Y sin embargo habÃa sido precisamente el ejemplo de Mussolini el que habÃa inspirado la actividad de Adolf Hitler, jefe de un movimiento análogo al fascismo, surgido a partir de un minúsculo Partido Alemán de los Trabajadores convertido en Partido Nacionalsocialista, que habÃa expresado todo lo violentamente aberrante que habÃa detrás de la derrota alemana, en primer lugar el fuerte militarismo tradicional y el racismo, con el cual el Fhürer con bigote al estilo de Charlie Chaplin habÃa construido poco a poco su funesta doctrina que le habÃa llevado a la cumbre de Alemania el 31 de enero de ese mismo año 1933 en el que Italia habÃa capturado, en junio, el platillo volante.
HabÃa sonado el teléfono blanco del Duce. Aunque eran ya pasadas las 19, Mussolini estaba en su despacho presidencial.
Era Bocchini: â¡Duce, le saludo!â
â¿Novedades?â
âConocemos las nacionalidades probables de los tres cadáveresâ.
â¡Bravo! ¿Cómo lo han sabido?â
âFácilmente, gracias a los manuales del disco, todos en inglés, además de otros escritos en el mismo idioma en las etiquetas de la ropa interior de los tres muertos. Por cierto, sus camisetas y calzones nos han dado direcciones fiscales en Gran Bretaña y otros paÃses anglófonos, pero la primera nación, teniendo en cuenta su poderÃo y la situación polÃtica actual, parece las más prob...â
â... ¡Sin duda! ¡La Gran Bretaña es probabilÃsima! Allà son maestros en meter las narices en las casas de otros y aunque sea verdad que el cigarrón me tiene mucha simpatÃa, siempre será un patriota inglés. Bueno, Bocchini, ya sabes qué debes hacer con los servicios del OVRA, mientras que yo daré órdenes a los militaresâ.
âSiempre a sus órdenes, Duce, pero tengo otro par de cosas que decirleâ.
âDilasâ.
âAnte todo, su idea de que se trataba de pilotos de pruebas sino de espÃas ha resultado completamente exacta: lo hemos confirmado cuando en un compartimento interno hemos encontrado ropas burguesas, es decir, de estilo de ciudad y digamos no de vacaciones como las que llevaban los muertos y, sobre todo, se han descubiertos insignias fascistasâ.
â¡Ajá! QuerÃan aterrizar, disfrazarse y espiar ¡qué locos! ¿HabÃa en la aeronave rollos y pelÃculas cinematográficas ya reveladas?â
âNo, Duce, no se han encontrado, ni tampoco pelÃculas vÃrgenes, ni máquinas fotográficas ni cinematográficas: se han recogido diversos pequeños objetivos externos por todo el disco y a lo largo de su circunferencia, que muestran la peculiaridad de no usarse con cámaras, sino de conectarse, parece que a través de ondas de radio, a aparatos internos que parecen radiotransmisores, pero que, extrañamente, no tienen válvulas.
â¡¿Radios sin válvulas?! ¿Qué más han inventado esos malditos ingleses?â
âPodrÃa tratarse de cámaras de recogida y radiotransmisión de imágenes, del tipo de las de la televisión experimental inglesa, lo que apoyarÃa la hipótesis del espionaje por parte de esa nación, pero, Duce, son radiocámaras18 pequeñas, más bien pequeñÃsimas, no mastodónticas como las que hemos fotografiado secretamente en la BBCâ.19
âAhora necesitamos a Marconi, ¿eh?â
âSÃ, Duceâ.
Guglielmo Marconi era el inventor del telégrafo sin hilos y uno de los padres de la radio. Estaba entre los personajes más importantes del régimen, presidente desde septiembre de 1930 de la Academia de Italia, premio Nobel de fÃsica y además, entre otros muchos tÃtulos, almirante de la Real Marina Militar, en la cual, después de un breve paréntesis en el Genio, habÃa servido durante la Gran Guerra.
