Óscar Mejía Quintana

Problemática jurídica posdoctoral: Debates iusfilosóficos, iusteóricos y iusdogmáticos


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pérdida de la mira común de la educación, que ha hecho que se ponga el énfasis en la enseñanza del conocimiento y de las técnicas y no en los factores humanos, ha proporcionado a la sociedad un individuo sin cerebro y deshumanizado de la civilización material29, que tiene al hombre por esclavo.

      Lo que se demanda a la sociedad es, entonces, el surgimiento de una sociedad humana, humanista de la vida, de la nación y del mundo, con patrones de ciudadanía mundial.

      Para el proyecto, es relevante para la formación de las ciudadanías, como elemento dinamizador, el conocimiento de los derechos humanos y la participación ciudadana desde la escuela.

      La formación en derechos humanos debe propiciar no solo su conocimiento, sino su comprensión, ya que sustentan una cultural global de respeto, no discriminación, conservación, libertad y justicia.

      Respecto a la participación ciudadana desde la escuela, se apunta a la promoción del empoderamiento y al fortalecimiento de las capacidades de toda la comunidad educativa, a fin de consolidar sujetos capacitados para la toma de decisiones en favor de su vida, enmarcada en la calidad. Para cumplir dicho propósito, es obligatorio desarrollar procesos pedagógicos que favorezcan el empoderamiento de estudiantes, docentes y padres de familia.

      La ciudadanía compleja y la formación de ciudadanos complejos se desarrolla a partir de la interacción de distintos contextos. El primero de ellos es la relación del rol del estudiante-currículo para la ciudadanía y la gestión del currículo desde el ejercicio de la ciudadanía; el segundo corresponde a la conexión entre los elementos propios de la ciudadanía y sus necesidades básicas (en el contexto de la convivencia y los derechos humanos) y el desarrollo de la ciudadanía como valor significativo del Estado social de derecho.

      Los conceptos de los participantes fueron modificados mediante la estrategia de empoderamiento ciudadano (cátedra), la cual se convirtió en elemento de mediación pedagógica para el desarrollo de la tesis y de la transformación del objeto de estudio.

      Estado social de derecho y educación ciudadana

      El Estado social de derecho constituye una parte fundamental del desarrollo de la ciudadanía compleja, pues, debido a su configuración a manera de contexto de gestión del ser y el convivir, hace parte de la concepción y del ejercicio efectivo de la ciudadanía. Así, el ser ciudadano complejo implica un desafío frente al Estado social de derecho, por cuanto las necesidades individuales y colectivas favorecen su consolidación.

      Ahora bien, esta asociación entre el Estado social de derecho y las necesidades fundamentales de la ciudadanía compleja propicia un estado de transversalización, en el cual los elementos de la ciudadanía gestionan el Estado social de derecho al tiempo que empoderan las relaciones y concepciones que orientan, operativizan, ponen en práctica e instrumentalizan el proceso de formación en los distintos niveles. Tal es el caso del currículo y su papel fundante en el desarrollo social y cognitivo del sujeto, cuya puesta en escena es fruto de la emergencia social planteada por la ciudadanía (currículo para la ciudadanía) y para la ciudadanía (currículo ciudadano), constituido desde los roles de los participantes que encausan la ciudadanía como un valor fundamental y significativo de la vida social y comunitaria.

      En suma, desde la perspectiva del Estado social de derecho, la formación de ciudadanos complejos comporta tres grandes niveles de asociación: a) la que deriva en un diálogo interdisciplinar entre el Estado social de derecho, el rol de la ciudadanía, el currículo ciudadano y para la ciudadanía y la esencia misma del concepto y el desarrollo del ciudadano; b) la ciudadanía como elemento integrador entre las necesidades sociales, el desarrollo del ciudadano y la ciudadanía, la transversalización de los conceptos y actitudes ciudadanas y los elementos que integran cada postura y acción del ciudadano; y c) el Estado social de derecho como una aspiración compleja que permite la acción sistémica de la ciudadanía, el currículo y la práctica pedagógica humanizante y restitutiva de los derechos.

      En consecuencia, el ejercicio del ciudadano complejo no se agota en las potestades y garantías fundamentales de tipo democrático que se infieren del ciudadano tradicional; por el contrario, aborda esferas de tipo humano, humanista, cultural e intercultural, diverso e inclusivo.

      Teniendo en cuenta el grupo focal observado, se puede afirmar que la ciudadanía es un elemento de mediación bidireccional entre el ser humano que, bajo un conjunto de lineamientos políticos y culturales y atendiendo a regulaciones legales propias de cada Estado, adquiere la calidad de ciudadano, y el Estado social de derecho, el cual, como figura jurídica y soberana, se encarga de suplir las necesidades de los ciudadanos, para que, a su vez, estos generen relaciones dialógicas con la forma estatal que los protege.

      Por ejemplo, a la hora de preguntar acerca de lo que se entiende por ciudadanía, los entrevistados del grupo focal responden lo siguiente:

      1. ¿Qué entiende usted por ciudadanía?

      • Categoría que se da al hombre por pertenecer a determinado país, la cual reconoce como miembro de la comunidad organizada, siendo titular de derechos y deberes propios el ciudadano (estudiante 1).

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