Olivier Aymar

Historia Del Pueblo Zaza


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al dios Enlil.

      Igual que los hititas, los zazas consideraron que las montañas, los ríos, los lagos y la tierra tenían un significado sagrado. Por eso llamaron a algunas montañas con los nombres de las divinidades siguientes: Xızır Baba, Goşkar Baba y Düzgün Baba. En la medida en que el padre es a la vez fuerte y protector, de nuevo igual que los hititas, los zazas otorgan un sentido a la grandeza, la fuerza y la protección a través de las montañas, razón por la cual las bautizaron así.

      Baba en hitita y papan en urartu son adjetivos comunes de los dioses-montañas. En zazaki, “pie” se llama nıng y pa.

      El término baba en su forma pa-pa designa “el pie de Dios” y en la lengua del pueblo zaza quiere decir nınga o lınga Xızı’i, es decir, “el pie del protector, del salvador”.

      El término wati en zazaki significa “torno”. Así pues, las montañas volcánicas así como las colinas simbolizan la imagen de la rotación del sol y de los planetas, a la manera de un torno, a su alrededor (llamado vıta o sayeke en zazaki).

      Vıta ardo meydon quiere decir en zazaki “aquí fue hallado” o “aquí fue creado”.

      La importancia que otorgaron los hititas y los sumerios a las montañas y a la naturaleza, todavía hoy la encontramos en los zazas alevís a través de varios ritos.

      Los ritos ancestrales de los zazas tienen muchas semejanzas con los de los hititas y sumerios. Entre los hititas, las cimas de las montañas eran consideradas como sombreros que tenían forma de cono. Entre los zazas, esa imagen se interpreta como el sombrero de Dios. Esas montañas representan a los dioses del universo y del sol. Por lo tanto, el sol que gira alrededor de nuestras cabezas es el sombrero de Dios. Además, el sombrero de uno de los jefes de los alevís, Hadji Bektach, tiene forma de doce haces del sol hatti que está decorado con estrellas.

      En Varto, el padre Gunni decía a su hijo: “hijo mío, el sombrero que tengo en la cabeza gira, si lo lanzo, el mundo quedaría en ruinas”. Este dicho muestra que el cono de Dios representa el universo y el sol.

      Las montañas dedicadas al dios solar y al dios de la tormenta, como Düzgün Baba (padre) son representadas con la imagen de un toro llevando el sombrero hitita (en forma de cono).45

      Por lo tanto, las sílabas ga y ko en zazaki significan “toro” y “montaña”.

      El nombre de Zargovit quiere decir en zazaki “la montaña de los sombreros de cono” y Sare Ko-i (Wete) significa “montaña que saca la cabeza”.

      Düzgün Baba en Nazımiye es un dios de la montaña cuyas raíces se remontan a los hititas, a los sumerios y a los lulubis.

      La divinidad que se encuentra en la ladera de esta montaña se llama Ziyarge Sarru Ga Wati, que significa en zazaki “la divinidad con cabeza de toro”.46

      El antiguo director general para la protección de la naturaleza y del patrimonio cultural del Ministerio de Cultura de Turquía, Kemal Soyer, pudo analizar las investigaciones y los hallazgos arqueológicos sobre las antiguas civilizaciones de Anatolia que se llevaron a cabo en Turquía. Sus investigaciones se pueden considerar como fiables y reflejan la realidad de los hechos en lo que concierne al pueblo zaza. Por esa razón recurriremos en varias ocasiones a sus análisis para que el tema quede lo más claro posible para el lector.

      Las conclusiones que aquí se presentarán son el resultado de los hallazgos arqueológicos del yacimiento de Yazlikaya (en Turquía). Las primeras excavaciones en Hattusa empezaron en 1893 y 1894, luego en 1906, los alemanes Hugo Winkler y Teodor Makridi del Museo Arqueológico de Estambul descubrieron archivos hititas con una escritura cuneiforme.

