De la mar. Alejandro Pérez Matus

de rocas con algas foliosas y filamentosas. El número de depredadores de un ambiente también afecta directamente su abundancia, por ejemplo, si estos peces habitan bajo los bosques de macroalgas serán más propensos a la depredación, debido a que en ese lugar se encuentran depredadores como el chalaco (Auchenionchus microcirrhis), el rollizo (Pinguipes chilensis), el bilagay (Cheilodactylus variegatus) y el tomoyo (Calliclinus geniguttatus) [25, 43, 120, 132].

      Es una especie en la que el macho defiende los huevos que la hembra deposita en grietas, conchas o sustrato rocoso. Se pueden reproducir hasta dos veces al año, en otoño y en primavera. Luego de un periodo de más de tres meses en la columna de agua, se instalan en los sustratos rocosos del intermareal y el submareal. Sus larvas, como las de muchas otras especies de peces, son abundantes durante el fenómeno de El Niño [9].

      El nombre El Niño o ENOS (por sus siglas en inglés, El Niño Southern Oscillation) fue acuñado por pescadores peruanos. Esto indica que las personas sin educación estaban muy conscientes de las intrusiones aperiódicas de este fenómeno oceanográfico y sus secuelas sobre aquellas especies relacionadas con la pesca artesanal. Los científicos, en cambio, no se interesaron en el ENOS oceanográfico moderado de 1972-73. No fue sino con la llegada del formidable ENOS de 1982-83 que comenzó la preocupación por investigar sus impactos. Las pérdidas económicas y humanas causadas por ese evento elevaron la conciencia de los científicos y las autoridades sobre la importancia de su conocimiento. Este fenómeno es complejo. Esporádicamente se produce una diferencia en la presión atmosférica entre las franjas este y oeste del océano Pacífico. Un índice conocido como SO (Índice de Oscilación del Sur) estima la diferencia de presión entre Darwin (Australia) y Tahití (en el Pacífico oriental). Cuando este índice arroja valores negativos, se observa un debilitamiento en la fuerza de los vientos del oeste (los que soplan desde América hasta Australasia). Esto permite la intrusión de aguas tropicales cálidas desde Australasia hasta las costas americanas (del Ecuador al sur) y el hundimiento o el avance de las corrientes frías que nutren estas costas de América, como la corriente de Humboldt en América del Sur y la corriente de California, en América del Norte. La intensidad y magnitud de este fenómeno es prácticamente impredecible. Por ejemplo, desde 1880 hasta 1980 ca. se registraron 25 eventos ENOS, tres de los cuales fueron muy fuertes. Debido a que el agua oceánica más cálida se evapora (por el aumento de la temperatura) cuando ocurren eventos ENOS, se incrementa el potencial de que la atmósfera tenga más vapor de agua y, por lo tanto, también crece el potencial de que se precipite cuando se enfrente a temperaturas más frías (generalmente como lluvia, pero a veces como nevada). La intrusión de temperaturas más altas durante ENOS afecta la distribución de las especies, sobre todo la extensión en el rango de especies cuyo origen es de ambientes semitropicales y coinciden con el aumento de temperaturas de El Niño pudiendo alcanzar el ambiente óptimo para las larvas en estas latitudes. Sin embargo, durante ENOS fuertes (como los de 1983, 1998 y 2015) se registraron muertes masivas de fitoplancton y zooplancton, macroalgas y animales marinos. Las praderas y bosques de macroalgas pardas no resisten estos cambios en temperatura [133, 134] y muchas especies de peces no encuentran alimento y su condición disminuye [135].

      Sobre su interacción con el hombre, no hay registros de captura y pesca. Cuando el ser humano no representa una amenaza directa la conducta de estos peces es dócil. Son organismos ideales para estudiarlos en el laboratorio, puesto que se aclimatan rápidamente. También son modelos perfectos para la caza fotográfica, ya que no se asustan ante la presencia del buzo.

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      El trombollito tres aletas es muy abundante, sobre todo a profundidades mayores a los 10 m. Prefiere habitar sobre las algas que forman un césped en los fondos rocosos. Estas pequeñas algas necesitan luz y las grandes algas pardas (como la Lessonia trabeculata) disminuyen el paso de la luz. El trombollito se aleja de los bosques densos de algas pardas porque ahí hay más depredadores. Siempre busca lugares con mayor luz para poder ver sus presas y también a sus depredadores. Área de Manejo de Recursos Bentónicos, caleta Zapallar, 2014.