Y la espiguita aquella
que en el campo creció
dentro de la barriguita
de ese niño se durmió.
AMOR
4. LA MARIPOSA Y EL PESCADITO
Volando tranquilamente
sobre un río pasaba
el reflejo ha visto una
y mucho se acercaba.
Era una pequeñita
que el agua no conocía
casi, casi que se moja
por poquito lo hacía.
Un pescadito que había
nadando tranquilo allí
cuando eso él veía
rápido gritó así.
“No te acerques pequeña
que te podrías ahogar
si se te mojan las alas
ya nunca podrás volar”.
Ella que le ha escuchado
muy curiosa preguntó
“Pero ¡Tú te has mojado
porque ahí te veo yo!”.
"Es que no soy como tú
-el pescadito decía-
yo nunca pude volar
vivo en esta agua fría”.
“¿Frío, has dicho que esta eso?
-la pequeña ha preguntado-
pues entonces no me meto”
y volando se ha marchado.
El pescadito la mira
cómo de allí se alejaba
si sabe que está caliente
seguro que se mojaba.
Ya lo sabe de otras veces
por qué más le ha pasado
que nadando tranquilito
a alguna se ha encontrado.
Sabe que son frioleras
y así se marcharán
pues si no de otra forma
en el río acabarán.
De esa forma el pescadito
cuando una ve volando
le dice que el agua frío
las acabará matando.
Ellas que temen el frío
rápido se marcharán
y de esa forma sencilla
las alas no se mojarán.
Si alguna llega al agua
el río la atrapará
y después de estar mojada
ya nunca más volará.
A él no le gusta eso
y nada con atención
para ver si alguna llega
como esta que llegó.
Les avisa que está fría
y así se marcharán
seguirán volando lejos
y felices vivirán.
Porque pescadito sabe
que si ve a una mariposa
y si no la dice nada
en el agua ella se posa.
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