objeto estuvo emitiendo sus fotones mucho antes que apareciera el primer ser humano y estará allí emitiendo sus fotones aunque la humanidad se extinga.
II.3.1 Limitaciones de las propiedades fenoménicas
Las propiedades fenoménicas son tremendamente útiles en la vida cotidiana. En base a estas podemos establecer similitudes y diferencias entre los objetos perceptibles. Todos los objetos que conforman nuestra realidad tienen ciertas similitudes y diferencias, cuando hablamos que todos los objetos materiales tienen similitudes nos referimos a que comparten ciertas propiedades, muchas de las cuales podemos percibir de forma directa y análogamente cuando afirmamos que los objetos materiales tienen diferencias, nos referimos también a que tienen propiedades que no comparten. En base a esto mismo, los objetos materiales pueden agruparse, se pueden establecer categorías, muchas de ellas se establecen de forma casi espontánea y otras requieren de un mayor estudio, pero en muchos casos las propiedades fenoménicas son tremendamente limitadas en la tarea de clasificar y diferenciar.
La mayoría de las propiedades fenoménicas son meramente circunstanciales, no siendo propiedades esenciales del objeto de estudio. Por ejemplo, el color de su pelo es una característica suya meramente circunstancial, usted nació sin pelo, luego lo tuvo, quizás lo perderá o cambiará a color canoso, pero su ser no es mayormente afectado por esta característica, a diferencia de su capacidad intelectual, la cual es una característica mucho más esencial del ser humano.
Ejemplos de características circunstanciales es el color de la piel, ojos, su olor, la vellosidad de su piel, sus gustos culinarios, el tono de su voz. Cuando levantamos las características esenciales de un grupo de seres vivos o inertes, levantamos el catastro de propiedades esenciales que los diferencian de los demás grupos y que los hace semejantes entre sus miembros. ¿Cuántas propiedades esenciales se dan a nivel fenoménico? Lo cierto es que son muy pocas, y como dice el dicho, las apariencias engañan, esto quiere decir que a nivel fenoménico se dan en general propiedades circunstanciales. Una cosa es tener “cara de malo” y otra es “ser malo”.
Las propiedades fenoménicas, por lo tanto, son muy limitadas para comprender la esencia de los objetos naturales. A continuación, veremos algunos ejemplos de levantamiento de categorías en base a propiedades fenoménicas para graficar de mejor manera estas limitantes.
Todos saben por su educación inicial, el que un perro, un lobo y un zorro forman el grupo de los “cánidos” y que este grupo es diferenciable del grupo de los “felinos”, ¿podríamos decir que las diferencias saltan a simple vista?, ¿es usted capaz de nombrar al menos una propiedad fenoménica que comparten todos los integrantes del grupo de los cánidos y que no está presente en ningún otro grupo de seres? Si su respuesta va por el lado que caminan en 4 patas, le recuerdo que los gatos también caminan en 4 patas y no forman parte de este selecto grupo.
Dentro de las propiedades fenoménicas podemos decir que los cánidos presentan las características de tener un gran olfato, ladrar, el comportamiento social de los cánidos en general es más de manada, aunque los zorros me arruinan esa conexión, el punto es que diferenciar a los cánidos respecto de otros seres en base sólo a propiedades fenoménicas no es una tarea fácil.
Los gatos, leopardos, tigres y panteras entre otros forman el grupo de los felinos, también podemos levantar un catastro de propiedades fenoménicas que todos estos seres vivos comparten.
Los felinos, canes y simios forman parte del grupo de los mamíferos, todos ellos comparten la característica común de alimentarse en sus primeros días de vida de la leche materna.