      Miles de tablillas de arcilla cuneiformes extraídas de esos archivos han proporcionado información importante sobre los hititas y la historia de la ciudad, los dioses hititas y los sumerios. Así fue como se supo que el nombre de Anatolia, en el sentido de “hogar de Dios”, es Kur Uru Hatti (Hattusa).47

      También se supo que el templo de Yazilikaya, que estaba decorado con relieves que representaban a unos cuarenta alevís, era un lugar de reunión de los dioses hititas en ocasión de las ceremonias del año nuevo.

      La vestimenta y el desarrollo de las ceremonias que se hacían en aquel templo son idénticos a lo que hacen los zazas hoy en día para celebrar el año nuevo mediante diferentes festividades, danza, preparación de comidas, juegos, ofrendas, etc.

      En la página siguiente, la primera ilustración aborda los doce dioses hititas (con el sombrero en forma del cono Bektachi) que caminan de la mano para la ceremonia de año nuevo, en el templo de Yazlikaya, son los dioses Tesup, Hepat, Sarruma (los dioses de la montaña, de las plantas y de los ríos). Esta ceremonia religiosa hitita tradicional continúa dándose entre los zazas ; la segunda ilustración es la representación contemporánea.

      Image Invocación de los grandes dioses hititas en la Oración de Muwatalli en la Asamblea de los Dioses (o al dios de la tormenta y del rayo).

      Relieve que representa la procesión de los doce dioses,

      cámara B, Yazilikaya, Turquía.

      Image Como en la época de los sumerios y los hititas, todavía a día de hoy el pueblo zaza celebra el día de la primavera con una ceremonia sencilla en la cima de las montañas, haciendo ofrendas. Hawtemalo (20 de marzo) o Newê Marti (22 de marzo)

      Entre los zazas alevís de hoy en día, el camino (yol) se refiere al camino recto y un dios del culto de los hititas.

      El culto al dios de la tormenta, en Anatolia, data de diez mil años antes de Cristo, y en continuidad con los ritos de los sumerios, hattis, hititas y hurritas, ciertos rituales han llegado hasta nuestra época, como los del lago de Zeliha en Şanlıurfa, el lago de Hamurpet en las fuentes de Khızır (Hızır) en Varto, los lagos de Hazarşah en Bingöl, el lago de Hazar en la montaña de Hazar Baba en Elazig, los ritos y las ceremonias que se practican todavía hoy para atraer la lluvia en las montañas sagradas de Varto como Goşkar Baga y Hazar Baba.48

      Los antiguos pueblos de Anatolia dedicaron sus tierras al dios de la tormenta, que las fertilizó con la lluvia, la nieve y el hielo, así pues la tierra de Anatolia se convirtió en propiedad del dios de la tormenta desde hace miles de años.

      El nombre del dios Sarruma se traduce en zazaki por Rama-Hakk, que significa “misericordia, cultivador” y rameno o Rahma Eli que signfiica “gracias a Eli”. Las tierras de Anatolia que fueron antaño llamadas Rahma Eli se llaman en la actualidad Rum Eli, en razón del dios aleví Sarumma Eli. Sarumma significa en zazaki “nuestro pueblo”.

      Para impedir que el pueblo zaza tuviera conocimiento sobre su pasado, las autoridades sucesivas en Anatolia deformaron ciertas apelaciones. Por ejemplo, Rama Eli que significa en zazaki “el derecho de Dios” se transformó en Rum Eli, que quiere decir en turco “el país de los griegos”, mientras que Rama Eli no tiene nada que ver con esta denominación turco-otomana.

      La principal divinidad hitita es el dios de la tormenta de Hatti (nombre hitita desconocido, Taru en hatti, Tarhun, Tarhunta o Tarhunna en jeroglíficos luvitas) 49, que tiene su gran templo dedicado en Hattusa. Existen otros dioses de la tormenta en las ciudades hititas como Nerik, Zalpa o Zippalanda. La otra gran divinidad es la diosa-sol Arinna, salida de la cultura hatti, donde se conoce por el nombre de Wurusemu. Estos dos grandes dioses son finalmente asimilados a las divinidades hurritas Teshub y su paredra Hebat. Los hititas veneraron a otras divinidades que surgieron de la cultura hatti, como Telipinu, dios de la fertilidad, Khalmasuit, la diosa-trono, Inara, dios creador de Hattusa, Wurunkatte, dios