y sus diversas manifestaciones. Paralelamente, mis conocimientos sobre la fotografía evolucionaban, sobre la base de la experimentación con nuevos formatos y técnicas y la búsqueda de referencias de otros artistas y fotógrafos. Después de unos años, mi archivo había crecido en número y calidad, y empecé a pensar en la posibilidad de proyectar una exposición de mi trabajo paisajístico. Mi intención era que las imágenes transcendieran lo meramente estético y comunicar mi respeto y devoción por la naturaleza; compartir esos momentos en los que el silencio, la luz o cualquier otra manifestación de la naturaleza te sorprende y te sobrecoge.
“Hay un libro siempre abierto para todos los ojos: la Naturaleza”. Jean Jacques Rosseau
Inspirado en esta famosa cita del gran pensador suizo, decidí organizar la exposición como si de un libro se tratara, con un manifiesto personal a modo de prólogo, capítulos con textos introductorios, e imágenes y pies de foto alusivos a la escena y a mi forma de sentirla e interpretarla. Esta idea maduró en mi cabeza y, como si de un guion se tratara, me llevó a buscar captar y plasmar en nuevas fotografías, esas nuevas ideas que se me iban ocurriendo. Influencias y referencias que han tenido también un papel decisivo en la concepción y desarrollo de este proyecto. Algunas decisivas, como el ya mencionado Ansel Adams, del que destaco su capacidad de aunar estudio, planificación, técnica y expresividad. Así como Ernst Hass, un fotógrafo que admiro por su sensibilidad y su vocación por experimentar nuevas formas de expresión. Su obra, La Creación, es uno de mis libros de cabecera; parte del concepto e incluso el título es en gran medida una referencia directa a esta obra. Finalmente Shinzo Maeda, por su uso del color y el gran formato, un trabajo que transmite frescura y naturalidad.
Las decisiones técnicas se basaron en criterios estéticos como alta definición, saturación y contraste para subrayar la transmisión emotiva. Para ello, las fotografías se realizaron sobre película diapositiva en color de medio y gran formato y se ampliaron a gran tamaño sobre papel químico cromogénico.
Fruto de la colaboración de dos reconocidos fotógrafos, David Santiago y Juan Tapia, y cimentado en un estudio previo basado en la experiencia perceptiva y la búsqueda de influencias fotográficas y pictóricas, este trabajo es un buen ejemplo de trayectoria artística y consolidación de proyecto en la fotografía de autor. Se percibe también en los autores una intención de búsqueda de nuevos caminos creativos y una voluntad de expresión personal y de comunicación con el espectador. Con una clara intención didáctica, los autores nos proponen nuevos métodos para desarrollar la creatividad, ilustrados con ejemplos destacables de su trabajo de autor; fotografías que expresan un lenguaje cercano a lo abstracto y lo pictórico, de fuerte impacto y sensibilidad. Un proyecto didáctico e inspirador.