Garcia Manuel Emídio

Memorias de posguerra


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de un grupo de artistas y escritores españoles que se exiliaron a capitales tan diversas como La Habana, Ciudad de México, Montevideo, Santiago de Chile, Santo Domingo, etc. en América Latina; Nueva York en los Estados Unidos y Berlín en la antigua República Democrática Alemana.

      A ese panorama añadimos el testimonio de un par de artistas que tras la guerra europea (1939-45), decidieron emigrar a París y a Nueva York.

      Y como glosa final el testimonio de una persona representativa de la llamada generación de los «hijos del exilio».

      LOS MEXICANOS

      El capítulo de Los mexicanos incluye los testimonios de los artistas y escritores que participaron en el segundo Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura (Valencia, 1937), es decir, de Juan de la Cabada (escritor), José Chávez Morado (artista), Fernando Gamboa (museógrafo) y Octavio Paz (escritor).

      Son testimonios recogidos medio siglo después de su presencia en la guerra civil española y unos meses antes de que se iniciara el Congreso Internacional de Escritores y Artistas celebrado en Valencia en 1987.

      Faltan por fallecimiento, claro está, los testimonios del resto de miembros de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios de México que estuvieron asimismo en ese congreso: José Mancisidor, María Luisa Vera y Silvestre Revueltas y algunas acompañantes célebres de algunos congresistas: Elena Garro y Susana Stell.

      Al músico y compositor Silvestre Revueltas (1899-1940), autor de las partituras musicales México en España y Homenaje a García Lorca, difícilmente lo hubiéramos podido entrevistar, pues falleció poco después de finalizada la guerra española. A la escritora Elena Garro (1937-1998), esposa entonces de Octavio Paz, no hubo necesidad de entrevistarla pues poco antes de morir publicó unas Memorias de España (1992), donde contaría con detalle el viaje y estancia de la delegación de escritores y artistas mexicanos al Congreso de Valencia (1937).

      Para Octavio Paz (1914-98), fue el primer viaje a España y el inicio de una amistad con el pintor Ramón Gaya y los escritores Juan Gil-Albert, José Herrera Petere, Antonio Sánchez Barbudo, etc. Luego, al llegar estos escritores exiliados a México se incorporarían, a invitación suya, a la redacción de la revista Taller (1938-41).

      Para Chávez Morado (1909-2002) y Fernando Gamboa (1909-90), artistas y compañeros de estudios en la Escuela de San Carlos de México, supuso organizar la primera exposición de su vida: Cien años de grabado político mexicano, que exhibirían en Valencia, Madrid y Barcelona (1937).

      Para el escritor Juan de la Cabada (1901-86), fue una experiencia peculiar, pues aparte de viajar por motivos culturales por Madrid, Barcelona y Valencia como miembro fundador de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, estuvo en diversos frentes de guerra, visitando a varios brigadistas mexicanos y en particular al pintor David Alfaro Siqueiros. Juan de la Cabada acompañó, por otra parte, a la primera expedición de artistas y escritores españoles que envió la Junta de Cultura Española desde Francia a México en la primavera de 1939. Fue uno de los pasajeros del vapor holandés Vendamm que trasladó desde Saint Nazaire a Nueva York al grupo de intelectuales que, nada más llegar a México, fundaron la primera revista del exilio: España Peregrina (1940).

      A esos testimonios se suma la entrevista con José Luis Martínez (1918-2007), historiador y académico, que nos ofrece unos perfiles inéditos sobre su amigo el escritor Max Aub.

      LOS ARTISTAS EUROPEOS

      Walter Reuter, refugiado en México en 1942, contactaría con el exilio alemán de la capital mexicana –la Liga Pro Cultura Alemana (1937) y un grupo de fotógrafos europeos como Gertrudis Duby Blom, John Gutman, Eva Sulzer, etc.–

      LOS EXILIADOS ESPAÑOLES

      En el universo del cine entrevistamos a Luis Alcoriza que fue actor, guionista y director de cine y colaborador del director Luis Buñuel. Algunas de las películas de este director como Tlacuyan (1961), Tiburoneros (1962) y Tarahumara (1964) dan testimonio del México profundo de aquella época.

      En la escena artística incluimos testimonios de diversos autores como la pintora y grabadora Paloma Altolaguirre, el escultor Antonio Ballester y los pintores Manuela Ballester, Juan Renau, Antonio Rodríguez Luna y el fotomontador y ensayista José Renau. La trayectoria de todos ellos da una idea del desarrollo de las artes plásticas españolas en la emigración mexicana y la compleja integración de los artistas hispanos a la escena mexicana protagonizada, en aquellos tiempos, por el Muralismo y el Taller de Grabado Popular. Un contexto en el que destacaríamos a José Renau como uno de los pocos artistas que se integraron al medio mexicano con la práctica del muralismo, el cartelismo y el diseño gráfico.

      En el sector de la radio y la televisión abordamos el periplo profesional como guionista y productor de Luis de Llano que explica bien lo que era ese medio de comunicación en México y los vínculos con la cultura televisiva de la época tan determinada por la experiencia norteamericana. Luis de Llano es un ejemplo clave del profesional televisivo que trabajó tanto para una cadena pública (Canal Trece) como para una cadena privada (Televisa).

      En el medio fotográfico la vida y obra de Faustino del Castillo Cubillo (Faustino Mayo) y Julio Souza Fernández (Julio Mayo) y los testimonios que nos ofrecen, aparte de hacer memoria sobre la