revolución, que los repuso. En la restauración Orovio exigió de nuevo ortodoxia política y religiosa, fueron separados krausistas –repuestos en 1881–, que crearon la Institución Libre de Enseñanza, que adoptó nuevos métodos pedagógicos e impulsó la investigación.106 Esta minoría, cuyo símbolo y cumbre sería Santiago Ramón y Cajal, investiga en circunstancias adversas. El médico aragonés presidiría la Junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas, creada por el ministro de Instrucción Pública Amalio Gimeno en 1907 y administrada y ampliada por los hombres de la institución con laboratorios y centros: el centro de estudios históricos de Ramón Menéndez Pidal, el de Cajal, el laboratorio de Negrín, el instituto Rockefeller de física.107 Los políticos siguieron diciendo que iban a mejorar los estudios universitarios…108 Sin duda, la aspiración más común entre catedráticos era crear buenos despachos y clínicas, alcanzar algún escaño o entrar en el senado por su universidad, participar en el gobierno… Lucirse en un retórico y colorido discurso de apertura y redactar su manual para completar ingresos. Con todo, hay en los claustros un ambiente de mejora, de cierta esperanza…109
Las dos dictaduras de Primo de Rivera y después de Franco truncaron aquel despertar prometedor. El estudio de la época franquista, que era historia y a la vez vida reciente, se ha demorado un tanto. En las actas del congreso de Zaragoza de 1989, organizado por Juan José Carreras Ares y Miguel Ángel Ruiz Carnicer, muestra ya su vigor la investigación sobre universidades y movimientos estudiantiles; sobre la ley de Ibáñez Martín de 1943 –su exposición de motivos es delirante–, que recoge la tradición de Moyano, con aditamentos totalitarios.110 Después se entraría en el estudio de las depuraciones111 y en el exilio de los profesores112 por Europa y América: en suma, la brutal represión de la dictadura, la destrucción de aquella universidad que había alcanzado un notable nivel. Javier Infante evoca el claustro de Salamanca en la postguerra113 con viejas eminencias conservadoras –algunos se llamaban pudorosamente demócratas cristianos–, falangistas y miembros del Opus Dei –los tecnócratas de Franco–. Unos y otros habían entrado mediante oposiciones «patrióticas», que atendían más a la ideología y fidelidades políticas que a los conocimientos, docencia o publicaciones. Las empezó a estudiar Yolanda Blasco Gil, luego junto con M.ª Fernanda Mancebo o Jorge Correa continuó esta fecunda brecha.114 Bartolomé Clavero ha valorado sus trabajos frente a la falsa cantinela de que el Opus no es un grupo o facción política.115 Monseñor Escrivá buscaba sin duda formar universitarios, estudiosos e intelectuales católicos, frente a los hombres de la institución libre: basta leer sus consejos en Camino. Aunque luego vieron mejores posibilidades en la política, la empresa, en Roma…116
La ley franquista de 1943, la ideología nacionalcatólica más cerril cubre todo el periodo, con retoques menores. En cambio, el ministro Villar Palasí, cercano al Opus, cambió el escenario por su ley general de educación de 1970, que dotaba a las universidades y financiaba nuevas, reorganizaba su administración y los estudios. Un camino que seguiría la transición con varias reformas… Los profesores universitarios encontraron entonces acceso a puestos políticos, en el gobierno central o en las autonomías… Después descendió su presencia sin duda; pero la complejidad de la organización universitaria, la excesiva burocracia, les proporcionó poderes y podercillos de los que siguen disfrutando, mientras tejen la tela de Penélope –una futura perfección, que nunca llega–; otros prefieren sus despachos y clínicas, pocos están dedicados a la investigación. Como participar en esa burocracia está remunerado y bien valorado, puede decirse que existe una prima por no investigar y ahorrarse docencia –y no es una paradoja–. Las últimas crisis han limitado la financiación y el número de cátedras y titularidades –muchos son asociados y contratados–, se ha producido un corte en la continuidad de la investigación, que costará remediar, si es que algún día se intenta… Un desperdicio de inteligencias, tan usual en España…
***
Con este congreso continuamos en la brecha que empezamos hace tanto tiempo. Esta es nuestra verdadera historia de la historiografía de las universidades hispanas, desde nuestra perspectiva y convicciones. Un detallado balance de los primeros años de esfuerzo, junto a otros aspectos y cuestiones de su historia. Una exposición clara, crítica, que pronto esperamos completar…117
MARIANO PESET, YOLANDA BLASCO GIL, JORGE CORREA
1. Cambridge University Press, 1992-2004, traducción castellana de los dos primeros, Universidad del País Vasco, 1995-1999. La edición alemana, Geschichte der Universität in Europa, 4 vols., München, 1993-2004.
