a los dos y bajé para chupárselas, mientras les veía acariciarse y besarse.
Los dos lubricaban bastante, cosa que me gustaba, porque disfrutaba del líquido preseminal con mi lengua, los dos tenían un capullo bastante grande, así que daba bastante morbo, yo estaba tan cachondo que me senté primero en la polla del Tieso y me la follé, mientras Steven se ponía de pie en la misma cama y me ponía a chupársela, el Tieso también se acercó y entre los dos se la chupamos mientras compartíamos besos, Steven no pudo aguantar y se corrió en la boca de los dos, pero el Tieso y yo seguíamos chupándosela y besándonos.
Empecé a masturbarme porque pensaba que el Tieso estaría cerca de correrse también, me tiró en la cama, me puso boca arriba con las piernas abiertas, la sacó y le dijo a Steven que me la metiera, no podía creer como Steven seguía con la polla dura, me folló sin ninguna compasión, me encantaba, le tiré en la cama para poderme sentar en su polla y follármela. Él solo gemía fuertemente, tenía ganas de correrse, pero ya no tenía leche para descargar, así que el Tieso, mientras nos veía a los dos, se masturbaba y me decía al oído que le encantaba como me follaba esa polla y quería que también le follara la suya, así que se acostó al lado de Steven y me senté en la suya, mientras le pajeaba a Steven.
Al Tieso le encantaba mi movimiento y más, ver cómo disfrutaba follándomelos, yo también la tenía dura y bastante lubricada, dejándole el abdomen mojado. Luego me saqué su polla y seguí con Steven, pero el Tieso quería que le chupara el culo, así que se puso de pie y me puso el culo en mi cara y por encima de Steven, mientras él me follaba el culo, podía ver cómo mi polla lubricaba y le chupaba el culo al Tieso. Mientras él se masturbaba, cuando vi a Steven con la leche del Tieso en parte de su cara y pectoral, me follé su polla con más velocidad y pude correrme en el abdomen, él de nuevo pudo correrse dentro de mi culo, pero yo no contento, fui pasando mi lengua por todo su cuerpo, chupando la leche que le había dejado en su cuerpo sudado, me encantaba su olor y el olor a sexo que en esa habitación había.
Nos duchamos los tres y Steven se hizo un porro de marihuana, nos lo fumamos mientras comentábamos lo bien que habíamos follado, justificando por qué les gustaba el sexo entre hombres, dejando claro que eran heterosexuales. No les prestaba atención, pues mi cabeza estaba asimilando la follada que habíamos tenido y no me importaba su orientación sexual, pero sí que me habían follado muy rico.
Después del porro, el Tieso se tiró en la cama y se quedó dormido, pero Steven y yo nos quedamos sentados mientras comentábamos de dónde era yo y cómo había conocido al Tieso, cuando le dije mi edad no daba crédito, pues estaba a punto de cumplir quince años, creía que era más mayor, así que entendió el porqué de mi cuerpito y mi cara, pero no comprendía cómo mi polla era así de grande, a lo que le respondí que era muy precoz y caliente y nos reímos.
Seguimos hablando, fumando e incluso oliendo cocaína, estábamos desnudos, nos poníamos la cocaína en partes del cuerpo y así hasta que me dijo que me quería chupar el culo con cocaína, no puse ninguna resistencia y me tiré en el sofá donde estábamos sentados, dejé salir mi culo, le pudo echar cocaína y me lo chupó con un ímpetu que me encantó. De nuevo estaba caliente y tenía ganas de más polla, lo pudo notar y él también la tenía dura de nuevo.
Nos miramos a la cara y vimos al Tieso que dormía como un bebé, siguió colocando cocaína en mi ojete y chupándolo con lujuria, pero no aguanté las ganas y me puse a chupársela, mientras él me cogía de la cabeza y hacía que me la metiera hasta el fondo, le encantaba ver cómo me ahogaba con su polla, me la sacaba y besaba para luego repetir la misma frecuencia.
Hasta que no pude aguantar más y le pedí que me follara, así que nos fuimos al baño, allí me arrodillé como si fuese una perra y le dejé que me la metiera, no sentía nada y no entendía el porqué, pero a través del espejo veía que lo hacía fuerte, la sacaba y la metía con violencia y seguía sin sentir nada, pero me gustaba, luego me cogió del cuello y me folló tan duro, que empecé a sentirme sin aire, cuando por el espejo pude ver al Tieso masturbándose mientras veía como Steven me follaba. Me asusté, el Tieso sonrío y vino a decirle a Steven que siguiera mientras me ponía a chupársela.
