Iván Montes Martínez

Robótica en Educación Infantil y Primaria


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otro lado, se encuentran aquellas tareas de tipo repetitivo que pueden ser automatizadas, pero para lo cual se precisa de una tecnología que sobrepasa lo que es una máquina.

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      Figura 1.4 Ejemplo de robot soldador.

      Otra categoría sería la del empleo de robots para la realización de tareas peligrosas para los humanos, como pueden ser los robots empleados por los artificieros y artificieras para la desactivación de bombas.

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       Figura 1.5

      Gracias al incremento de la precisión de la electrónica, se están empleando robots para la realización de tareas muy precisas (ya se usan incluso en cirugías), así como para otras tareas que, aunque no se consideren tediosas o peligrosas, facilitan o hacen más llevadera la vida de las personas.

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      Figura 1.6 Ejemplo de robot empleado para la realización de cirugías de precisión.

      Y ya, por último, podemos considerar otros campos, como la recreación, la atención a personas, o el del caso que nos ocupa: la educación.

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      Figura 1.7 Ejemplo de robot de acompañamiento.

      Debido al impacto social que tiene la presencia de robots —y que se prevé que continúe teniendo en el futuro—, el sistema educativo no puede ser ajeno a esta realidad. Por ello, debe preparar al alumnado para su interacción con robots y, además, debe promover una actitud de desarrollo (y no una actitud meramente consumista de tecnología).

      • Con capacidad de movimiento

      Hasta ahora se podría estar hablando perfectamente de ordenadores o teléfonos de última generación. Pero, a diferencia de estos, un robot tiene la capacidad de realizar movimientos. Y por «movimiento» no se entiende solamente la traslación, sino también que puede contar con partes móviles a pesar de permanecer estático (por ejemplo, un robot de cocina).

      • Que puede ejecutar acciones de un modo automático

      Es decir, un robot puede actuar de forma autónoma, sin que un ser humano tenga que estar dándole órdenes continuamente.

      Y esto solo será posible gracias a la actuación de diferentes tipos de sensores y/o actuadores que, en función de la programación establecida, permitirán que el robot realice su tarea de una manera independiente (siempre y cuando la programación sea correcta, el montaje o ensamblaje esté bien realizado y, además, todos los elementos del robot funcionen adecuadamente y no estén estropeados).

      1.3 Elementos que componen un robot

      Un robot, al ser un aparato, está compuesto por diferentes elementos, y cada uno de ellos cumple una función determinada. Si se va a trabajar con ellos, conviene ser consciente de la tarea que cumple cada uno.

      • Elementos electrónicos

      En el apartado anterior ya se comentó que la presencia de una placa electrónica resulta indispensable para que un robot sea lo que es y pueda funcionar correctamente.

      Si realizamos un símil con el cuerpo humano, que también emplearemos con el resto de elementos, la placa electrónica viene a ser el cerebro. Y ¿por qué? Porque es la encargada tanto de procesar la información que le venga dada como de enviar órdenes de ejecución a otros elementos que componen el robot.

      Esa placa electrónica es la principal responsable de que el robot pueda ejecutar acciones de una manera autónoma.

      • Elementos eléctricos

      Otro de los aspectos importantes del concepto de robot es su capacidad de movimiento. Por lo tanto, un robot debe contar con elementos que permitan realizar tanto desplazamientos como otro tipo de movimientos. En el cuerpo humano (y en el de los animales en general) esa función la realizan los músculos.

      ¿Y cuáles pueden ser estos elementos? Pues, principalmente, motores y servomotores. La diferencia entre ambos radica básicamente en que los primeros pueden girar continuamente, bien en un sentido o bien en otro, mientras que los servomotores tienen un rango de movimiento que no supera los trescientos sesenta grados.

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       Figura 1.8

      Además, podemos encontrarnos con otro tipo de elementos eléctricos, como luces o zumbadores (dispositivos parecidos a altavoces, pero con menor rango de emisión de sonidos).

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       Figura 1.9

      Del mismo modo que el cerebro necesita de los sentidos para procesar la información ambiental, la placa electrónica necesitará (en la mayoría de los casos) recibir información del entorno para poder tomar decisiones y enviar órdenes. Y ¿cómo lo consigue? A través de sensores. Estos elementos captan un determinado tipo de información, y su tarea es enviar esa información a la placa electrónica para que esta decida, en función de la programación con la que cuente, qué acciones es necesario realizar. Dichos sensores pueden estar integrados directamente en la placa electrónica o pueden conectarse a ella a través de alguno de sus puertos.

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      Figura 1.10 Sensor de ultrasonidos.

      Respecto de los sensores, es necesario matizar que no todos sirven para todas las placas. Ello se debe a los distintos modos de transmitir la información (que puede ser analógica o digital). Existen diferentes tipos de placas electrónicas, y estas pueden contar con puertos de conexión analógicos, digitales, o de ambos tipos.

      • Elementos mecánicos

      Para convertir la energía eléctrica en movimiento se necesitan este tipo de elementos, cuya complejidad puede ser variable.

      Pueden ser tan simples como una rueda acoplada directamente a un motor o, por el contrario, pueden ser más complejos, como lo que supone emplear un sistema de poleas o un sistema de engranajes.

      Junto con el siguiente tipo de elementos, se pueden considerar el esqueleto del robot.

      • Elementos estructurales

      Del mismo modo que un coche cuenta con un chasis o bastidor sobre el que se sustenta el montaje del resto de sus elementos, un robot también cuenta con una serie de elementos estructurales que cumplen dicha función.

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       Figura 1.11

      Este tipo de elementos son muy variados, tanto en su forma como en el tipo de materiales que se emplean para su construcción o montaje. Lo más próximo al alumnado de Educación Infantil y de Educación Primaria serían las piezas encajables de construcción. Este tipo de elementos suelen ser muy próximos a la realidad de este alumnado, lo cual favorece un cierto grado de conexión entre la robótica y esos aspectos que ya domina el alumno y que, en la mayoría de los casos, son muy de su agrado.

      A continuación, se encuentran los elementos metálicos fijos, o que se ajustan empleando tornillos y tuercas, lo cual supone una mayor complejidad en su montaje para el alumnado de menor edad. Pero este aspecto, afrontado