Georges Morin

El tarot intuitivo del siglo XXI


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un deslumbrante vestido de boda que cubrirá graciosamente a una mujer de la que se saben pocas cosas… Así nació este método. Procede de la reflexión y funciona de modo polivalente activando de forma automática la explotación de un insospechado potencial formado por los siguientes elementos esenciales: la intuición, la psicología, el conocimiento y la plenitud.

      Desde entonces, el acceso al arte del tarot se ha vuelto más sencillo. El principiante ya no siente la sensación de separación o de «gueto» oculto, percibe este tarot como una herramienta corriente que le sirve de plataforma mental para acceder a los tesoros escondidos de su psicología. Se ha convertido al final en algo claro y sencillo, lo que le permite desmitificar rápidamente el tarot y abordar más «civilmente» el ámbito de la predicción. Se muestra coherente porque está emancipado de un sentido esotérico pisoteado, desviado, contaminado y aproximativo. A través de este método conseguimos suprimir las barreras ocultas invisibles, las instrucciones pesadas, los estereotipos del mundo de la psicología y el mito de la adivinación instaurando simplemente un clima sano completamente despojado de hazañas místicas o de grandes fantasías: se tratará ahora de encontrar las palabras, los verbos y los matices de lo que se ha sentido tal como veremos más adelante en la práctica. Es un nuevo lenguaje o, por lo menos, un lenguaje abstracto que se había desactivado desde hacía lustros en beneficio de la imagen, de la apariencia de lo material, de lo que se puede tocar, es decir, de los arcanos en sí mismos.

      ¿Por qué funciona el tarot intuitivo?

      El tarot intuitivo es rápidamente eficaz tal como comprobará enseguida usted mismo. Funciona puesto que se trata del camino más corto del alma a lo racional: por lo tanto, se desvela para materializar hechos a través de arcanos muy distintos, hechos, relaciones, sinergia y condiciones que son desconocidos antes de instalarse ante usted. ¿Se trata de magia? No, pero si todo lo que proviene del alma es mágico, sí. «Así pues, si hemos entendido bien, ¿la inspiración y la concentración que se desprenden del mecanismo de la elección al azar de los arcanos nos proporcionan la respuesta a una pregunta que será necesario interpretar como si fuera el destino del sujeto de esta pregunta?», preguntaría un científico muy cartesiano. ¡No! ¡Sería demasiado fácil! La cultura de este tarot es elevarse hasta la central intuitiva, el alma, la inspiración, el origen, la fuente. En este valle poético ya no existen puntos de referencia puesto que ya no hay nada. Está desierto es incoloro, es insonoro y está paralizado. Los arcanos se han escogido durante el viaje, están exentos por tanto de las leyes de la gravedad psicológica, en una estratosfera a la que no llega ningún tipo de contaminación, en la que no penetra ninguna influencia y en la que se conserva intacto el primer lenguaje de la humanidad.

      Con este inagotable yacimiento se reconoce la intuición, se recupera y se desarrolla la confianza perdida. Queda ahora la interpretación terrestre de los mensajes de arriba: aunque aplicamos cultura y ética para elevarnos a lo que está en nosotros, la intuición, es difícil hacer lo mismo con el lenguaje inferior, la interpretación de la creación intuitiva que acabamos de exponer. ¿Y por qué? Porque se trata de dos mundos distintos pero que tienen sinergias evidentes que descubriremos rápidamente más adelante. Las deducciones son exactas pero deben moldearse a veces las propias interpretaciones iniciales a medida que el tiempo aporte matices concretos. El tarot intuitivo funciona tan bien que usted realizará este viaje para reencontrarse y reunirse con los que le esperan. Los malos resultados de una tirada son debidos, a menudo, a la concentración escasa o a un mecanismo inconsciente del procedimiento. El único criterio de éxito es el de estar completamente seguro de la propia concentración y de la propia inspiración, ambas necesarias para llevar a cabo estas proyecciones intuitivas. El tarot intuitivo es de una simplicidad natural. Se impregna de pureza celeste y desciende para ofrecerla a los hombres, que comprenden mal esta simplicidad, por lo cual existen dificultades que se centran esencialmente en la interpretación.

