interdisciplinario para la conceptualización de problemas; la actividad investigativa y el desempeño profesional; el compromiso social, el respeto a la diferencia y la responsabilidad ciudadana; el discernimiento ético frente a los problemas humanos y sociales; el dominio del discurso oral y de la producción escrita; y el desarrollo en el estudiante del conocimiento y dominio de sí mismo (Resolución 3461 de 2003). Elementos que deben ser tenidos en cuenta en el currículo de los programas de Psicología y en el ejercicio de los docentes de estos programas.
Investigación – Esta función como una actividad regular y parte esencial de la universidad, se empezó a incorporar en el siglo XIX y se terminó de consolidar en la segunda mitad del siglo XX, en la medida en que se fue conformando la actual sociedad de conocimiento (Abeledo y López, 2008), es decir, que es una función reciente en las universidades.
La investigación en el contexto universitario se encuentra articulada con el currículo, es fuente del saber, así como generadora y soporte de la praxis docente; tiene como fin la generación y comprobación de conocimientos, que se orientan al desarrollo de la ciencia, de los saberes, de la técnica, de la producción y de la adaptación de la tecnología, en pro de la búsqueda de soluciones a los problemas de la región y del país (Lozano et al., 2012).
En relación con esta función, los programas de Psicología deben propender por el desarrollo de procesos de formación investigativa básica de los estudiantes, que está dirigida a:
1. La comprensión de los procesos de producción del conocimiento básico y aplicado en el campo de la psicología; 2. El desarrollo de capacidades para el diseño y análisis de proyectos de investigación psicológica, desde diversos paradigmas, incluyendo tanto el uso de modelos y técnicas cuantitativas, como las técnicas de análisis cualitativo; 3. El discernimiento de las responsabilidades éticas inherentes al proceso investigativo y al uso del conocimiento producido; 4. El discernimiento de las responsabilidades éticas inherentes al proceso investigativo y al uso del conocimiento producido. (Resolución 3461 de 2003, art. 3)
Por otra parte, es necesario mencionar que los principales impactos de la investigación se reflejan en la calidad de la enseñanza y en los conocimientos que se transfieren a la sociedad, principalmente a través de las contribuciones de sus egresados (Abeledo y López, 2008). Es por medio de estos que se espera dar cobertura a la demanda de los contextos y que suplan las necesidades psicosociales que competan al quehacer del psicólogo, frente a esto es importante señalar que el número de egresados total en Colombia es de 3 010 882 de todos los programas, en el departamento del Meta se encuentran 30 450 egresados, de los cuales son 6572 de las ciencias sociales y humanas y 695 de Psicología, estas cifras corresponden al periodo entre 2011 y 2014 (Ministerio de Educación, 2017). A partir de estas cifras se observa que el departamento del Meta está a cargo de la educación del 1 % de los egresados a nivel nacional, profundizando en las ciencias sociales y humanas en relación con el departamento producen el 21.6 % de los profesionales y el programa de Psicología en particular aporta el 10.6 %.
Proyección social – Esta función también es denominada extensión o vinculación, la cual implica el desarrollo de acciones de articulación entre la universidad y la comunidad, a partir de un diálogo productivo que genera conocimiento (Bráncoli, 2010). Esta concepción se conecta con la que plantea Ortiz y Morales (2011), quienes indican que la extensión es un elemento dinamizador que facilita el flujo continuo de conocimientos compartidos entre la universidad y la sociedad. Existen tres posibles enfoques de esta función, que son el cultural, el social y el empresarial (Morales, Mira y Arias, 2010, citado por Ortiz y Morales, 2011).
Según Bráncoli (2010), el sentido de la proyección social universitaria “es fortalecer la trama social a partir del reconocimiento de saberes diferenciados pero complementarios en un diálogo que enriquece a todas las partes y produce nuevo conocimiento que favorece los procesos de transformación en la sociedad” (p. 14), en este sentido ese conocimiento emerge de las prácticas de reflexividad desarrolladas desde diferentes dimensiones, del uso de las diversas capacidades de todos los actores y de una labor interdisciplinaria (Bráncoli, 2010).
En el contexto nacional, en el año 2007, la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun), a través de la Red Nacional de Extensión Universitaria, elaboró un documento de trabajo sobre políticas de extensión, en el que se plantea la preocupación de las instituciones de educación superior por realizar una participación consciente y comprometida con el desarrollo social, teniendo en cuenta las necesidades y demandas del contexto (Ortiz y Morales, 2011). En este sentido, los programas de Psicología asumen estas políticas, al aportar, interaccionar y retroalimentarse de los contextos en los que se posicionan.
Frente a esta breve conceptualización de las funciones sustantivas, en este ejercicio investigativo se intentó identificar los principales hitos históricos que han emergido en el establecimiento de cada uno de los programas de Psicología en la región en relación con estas funciones.
Perspectiva histórico-hermenéutica
Esta investigación se abordó desde una perspectiva histórico-hermenéutica, en la que se reconstruyeron e interpretaron los distintos elementos que han configurado el devenir de los programas de Psicología en la región, a la luz de su posicionamiento actual. En relación con esto, Cárcamo (2005) señala que para construir sentido se requiere considerar aspectos históricos contenidos en el origen de lo que se procura interpretar —en este caso el desarrollo de los programas de Psicología—, lo que implica el reconocimiento de dos momentos, el histórico y el actual, que requieren de la misma estructura de proceder para el entender.
Desde esta perspectiva, se considera a lo histórico como un aspecto significativo para la comprensión, por lo que se podría definir a esta hermenéutica como la “reconstrucción histórica y adivinatoria, objetiva y subjetiva de un discurso dado” (Coreth citado por Cárcamo, 2005, p. 206). En este caso, el discurso emerge de los documentos institucionales de los programas que hacen parte de la investigación, de las entrevistas y el grupo focal en el que participaron con sus experiencias docentes que han sido actores significativos en el devenir de los programas y del contexto. Con esto se pretende identificar “la experiencia como elemento fundante del proceso hermenéutico, ya que ésta incorpora inevitablemente la dimensión temporal y con ello el reconocimiento histórico de la experiencia” (Cárcamo, 2005, p. 206).
De igual manera, se debe resaltar el contexto como elemento fundamental —que anteriormente se abordó—, el cual, según Giménez (2003), va más allá de ser un simple encuadre o un marco de referencia exterior de los fenómenos histórico sociales y que, por el contrario, se constituye y define intrínsecamente a los fenómenos bien sea porque los explica o porque permite conferirles ciertos significados. Al respecto, Bello (1979, citado en Giménez, 2003) indica que entre los papeles que cumple el contexto se encuentra el papel hermenéutico, en la medida en que permite el acceso a las claves de interpretación o de desciframiento de los hechos, es decir que asume el papel de texto social en el cual pueden interpretarse sus diversos componentes.
Metodología
La investigación realizada fue desde la metodología cualitativa, que resultaba la más coherente con los objetivos planteados. El método empleado fue el histórico-hermenéutico, mencionado previamente, y las técnicas utilizadas fueron la revisión documental, las entrevistas a profundidad y el grupo focal; los datos construidos se interpretaron a través de un análisis de contenido con la ayuda del programa Atlas ti 8.
El procedimiento desarrollado llevó inicialmente a realizar una revisión documental mediante una matriz (Tabla 1.4.), en la que se abordaron documentos institucionales como lo son los proyectos educativos, investigativos y de extensión institucional y de los programas, los protocolos de las funciones sustantivas, las políticas institucionales, las páginas web de las instituciones y de los programas, entre otros.
Tabla 1.4.
Modelo matriz de análisis documental