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experimentando en este momento. El sentimiento de valía personal es fundamental para contrarrestar el modelo de escasez del amor y la vida. Si no creemos en nuestra propia valía, nos desempoderamos, incapaces de defender nuestras necesidades. No veremos ni aceptaremos el amor que realmente tenemos a nuestro alrededor en nuestras vidas. Se vuelve más complicado tratar bien a nuestras relaciones, porque no somos capaces de ver lo que aportamos a su vida. Y si no comprendemos nuestro valor para ellas, es más probable que alimentemos nuestros celos y miedo a la pérdida. Date cuenta de que las instituciones construidas sobre el modelo de escasez –demasiados puestos de trabajo, demasiadas familias– siempre inculcan la idea de poca valía.

      Valía no es lo mismo que reconocimiento. El sentido de valía personal surge del interior, no de otra persona. Puede ser tentador buscar una mirada externa para obtener reconocimiento. Mirar a la persona con quien tienes una relación y pensar: «Me quiere, por lo tanto tengo cierto valor». Eso crea miedo en lugar de reducirlo, porque cuando nos basamos en cosas externas para sentir dignidad, tememos todavía más llegar a perderla. Al final, no podemos esperar hasta que veamos evidencias de nuestra valía para darnos permiso a creerlo. Comenzamos con ese acto de fe y creyendo que tenemos valía personal.

      Nuestro sentido de valía personal –lo que en psicología se llamaría «autodiferenciación»– tiene un impacto inmenso en las relaciones. Si cometemos errores que hieren a otras personas, podemos decir «hice algo mal» en lugar de «soy una mala persona». Y si algo es nuestra culpa, eso también significa que tenemos el poder para cambiar el resultado.

      La baja autoestima intentará protegerse a sí misma, a veces de maneras soterradas. Nos puede decir que si tenemos una autoestima alta, no conseguiríamos la atención y el tiempo de nuestras relaciones, porque no estamos en crisis. Una crisis emocional puede convertirse en una manera de conseguir que nuestras relaciones nos den lo que necesitamos. La solución a este problema es complicada pero una manera de empezar es mirar a la gente que tiene una autoestima alta y ver si sus necesidades se están cubriendo.

      Si estás luchando por tener esa sensación de valía, encontrarás recursos al final de este libro. Si estás teniendo que luchar mucho, la ayuda profesional podría ser de gran ayuda, no solo en tus relaciones sino en todas las facetas de tu vida.

      Eficacia personal

      Imaginemos que tú, como intrépida persona buscadora de setas, te pierdes en el bosque. ¿Cómo vas a saber qué plantas podrás comer? ¿Sabes cómo encontrar agua? ¿Sabes cómo construir un refugio y conservar el calor corporal? Si no es así, ¿qué confianza tienes en tu habilidad para resolver esos temas? ¿Sufrirás un ataque de pánico? ¿Pensarás: «Oh dios mío, voy a morir, no sé cómo sobrevivir en el bosque!» o inspirarás profundamente y dirás: «Bueno, nunca he hecho esto pero aquí estamos y mejor que me ponga a trabajar en ello de una vez. Veamos, está oscureciendo. Supongo que la primera cosa es buscar algún refugio y averiguar si hay algo que pueda comer»?

      Hay un tipo de calma que aparece cuando creemos que somos capaces de manejar una situación, incluso una a la que no nos hemos enfrentado antes, y esa calma incrementa nuestra competencia. Ese efecto es llamado eficacia personal. Probar cosas nuevas –como escribir un libro, o explorar el poliamor– supone aprender nuevas habilidades y la investigación demuestra que la clave para aprender nuevas habilidades es simplemente creer que puedes aprenderlas. La eficacia personal en las relaciones poliamorosas es la sensación de que eres capaz de superar la primera cita de tu esposa. Que encontrarás una manera de manejar tus celos, incluso si todavía no sabes cómo. Eso si tienes que dormir a solas alguna noche, incluso si hace ya muchos años desde la última vez y no recuerdas cuál es la sensación, conseguirás superarlo y estar bien.