Todas las agrupaciones de objetos que nos enseñaron desde pequeños tienen que ver con identificar las propiedades comunes que poseen estos objetos. Las agrupaciones de seres vivos o inertes no son un mero juego artificial, son un ejercicio intelectual muy importante, sobre todo para los niños. Así, por ejemplo, la comprensión del concepto de “ave” para un niño pasa por la observación de las propiedades que todos estos animales comparten, su cubierta de plumas, sus picos y la forma de sus patas son características esenciales que permite diferenciar a estas especies de otras. Para un niño es impactante darse cuenta que el volar no es una propiedad esencial de las aves (al menos para mí fue impactante de pequeño) ya que existen aves como la gallina o el pingüino que no vuelan, como también existen objetos artificiales, como los aviones, helicópteros y cohetes que sí vuelan pero no por eso forman parte de esa familia.
¿Cuál es la diferencia entre un perro y un lobo?, si usted no es veterinario o profesor de Biología, lo más probable es que esa pregunta lo ponga en aprietos y la mera observación de las fotografías de perros y lobos de la Figura 5 no creo que lo ayude mucho, las propiedades fenoménicas flaquean en este aspecto, existen perros grandes y pequeños, pelados y peludos, con o sin cola, ¿en qué quedamos? Le dejo el desafío abierto, lo cierto es que difícilmente sólo con sus sentidos resolverá el acertijo, es decir, las propiedades fenoménicas de perros y lobos es poco probable que lo lleven a resolver el problema, por ejemplo, el tamaño no tiene mucho que ver, existen perros más pequeños que un lobo como el Chihuahua y otros más grandes que los lobos como el San Bernardo de la Figura 5, lo mismo pasa con el pelaje el cual es muy similar entre el Akita y los lobos. En algunos programas televisivos he visto que una diferencia importante entre perros y lobos es el comportamiento de manada de estos últimos, además de ser cazadores y carnívoros todos ellos.
Figura 5. Similitudes y diferencias fenoménicas de perros y lobos. (Fotografías de http://commons.wikimedia.org).
Otro desafío que incluso puede generar que más de alguien se sienta insultado. ¿Cuál es la diferencia entre los seres humanos y los simios? Salta a la vista que los simios en general tienen más pelos que los humanos aunque existen seres humanos tan peludos como un mono, pero eso no los deja fuera de la categoría de humano. Tampoco podemos decir que los simios no piensan, es sabido que estos generan herramientas para resolver problemas, que son capaces de aprender y así sucesivamente. Los seres humanos al igual que los simios tienen estructuras sociales, un lenguaje, a nivel observable son mucho más las similitudes que las diferencias que podemos levantar.
La diferencia esencial entre simios y humanos es muy poca a nivel fenoménico, alguna pequeña diferencia morfológica en los dedos de las manos y su capacidad de agarre, el número de piezas dentales, la forma de los colmillos, etc., pero la mayoría de las diferencias más esenciales está a nivel transfenoménico, está a nivel genético, es decir, está en un nivel inobservable.
A nivel fenoménico algunos han planteado que sólo el ser humanos es capaz de crear ideas y objetos fuera de la mera necesidad de sobrevivir o aparearse. Por otra parte, el número de piezas dentarias del homo-sapiens es único en su especie, como también se han percatado de ciertos movimientos particulares que podemos hacer con el dedo pulgar en comparación con el resto de los homínidos. Pareciera que tenemos un gusto especial por la carne a diferencia de otros primates, en su mayoría vegetarianos o con mayor preferencia por los vegetales. Desde la Biología se ha planteado que debido a nuestra dieta carnívora logramos desarrollar una mayor capacidad cerebral, incluso en algunos estudios de hijos de familias veganas a quienes han mantenido con dietas sin alimentos de origen animal han desarrollado deficiencias intelectuales (Dawson-Hughes, Harris, Krall, & Dallal, 2000).
En Química todos hablamos de los metales y los no-metales. Detrás de esta clasificación debiera existir alguna propiedad que comparten todos los elementos que forman parte de una clasificación u otra. Los alquimistas clasificaban a las sustancias en base a sus propiedades fenoménicas, por ejemplo clasificaban como metales a todas las sustancias que brillaban (o reflejan la luz),