      El desarrollo de las propias capacidades

      Al leer intuición, psicología, conocimiento, desarrollo, se podría pensar en cuatro virtudes, pero en realidad no son más que zonas mentales ya existentes que esperan ser activadas. Estas zonas mentales pueden ser fácilmente interactivas, es decir, dependientes una de la otra, pero pueden relacionarse también mediante enlaces directos si se quiere asumir el trabajo. En efecto, el método del tarot intuitivo se inspira en esta liberación mental, privilegiando la libre circulación del intelecto capaz de desplazarse de esta forma a zonas a menudo condenadas como poco creíbles en la vida cotidiana, como si fueran los tabiques herméticos de un submarino. ¿Por qué? Porque tener intuición es menos creíble que poseer conocimientos; porque estar más desarrollado interiormente vale menos que tener el título de psicólogo, como si nuestra época de consumo hasta el extremo nos empujara hacia lo esencialmente práctico y rentable, hacia el terreno social. Se crean de esta forma silencios, modestias frustrantes, nos forjamos una osamenta personal concreta en la cual lo pertinente y lo visible cohabitan dejando en el sótano de esta casa mental lo que la sociedad no necesita. Sin embargo, la intuición es como un niño revestido de sensibilidad y preparado para ir hacia el conocimiento y luego hacia el desarrollo, virtudes que tienen un parentesco cercano, aunque de forma totalmente involuntaria la vida contemporánea las haya separado. En mi trabajo de analista, no dejo de trabajar para hacer creíble y vivo lo que las personas gestan en el fondo de sí mismas, esta fuerza creadora e intuitiva dejada en manos de quien necesita una ayuda para salir de la sombra. La intuición se encuentra en la base de cualquier concepción y vamos a intentar que su concepción encuentre finalmente las palabras de la vida para que pueda tener una verdadera identidad, para que no tenga ya miedo de existir y de hablar, a través de un método que la legalizará completamente como cualquier otra cualidad. Luego madurará rápidamente en las grandes llanuras del pensamiento, de la psicología y de la espiritualidad, corriendo libremente hacia lo que piensa que es la verdad. A continuación se abrirá sobre el conocimiento a través de sus peregrinaciones intelectuales puesto que alguien que piensa intuitivamente se abre a todas las curiosidades pragmáticas y espirituales: se abordan más fácilmente los intereses profundos a través del feeling que a través de reflexiones mentales sucesivas. Después, la intuición dominada necesita un vestido, un lenguaje, lo que nos lleva a un desarrollo psicológico como necesidad de racionalizar una serie de emociones mediante un dialecto apropiado y universal llamado psicología.

      La expansión se consagrará de forma automática a la caravana de la intuición sobre todo gracias a esta clara impresión de desenlace personal, de desarrollo interior que surgirán como un trabajo que llega a la madurez, ampliando el sentido de la vida, aunque sólo sea por las analogías aplicables a la vida cotidiana. Esta es la razón por la cual el tarot intuitivo es una verdadera herramienta de desarrollo personal capaz de proyectar al individuo más allá de sus fronteras mentales y, la mayoría de las veces, más allá de su microcosmos psicológico. También es interesante recordar que instruirse y expandirse al mismo tiempo es una amalgama rara en la actualidad sobre todo si los esfuerzos consentidos son agradables y las repercusiones personales muy ricas. El tarot intuitivo realizará en primer lugar en usted lo que llamaríamos la reunión emocional de lo que estaba disociado desde hacía mucho, disociado a causa de criterios educativos, psicológicos, sociales… Es cierto que poseer virtudes da valor de forma considerable a las posibilidades de penetración social salvo en lo que se refiere a la intuición que, socialmente, sigue siendo sospechosa.

      La intuición y sus repercusiones adivinatorias

      Existen personas que tienen mucha intuición y otras menos, pero la intuición se encuentra siempre presente en cada uno de nosotros; puede ser moralmente acaparadora o, por el contrario, difícil de delimitar o de activar. En el primer caso nos referimos a una persona emocional, en el segundo a una persona mental: cuanto más potente es la intuición, más fuerte es la emotividad, puesto que la emoción es el único instrumento de medida de la intuición que se conoce, además de las pruebas concretas que se llevan a cabo de forma progresiva en el terreno preventivo. Paradójicamente, una intuición potente puede causar un problema de fusión: la intuición se difunde tanto que se hace difícil dominarla y disciplinar los razonamientos lógicos que se desprenden de ella. En una persona mental, la intuición será laboriosa o progresiva pero tendrá el valor de ser única y no desperdigada en otras agitaciones emocionales.