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LA DERROTA DE LO ÉPICO
LA DERROTA DE LO ÉPICO
Ana Cabana
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA
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© De los textos, Ana Cabana, 2013
© De esta edición: Publicacions de la Universitat de València, 2013
Publicacions de la Universitat de València
http://puv.uv.es [email protected]
Fotografía de la cubierta: Proxecto Nones e Voces. Fondo Quiño y Pandelo. Vilagarcía
Diseño de la cubierta: Celso Hernández de la Figuera
Fotocomposición, maquetación y corrección: Communico, C.B.
ISBN: 978-84-370-9217-1
A mis padres
A Mariña (in memoria)
ÍNDICE
PRÓLOGO: DE FRANQUISMO Y ANTIFRANQUISMO, Lourenzo Fernández Prieto
LA RESISTENCIA: DE ORGANIZACIÓN POLÍTICA A MOVIMIENTO CIVIL
Más allá de la acción colectiva: la resistencia cotidiana
De «Resistencia» a «resistencias»
TRAZOS DEFINIDORES DE LA RESISTENCIA EN LA GALICIA RURAL DEL PRIMER FRANQUISMO
La resistencia civil en el agro gallego en las décadas de los cuarenta y cincuenta
La elección de una actitud ante el franquismo: oponerse, resistir, adaptarse
Las huellas del disenso y resistencia civil
LAS ACTITUDES DE UNA INMENSA MAYORÍA
Tipologías de la resistencia civil: resistir sin armas en la Galicia rural
La pasividad de los labradores: un arma de doble filo
«Resistentes funcionales»: los protagonistas de la resistencia civil
LA PRÁCTICA CLANDESTINA DE LA SOLIDARIDAD: «LA GUERRILLA DEL LLANO»
Envolverse en la oposición: el antifranquismo como opción
La guerrilla del llano: la resistencia civil como base de la oposición antifranquista
La relación guerrilla/comunidades campesinas: más allá de las redes de enlaces
LA RESISTENCIA SIMBÓLICA: UN RECURSO PARA UNA SOCIEDAD INTERVENIDA
La cultura popular y la resistencia Palabras no cautivas: los rumores
El arsenal verbal de la resistencia simbólica: de insultos a romances
Un arma simbólica más: los gestos
AGRADECIMIENTOS
Nací un 20-N y me licencié en Historia, lo que pudiera indicar cierta predisposición para hacer del franquismo mi tema de investigación. Pero nada más lejos de designios divinos y meigas que esta decisión. En este camino, como en muchas otras decisiones académicas acertadas, le debo reconocimiento a mi tutor, el profesor Lourenzo Fernández Prieto. Para él mi gratitud por todo el apoyo y la confianza que me ha demostrado en estos años.
La derrota de lo épico es una parte de mi tesis doctoral, defendida en noviembre del 2006 en la Universidade de Santiago de Compostela; por ello quiero agradecer los comentarios y críticas que los miembros del tribunal que la juzgaron, los doctores Ramón Villares, Manuel González de Molina, Carme Molinero, Francisco Cobo y Ángela Cenarro, me hicieron, pues han contribuido sin ningún género de dudas a enriquecer la investigación inicial.
He contraído deudas de reconocimiento con el conjunto de miembros del Departamento de Historia Contemporánea e de América, siempre prestos en ayudas y consejos. Mención especial debo hacer a los miembros del Grupo de Historia Agraria –Histagra– que, por proximidad temática, me sufrieron y sufren más asiduamente.
Mi investigación se ha visto beneficiada por los programas de investigación a cargo de Ramón Villares y Lourenzo Fernández Prieto en los que se ha inscrito, y también de las estancias predoctorales que he podido realizar fuera de la USC en el marco de la beca FPU. Por ello, es más que de justicia agradecer el papel que jugaron los profesores que aceptaron convertirse en mis tutores en la Universidade Nova de Lisboa, como la antropóloga Paula Godinho (que aún sigue velando por su alumna do norte, tarea en la que la flanquean as minhas caras Dulce Freire e Inés Fonseca); en el Centro Cañada Blanch de la London School, el hispanista Sebastian Balfour, y en la Universidad Autónoma de Madrid, el historiador Juan Pan-Montojo.
Si hay algo que defina la investigación que implica hacer una tesis doctoral es la soledad. El trabajo con las fuentes, las lecturas bibliográficas y la redacción son tareas todas ellas que no conllevan el gusto de compartir. Yo probablemente sea una excepción, pues mi aislamiento se redujo a lo mínimo necesario gracias a que Daniel Lanero, Antonio Míguez y Antóm Santos compartieron conmigo congresos y días de archivo, enriqueciendo así mi trabajo. Les agradezco infinitamente sus lecturas críticas, sus consejos historiográficos y los seminarios-debate organizados. Les debo también, al igual que a David Soto, Emilia García, Prudencio Viveiro, Anxo Collarte y Xosé Penedo, la compañía y la amistad de muchos días compartidos en el despacho de becarios de la facultad.
Quiero hacer mención especial a los de Lugo, a Duarte, Pili, Paco, Mar, Ana