Preguntó si no habíamos dormido y dijimos que no, al contrario, que habíamos metido perico* y Steven me había chupado el culo con cocaína, se soltó a reír y dijo que comprendía por qué me estaba follando, además así de duro, le pidió que no me hiciera daño.
Estaba claro que la cocaína había hecho que Steven y yo nos pusiéramos cachondos, pero esta vez, él por mucho que me follaba duro no podía correrse, hubo un momento en el que se puso pálido, le bajó la tensión, tuvo que parar y se fue a la cama, pero yo tenía ganas de polla, así que el Tieso me folló, pero tampoco pudo correrse, porque ya habíamos follado suficiente, así que llamó a uno de sus escoltas, que le llamaban Mena, era su apellido, era negro muy guapo, pero no le gustaban los tíos, pero por el Tieso dejó que se la chupara, se puso cachondo y cuando se le puso dura, pudimos ver era enorme, ambos se reían y comentaron que esa sí me iba a llegar al fondo. Nos fuimos a la cama, allí estaba Steven desnudo algo mareado, pero despierto, yo me tiré a su lado, el negro Mena vino, me cogió del culo y empezó a meterme la polla.
Era tan gorda y larga que aún con el culo adormecido por la cocaína, podía sentir cómo me abría el culo, tanto que empecé a sangrar y el Tieso riendo decía: “Esta sí que le ha roto ese culito, bebé”, aún lo soportaba y el negro Mena empezó a embestirme tan fuerte, que se quitó la camisa dejando ver el cuerpo marcado con un pectoral tatuado, su cara no era la del típico negro, él era más fino de cara, se había hecho la cirugía de la nariz y le hacía más elegante.
Por primera vez un negro me estaba follando y me gustaba ver como su color se mezclaba con el mío, él me follaba cada vez más fuerte y Steven se puso de pie, porque le interesaba ver como entraba esa polla en mi culo, me había abierto tanto que cuando la sacaba, se podía ver un gran agujero y luego lo rellenaba metiéndola de nuevo, así hasta que soltó la leche alrededor de mi culo, para que el Tieso y Steven vieran la cantidad de semen que echaba, seguro que eso le hacía más macho, el Tieso y Steven no daban crédito a la cantidad de leche, la tocaron y la metían entre mi culo con sus dedos.
El negro Mena me había dejado sin aliento, no tuve ni ganas de ir a ducharme, el Tieso trajo papel, me limpió y me quedé tirado en la cama, esta vez sí había quedado rendido sin correrme. Los tres se reían y el Tieso pidió que se fueran todos, que nos dejaran solos, quería que yo durmiera y descansara.
Dormimos tanto, que cuando despertamos ya era el miércoles a medio día y despertamos porque Lorena tocó la puerta, abrió y pudo ver que el Tieso me tenía entre sus brazos mientras yo dormía. Al abrir la puerta la luz se reflejó en mi cara y me despertó, Lorena me dijo que tenía que irse ya para su casa, porque su madre estaría preocupada, nos habíamos pasado todo el fin de semana en el chalet del Lago Calima.
Le dije que llamara a su madre para que no se preocupara, que pronto nos iríamos, pero yo no quería, nos levantamos, me duché, fuimos a la cocina y allí quedaban solo en la casa Steven, Berrinche, el Rolo, Michín, Lorena, el DJ “Felina”, que así le llamaban y dos chicas más. Llamamos a la mamá de Lorena y a la mía, les dijimos que estábamos bien, que estábamos en casa de un amigo en el lago Calima y que pronto regresaríamos.
María, la empleada de la casa, nos preparó a todos un desayuno que nos hizo recuperar fuerzas y mientras desayunábamos, entró el negro Mena con una sonrisa en su cara mientras me miraba, sentí muchísima vergüenza. No daba crédito, que un negro me hubiese follado y más cuando ya me habían follado todos los que estaban sentados en la mesa y María cuando me sirvió el desayuno dijo: “Coma mi niño, para que coja más fuerza”, hubo un silencio en la mesa, luego todos nos soltamos a reír del sarcasmo que habíamos escuchado por su parte y más al saber cómo yo había funcionado durante el fin de semana.
Ese mismo día el Rolo, Michín y el DJ “Felina”, regresaron de nuevo a Cali y nos quedamos, Lorena, el Tieso, Berrinche, Steven, el negro Mena y otros dos escoltas del Tieso y yo. Queríamos tranquilidad, nos quedamos todos en el salón del chalet viendo TV y platicando de diferentes cosas y sobre todo fumando muchísima marihuana,