establecido.
Teoría del consenso
Las teorías del consenso sostienen que la verdad requiere un procedimiento o acuerdo previo, o conocimiento previo de pautas, o en algunas versiones, que podría llegar a ser acordado por algún grupo específico, siendo de especial relevancia el diálogo como aprendizaje de las condiciones de "igualdad de habla".
Teoría pragmática
Las teorías pragmáticas de la verdad afirman que una proposición es verdadera si resulta útil o funciona en la práctica. Así, la proposición "En verano hace calor" es verdadera si constituye una buena guía para la acción, esto es, si resulta útil para cualquier persona que la considere verdadera. Hay que entender el criterio de utilidad como una apelación a comprobar en la práctica la verdad de las proposiciones. Si sucede tal y como la proposición indica, entonces es verdadera. Así pues, según la teoría de la utilidad, sólo podremos establecer la verdad de una proposición cuando la comprobamos en la práctica. Esta exigencia no se produce en la teoría de la correspondencia, en la que una proposición es verdadera si se corresponde con los hechos, aunque éstos no puedan comprobarse. Como es obvio, la comprobación de una proposición está sujeta a ciertas limitaciones: primero ha de ser verificable; además, la verificación no es infalible.,
Teoría deflacionaria
La teoría deflacionaria de la verdad es una familia de teorías que comparten la afirmación de que las aseveraciones que predican la verdad de una proposición en realidad no le atribuyen una propiedad llamada verdad a dicha proposición o enunciado de la misma forma que se atribuye una propiedad a un objeto cualquiera.
Las teorías que sostienen que la verdad es una propiedad de los portadores de verdad, tal como interpretar que "algunas manzanas son rojas" equivale a afirmar que "el rojo es una propiedad de algunas manzanas", se las llama teorías robustas (o inflacionarias) de la verdad.
Para tales teorías, la tarea es explicar la naturaleza de esa propiedad. Los criterios de verdad definen qué se entiende por "verdad" y nos ayudan a decidir si una proposición es verdadera o falsa. Hay diferentes criterios de verdad, aplicables a distintos tipos de proposiciones. Tales han sido tradicionalmente las teorías acerca de la verdad.
En la actualidad algunos filósofos rechazan la idea de que la verdad es un concepto robusto en este sentido. Desde este punto de vista, decir «"2 + 2 = 4" es verdad» es no decir más que «2 + 2 = 4», y eso es todo lo que hay para decir acerca de la verdad. Estas posiciones son llamadas teorías deflacionistas de la verdad (porque el concepto ha perdido valor) o también teorías desentrecomilladoras (para llamar la atención a la mera «desaparición» de las comillas de citación en casos como el del ejemplo de arriba). La preocupación más importante de estas visiones es aclarar esos casos especiales donde parece que el concepto de la verdad tiene propiedades peculiares e interesantes.
Desde este punto de vista, la verdad no es el nombre de alguna propiedad de las proposiciones — algo sobre lo que uno podría tener una teoría. La creencia de que la verdad es una propiedad es sólo una ilusión causada por el hecho de que tenemos que predicar "es verdad" en nuestro lenguaje. Como la gran parte de los predicados nombran propiedades, nosotros asumimos de forma natural que "es verdad" también lo es.
Pero, de acuerdo con los deflacionistas, las declaraciones que parecen decir la verdad realmente no hacen más que indicar estar de acuerdo con la declaración.
Otras teorías
El constructivismo sostiene que la verdad es construida por procesos individuales y sociales sin correspondencia biunívoca con las relaciones con el entorno.
El conocimiento «no se recibe pasivamente, ni a través de los sentidos, ni por medio de la comunicación, sino que es construido activamente por el sujeto cognoscente».
«La función del conocimiento es adaptativa, en el sentido biológico del término, tendiente hacia el ajuste o la viabilidad».
«La cognición sirve a la organización del mundo experiencial del sujeto, no al descubrimiento de una realidad ontológica objetiva».
Existe una exigencia de socialidad, en los términos de «una construcción conceptual de los “otros”»; en este sentido, las otras subjetividades se construyen a partir del campo experiencial del individuo. Según esta tesis, originada en Kant, la primera interacción debe ser con la experiencia individual.
Partiendo de la definición kantiana entre fenómeno y noúmeno el conocimiento es una construcción mental. Todos los tipos de experiencia son esencialmente subjetivos, y aunque se puedan encontrar razones para creer que la experiencia de una persona puede ser similar a la de otra, no existe forma de saber si en realidad es la misma.
Definiciones formales de verdad
Concepto semántico de verdad
Alfred Tarski
Tarski demostró que la aplicación no paradójica del concepto de verdad depende de la distinción entre lenguaje objeto y metalenguaje.
La condición de adecuación material de Tarski supone que toda teoría de la verdad implica, para cada oración P del lenguaje objeto X para el que se define la verdad, que 'P' (nombre de oración) es verdadera si y solo si P (lenguaje objeto que habla del contenido semántico material de 'P', bien sea la referencia a algo del mundo, bien sea a su vez, referente a otro lenguaje objeto Y).
Se establecen de esta forma, niveles de lenguaje en el que cada nivel establece su contenido de verdad. Cada nivel de verdad se establece mediante subíndices.
Tarski enuncia una teoría semántica de la verdad como teoría formal de la misma:
Definición formal de verdad
Para un lenguaje formal dado, construido mediante las operaciones comunes del cálculo de predicados de primer orden, que llamamos lenguaje objeto, y le asignamos un nivel de lenguaje L0:
'P' es verdadero si y sólo si P.
La definición de "verdadero" adopta con referencia al lenguaje objeto el concepto de "satisfacción".
Las oraciones abiertas son elementos del lenguaje para el que se define la verdad. Tales funciones proposicionales no son ni verdaderas ni falsas en sí mismas, (no son proposiciones) sino funciones que son satisfechas por unos objetos y no satisfechas por otros.
Tales funciones necesitan de la interpretación de un lenguaje que especifica los objetos como argumentos de la función que satisfacen cada elemento.
Una oración cerrada, como proposición, es una función proposicional con nombres de objetos en el lugar de las variables o con variables lógicamente cuantificadas.
Como proposición lógica dicha oración puede ser verdadera o falsa.
Tarski afirma que una oración es verdadera en su nivel de lenguaje objeto si y solo si es satisfecha por todos los objetos con que se ha definido una interpretación de su nivel de lenguaje y falsa si no es satisfecha por ninguno. Así, dice Tarski: 'La nieve es blanca' es verdadero si y solo si la nieve es blanca.
Observemos que tal definición de verdad responde al concepto aristotélico de verdad. No tanto a una Teoría de “correspondencia” que tenga por supuesto la identidad entre la verdad “enunciada” y la “realidad objetiva de los hechos del mundo”, que Tarski no niega. Por ello esta definición es formal y no depende de ningún contenido.
Decir de lo que no es que es, o de lo que es que no es, es falso, y decir de lo que es que es, o de lo que no es que no es, es verdadero.
Aristóteles. Met., T, 7, 1011 b 26-8
De esta manera Tarski dio una solución lógica a la famosa paradoja del mentiroso:
“Epiménides el cretense dice que todos los cretenses son mentirosos”.
Paradoja que desde la antigüedad no encontraba un posible sentido de verdad, siendo, como es, una oración plenamente conforme a las reglas de la gramática.
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