Carmen de la Guardia

Historia de Estados Unidos


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Nueva Inglaterra. Fue en el libro del capitán John Smith, A Description of New England (1616) en donde el término apareció por primera vez. En 1620 se creó en Londres la Compañía de Nueva Inglaterra, estructurada de la misma forma que la Compañía de Virginia. Pronto consiguió del rey Jacobo I el monopolio sobre la tierra, el comercio, y la pesca, entre los 40 y los 48 grados de latitud norte en la costa atlántica norteamericana. Pero antes de que concluyeran los trámites legales entre el Compañía y el monarca, un pequeño grupo de colonos arribó en el Mayflower a estas costas de Nueva Inglaterra. Los pioneros formaban parte de un grupo de puritanos radicales, llamados también separatistas, que defendían la separación de la Iglesia de Inglaterra y no sólo su “purificación” como el resto de los puritanos. Originarios de Scrooby, en Nottinghamshire, habían huido a la calvinista Holanda, en 1609, para evitar críticas y persecuciones. El exilio les demostró que era difícil, en una sociedad “con historia”, establecer un modelo de vida similar al que, según ellos, tuvieron los primitivos cristianos. La sencillez, el equilibrio, la tranquilidad y el silencio eran virtudes defendidas por los separatistas y alejadas de todos los rincones de la vieja Europa. América para ellos podría ser el Jardín del Edén. El lugar en donde comenzar una vida en donde su fe religiosa se fundiría con una nueva y santa sociedad civil. Los “peregrinos”, como fueron bautizados por sus descendientes, buscaron financiación para su utópico proyecto en Inglaterra. Un grupo de comerciantes ingleses subvencionó la empresa del Mayflower y logró permiso para desembarcar cerca de Virginia. Sin embargo atracaron mucho más al norte, en el puerto natural que bautizaron como Plymouth, en cabo Cod. Buscando una legalidad a esta situación difícil –no habían atracado en Virginia sino en Nueva Inglaterra– redactaron y firmaron el Pacto del Mayflower. En este texto claramente puritano los firmantes –todos varones y adultos– se comprometían “en presencia de Dios y de todos nosotros a pactar y a constituirnos en un cuerpo civil y político para logar nuestro mejor gobierno…”. Además todos prometieron sumisión y obediencia a las “leyes justas y equitativas” que los futuros representantes promulgasen.

      La actividad económica de esta pequeña colonia fue la agricultura. Aprendieron, según la tradición, del indio Squanto a cultivar el maíz americano y supieron adaptar al nuevo clima el cultivo del trigo y otros productos europeos. La primera cosecha de maíz la celebraron juntos, colonos e indígenas, iniciándose así la celebración en las colonias inglesas del Día de Acción de Gracias. Además también comerciaron con pieles y madera e iniciaron una prolífica actividad pesquera. Muy pronto los colonos abrieron negociaciones con el Consejo de Nueva Inglaterra para solucionar los problemas causados por haber fundado la plantación de Plymouth dentro de sus territorios y no en Virginia. En 1621 lograron que el Consejo aceptase la nueva plantación. En 1627 los colonos lograron saldar las deudas con los comerciantes londinenses que les habían respaldado y en 1629 compraron a la Compañía de Nueva Inglaterra los títulos de los territorios que ocupaban. Conocemos muy bien la historia de la colonia por la obra de su segundo gobernador, William Bradford, titulada History of Plymouth Plantation, escrita entre 1630 y 1651, que narra con sobriedad puritana las dificultades de los peregrinos.

