Adolfo Hitler. Adolfo Meinhardt

y adaptar su nivel intelectual a la capacidad receptiva del más limitado de aquellos a los cuales está destinada. De ahí que su grado netamente intelectual deberá regularse tanto más hacia abajo, cuanto más grande sea el conjunto de la masa humana que ha de abarcarse”. Mi Lucha. Ibid. p. 106

      “… conviene más difundir previamente una idea mediante la propaganda dirigida desde una central durante un cierto tiempo y, luego examinar el material humano paulatinamente reclutado, estudiándolo cuidadosamente, a fin de seleccionar a los más capacitados para dirigentes. No será raro observar de esta manera que elementos aparentemente insignificantes merecen considerarse como hombres que reúnen condiciones innatas de Führer.” Mi lucha. Ibid. p. 305.

      Empleó la propaganda de modo eficaz para difundir unas ideas que, como tales, tenían poco de originalidad. La mayoría de ellas eran moneda corriente en los corrillos y conciliábulos que se formaban en las cervecerías que él acostumbraba visitar. Estos locales se prodigaban por doquier, pero nadie sabía o quería ponerle freno a sus arengas, porque nadie se atrevía a rebatir su endemoniada enjundia. Se dio cuenta muy rápidamente, de que subido a una tribuna era un formidable conductor de masas; pero también supo, y en la intimidad lo admitió, que ese verbo, mágico ante una multitud enardecida, en una reunión familiar, o sea, en la intimidad de un círculo reducido se convertía en un monólogo interminable y fatigoso que llegaba a exasperar a los que le escuchaban. En su vida personal había sido siempre un hombre retraído y celoso de sus fueros. Generalmente se sentía incómodo y evitaba tener que compartir sus ratos de privacidad. Pero su transformación era asombrosa cuando esparcía el veneno que guardaba en su lengua sobre los seres que le escuchaban. En una circunstancia de ese tipo, ante miles de personas respiraba siempre a pleno pulmón y su voluntad se volcaba en el esfuerzo que hacía para hipnotizar con la palabra a las multitudes, que generalmente llevaba al paroxismo.