âBocchini, ¿piensas que querÃan enviar fotos y pelÃculas a Inglaterra?â
âLa sospecha me parece correcta, Duceâ.
â... Y ahora mismo Marconi está embarcado haciendo experimentos. ¿En qué zona se encuentra su barco?â
âEl almirante está volviendo del Océano Ãndico a través del Mar Rojo, pero sabemos por él mismo, a través de la radio, que echará el ancla varias veces para realizar otros experimentos que tiene programadosâ.
âNo podemos pedirle que vuelva, sus experimentos son siempre fundamentales para Italia, pero en cuanto esté en la patria le llamaré. Entretanto, mantenme informado constantemente de todas las novedades con respecto a esa aeronave extranjera, telefonéame aunque sea a Villa Torlonia20 si lo estimas necesario, pero sin fallos en caso de otro avistamiento de aeronaves extrañas. Adiós Bocchini y... ¡Muy bien!â.
Mussolini habÃa ordenado de inmediato a los servicios secretos militares prestar especial atención a Gran Bretaña, pero sin ignorar a las demás naciones industriales anglófonas, e indagar en particular sobre aviones en forma de disco, máquinas cinematográficas sin pelÃcula y aparatos de radio sin válvulas capaces de enviar imágenes.
Esa misma tarde, poco antes de abandonar el despacho y volver a Villa Torlonia, el Duce habÃa dispuesto, siguiendo un impulso, como era habitual en él, llamar de China a su yerno Gian Galeazzo Ciano, conde de Cortellazzo y Buccari que, como cónsul plenipotenciario, residÃa en Shanghai con su mujer, la condesa Edda, nacida Mussolini: Se le habÃa metido de repente en la cabeza la idea de nombrarle jefe del Gabinete de Prensa, el órgano romano encargado del control y guÃa de los medios de comunicación, con la ayuda de Bocchini y la Stefani, trayéndose asà âdirectamente a casaâ, habÃa dicho a su esposa Rachele cuando habÃa entrado a cenar, la dirección de la supervisión de la información.21 Su consorte solo habÃa murmurado, y no por primera vez, acerca de aquel azidèint dâà nder in cà ,22 ambicioso y además con aquel vozarrón un tanto masculino: ¡ya ves, no te gustaba mucho, ya ves!
Al final de la mañana del 14 de junio Annibale Moretti, una vez en casa, habÃa tenido la infausta idea de contar a sus familiares la verdad sobre el disco y por la tarde su único hijo, un chico de diecinueve años a punto de hacer el servicio militar, habÃa tenido la pésima iniciativa de hablar con sus amigos en âIl Rebecchinoâ, el trani del pueblo donde se reunÃan, entre otros, los braceros de su padre, en un tiempo comunistas radicales que odiaban a su padre, luego sometidos por la fuerza al régimen y finalmente seducidos por Mussolini, como tantos otros proletarios rurales e industriales, con ciertas ventajas que les concedieron como un cÃrculo de formación y las excursiones del Istituto Nazionale del Dopolavoro, o como las residencias y las colonias marÃtimas y de montaña para los hijos pequeños. Los braceros de Moretti, debido a sus lenguas largas y su irrefrenable envidia hacia el patrón, la cual a pesar de la sumisión consolidada al fascismo seguÃa necesitando desfogarse, habÃan contado a la mañana siguiente por todas partes empezando, por los guardias civiles, que su patrón habÃa dicho mentiras como casas, porque no habÃa visto una piedra plana, sino un aeroplano enemigo en forma de disco que habÃa caÃdo junto a sus campos. En resumen: ¡catacrac! Annibale Moretti habÃa sido detenido e internado en un manicomio: se hizo de tal manera que todos supieran que el pobrecito estaba loco y era por su bien que la autoridad actuara para curarlo, ya que confundir piedras con aviones solo podÃa crear complicaciones internacionales y, en resumen, era un pobre chalado y dejarlo en libertad era un peligro, para él y para