2. Le università dell’Europa, a cargo de Gian Paolo Brizzi y Jacques Verger, 6 vols., Milán, 1991-2002; también Storia delle università in Italia, a cargo de Gian Paolo Brizzi, Pietro Del Negro y Andrea Romano, 3 vols., Messina, 2007.
3. Stephen D’Irsay: Histoire des universités françaises et étrangères des origins á nous jours, 2 vols., París, 1933-1935. Las medievales fueron abordadas conjuntamente por Heinrich Denifle, Hastings Rashdall o Cobban.
4. Desde mediados de los ochenta apareció en Oxford la revista History of the Universities con aportaciones sobre distintos países y listas de la bibliografía reciente, impulsada por John M. Fletcher, quien ya desde 1977 la recogía en el folleto Work in Progress and Publications; después pasó a la revista; Antonio García colaboraba con la española y portuguesa; José Luis y Mariano Peset le ayudaron.
5. «La organización de las universidades españolas en la edad moderna», I poteri politici e il mondo universitario, Convegno internazionale, Madrid 1990, Messina, 1994, pp. 67-116. Versión definitiva en Studi e Diritto nell’area mediterranea in età moderna, a cargo de Andrea Romano, Messina, 1993, pp. 73-122. En colaboración con Margarita Menegus: «Localización y espacio de las universidades hispánicas», Cuadernos del instituto Antonio de Nebrija, 3, 2000, pp. 189-232; con Enrique González: «Modelos historiográficos de las primeras universidades» y «En busca de universidad. Santo Domingo, México y Lima en el siglo XVI», Universidades, México, UDUAL, 65, 2015, pp. 9-21 y 23-40.
6. Handbuch der Quellen und Literatur der neueren europäischen Privatrechtsgeschichte, herausgegeben von Helmut Coing, 3 tomos en 8 volúmenes, Max-Planck Institut, Frankfurt, 1973-1988. Peset reseñó los tres primeros volúmenes en Hacienda pública española, 55, 1978, pp. 552-554; hizo una estancia en 1979 y fue miembro de su Beirat o consejo científico desde 1983 hasta 1988. Apoyado en estas obras y otra bibliografía, intentó una síntesis en La universidad: una historia ilustrada, dirigida por Fernando Tejerina, Madrid, 2011, pp. 70-157.
7. «L’essor de l’Université moderne au dix-neuvième siècle», Aulas y saberes, VI congreso internacional de historia de las universidades hispánicas (Valencia, diciembre de 1999), 2 vols., Universitat de València, 2003, I, pp. 71-84.
8. Cinc segles i un dia. Centenario de la universidad de Valencia, 2000.
9. Universitat de València, 2001. Años antes, por iniciativa del rector Joaquín Colomer, se publicaron Estudios dedicados a Juan Peset Aleixandre, 3 vols., Universidad de Valencia, 1982.
10. Historia de la universidad de Valencia, Universitat de València, 3 vols., 1999-2000. Història de la universitat de València, 2000, coordinada por Mariano Peset, quien había ensayado ya unos años antes dos síntesis, que prepararon el camino. La primera con María Fernanda Mancebo, en el primer volumen de la Historia de las universidades valencianas, 2 vols., Alicante, 1993, iniciativa de Mario Martínez Gomis, que redactó el segundo dedicado a la universidad de Orihuela, y Pilar García Trobat, la jesuita Gandía; uno y otra habían estudiado en sus tesis doctorales aquellos centros, sus archivos. En la segunda síntesis, Cinc segles de la universitat de València, un año después, participó Salvador Albiñana.
11. Una parte: Els fonaments del País valencià modern, Valencia, 1968; el resto treinta años después: Valencia bajo Carlos II: bandolerismo, reivindicaciones agrarias y servicios a la monarquía, Valencia, 2001 –dirigida por Joan Reglá–. Citamos