      Mucho más numerosa e importante fue la gran emigración puritana no separatista iniciada hacia la bahía de Massachusetts en 1630. Desde la fundación de Plymouth existían en esta bahía, que había tomado su nombre de los indios massachusetts, grupo de lengua algonquina, pequeñas aldeas habitadas por pescadores y comerciantes de pieles de origen europeo. En 1626 Robert Conant fundó un pueblo pesquero llamado Naumkeag, actual Salem, que fue el núcleo en donde se asentó una comunidad puritana. John White, pastor anglicano de Dochester y estricto puritano, consideró que este núcleo podía ser el germen de una colonia constituida por puritanos descontentos con la forma de vida inglesa. Tras negociar con la Compañía de Nueva Inglaterra obtuvieron los derechos sobre los territorios de la bahía. En 1629 fueron más lejos y constituyeron la Compañía de la Bahía de Massachusetts Poco después obtuvieron una Carta Real que les permitía establecer una colonia y ratificaba muchas de las ambiciones de este grupo de puritanos. En primer lugar les permitía trasladar el gobierno del nuevo asentamiento, desde Londres a Massachusetts. Además garantizaban que la colonia fuera puritana. Así establecieron que solo los miembros de las iglesias puritanas podían ser electores y elegibles para las instituciones representativas y además los pastores puritanos se reservaban puestos de gobierno y de justicia. A partir de su aprobación por el rey, se produjo la gran migración puritana a la bahía. Diecisiete embarcaciones, con más de mil emigrantes, partieron en 1630 rumbo a Massachusetts capitaneados por John Winthrop, un abogado y terrateniente del este de Inglaterra que se convirtió en gobernador de la colonia. Durante los once años siguientes más de 20.000 emigrantes, todos ellos puritanos, llegaron a la colonia. Las características sociales de este grupo de emigrantes fueron distintas a las del resto de las colonias inglesas en Norteamérica. En primer lugar emigraron sobre todo grupos familiares. La distribución por edades también fue inusual. Mientras que aquellos que viajaron a Virginia y a otras colonias tenían entre 16 y 25 años, a Massachusetts fueron adultos –más de 2/5 partes eran mayores de 25–, y niños –casi la mitad de los emigrantes eran menores de 16–. La gran mayoría de los emigrantes pertenecían a la clase media inglesa, con el predominio de pequeños agricultores, artesanos y comerciantes. Fue un grupo de emigrantes con un alto nivel de riqueza, educación y capacidad.

      Pero también existieron problemas en esta comunidad puritana. Para muchos la presencia del clero y de las normas constituidas del puritanismo era excesiva. Hubo graves desacuerdos en el refugio de disidentes. Roger Williams fue el principal opositor de la nueva colonia. Descontento por le estrecha unión entre la Iglesia y el Estado y sobre todo por considerar que se debía romper de forma radical con la Iglesia de Inglaterra, elevó airadas protestas y fue desterrado. Con él se fueron multitud de disidentes y se instalaron en el año 1636 en la bahía de Narragansett donde fundaron Providence que se constituyó en el núcleo de una nueva comunidad de ciudades llamada Rhode Island. Dos años después llegaba otra disidente: Anne Hutchinson, también duramente criticada por el clero bostoniano por su independencia. La nueva comunidad se basó en el gobierno de la mayoría, en la separación de la Iglesia y del Estado, y en la libertad religiosa. Esta tolerancia permitió que judíos, cuáqueros y otros grupos religiosos minoritarios eligieran Rodhe Island como su hogar americano. En 1644, Williams viajó a Inglaterra y publicó una de las críticas más duras contra la colonia de la bahía de Massachusetts: The Bloody Tenent of Persecution, que criticó duramente la presencia del clero puritano en la colonia de Massachusets. En ese mismo viaje logró la Carta Real que autorizaba a la nueva colonia y reconocía los principios previamente establecidos en Rhode Island. Estos principios fueron de gran importancia para el futuro político de Estados Unidos.

      Otros disidentes abandonaron también la colonia de la bahía. El reverendo Thomas Hooker decidió, junto al grueso de su congregación, trasladarse para fundar una nueva colonia en donde el peso de las iglesias constituidas no fuera tan fuerte. Así surgieron, alrededor del valle del río Connecticut, pequeños núcleos urbanos, como Hartford y Windsor. También puritanos estrictos fundaron otras poblaciones con nombres significativos como New Haven. Todos unidos lograron una Carta Real en 1662. Esta Carta fue la ley fundamental del estado de Connecticut hasta 1818 y, a pesar de que al principio buscaron un menor peso de los pastores puritanos, recogía que la iglesia congregacionista era la iglesia oficial en cada una de las poblaciones. Católicos, anglicanos y disidentes protestantes encontraron hostilidad en esta nueva plantación.

      Al norte de la Bahía de Massachusetts, los territorios actuales que constituyen New Hampshire y Maine, fueron concedidos por la Compañía de Nueva Inglaterra a sir Ferdinand Gorges y a John Mason, en 1622. A Mason le correspondió la parte Sur y la bautizó como New Hampshire. Allí ya existían pequeñas poblaciones de pescadores y comerciantes como Dover, Portsmouth, Éxeter y Hampton. Aunque desde 1649 cayó bajo el dominio de Massachusetts, también fue refugio de puritanos disidentes. La zona más alejada, la actual Maine, continuó, durante todo el periodo colonial, gobernada desde Massachusetts.

      La guerra civil inglesa (1642-1660) y la Commonwealth (1649-1660) frenaron el proceso colonizador de Inglaterra. Pero la restauración de Carlos II, en 1660, supuso un nuevo impulso. En sólo doce años los ingleses conquistaron Nueva Holanda, colonizaron Carolina y le dieron forma definitiva al sistema colonial. La diferencia entre este segundo