      Todo esto parece tener un cierto tono de psicología-positiva-NewAge-que-solo-depende-de-tu-voluntad, pero el estudio de la eficacia personal nació hace cuatro décadas, y hay evidencias sólidas que lo avalan. El hecho de que alguien crea que puede o no puede hacer algo tiene importantes efectos en que pueda hacerlo. Esto ha probado ser cierto desde para aprender nuevas habilidades hasta para dejar de fumar.

      Para desarrollar esta capacidad calmante, las investigaciones han identificado estrategias para mejorar la eficacia personal. Estas son dos sencillas:

      Pequeños éxitos. Sal de tu zona de confort. Busca algo en lo que puedas tener éxito, algo que te parezca duro, pero no tan duro como para hacer que te escondas debajo de las mantas para llorar. Estar en casa mientras tu esposa está en una cita. Hablar con la persona con quien tienes una relación sobre tu inseguridad o tus celos. Cada pequeño paso se sumará al anterior, dándote una sensación cada vez mayor de capacidad para enfrentarte a tu siguiente reto. Los nuevos retos no se volverán más sencillos necesariamente. Pero la clave está en desarrollar tu creencia en que Soy capaz de hacer esto. La otra cara de la moneda es cómo manejas el «fracaso», si resulta que no eras (todavía) tan fuerte como habías deseado. La gente con una alta eficacia personal tiende a ser resiliente al enfrentarse a los fracasos; saben que, a menudo, es necesario fracasar muchas veces antes de tener éxito.

      Modelos de conducta. Un factor importante que contribuye a la idea de que una persona sea capaz de hacer algo es si ven a otras personas hacerlo. No podemos destacar suficientemente lo útil que es tener ejemplos de conducta poliamorosa, y mejor si son personas de tu red social con quien puedas hablar y recibir feedback. Busca tu grupo local de debate y apoyo o pon uno en marcha. Como personas poliamorosas, estamos rodeadas de una cultura que nos dice: «No puedes hacer eso», «Eso es imposible» o incluso «Eso está moralmente equivocado». Puede ser duro seguir creyendo en tu valía y tus capacidades frente a la censura social, especialmente cuando las cosas se complican. Por eso es crítico crear un sistema de apoyo para quienes se acercan al poliamor y encontrar a personas a quienes consideres buenos ejemplos. Hablamos más de este tema en el capítulo 25, en torno al apoyo social y de la comunidad.

      Mejorar tu eficacia personal en otras áreas de tu vida también aumenta las probabilidades de éxito de tus relaciones poliamorosas. Reduce el poder de dos monstruos: el «fracaso» y no tener ninguna relación. Para la mayoría, por ejemplo, nuestra primera ruptura romántica es la que más miedo da, porque es la primera vez que probamos el «fracaso» romántico. ¿Volveremos a encontrar el amor? ¿Qué hacer si la persona con quien acabamos de romper nuestra relación era nuestra Pareja Perfecta? Creer que podemos no tener ninguna relación y mejorar, que podemos sobrevivir al final de algo y reconstruir son partes importantes de la eficacia personal.

      Un tipo peculiar de compromiso

      Un aspecto esencial de las relaciones poliamorosas, en nuestra experiencia, es el compromiso de ser personas poliamorosas. A veces aprender las habilidades necesarias para serlo es duro. Tenemos que practicar y salir del paso en situaciones dolorosas cuando nos ocurren. En cierto momento, el poliamor puede parecer, simplemente, demasiado duro.

      LA HISTORIA DE EVE

      A pesar toda nuestra preparación, Peter y yo no sabíamos muy bien qué esperar cuando Ray y yo nos hicimos amantes. A mí me inundó totalmente la energía de la nueva relación, y Peter, con quien había terminado en una discreta rutina tras ocho años de relación, tenía que enfrentarse a la intensidad de todo ello. Un día, cuando hacía un mes que Ray y yo éramos amantes, Peter me pidió que me sentara y me dijo: «Te estás enamorando de Ray». Tenía razón. Sorprendentemente, quizá, nunca habíamos hablado de la posibilidad de enamorarse. Y allí estábamos, sin la preparación para ello.

      Mi creciente relación con Ray nos forzó a Peter y a mí a enfrentarnos a un problema estructural de nuestra relación enterrado desde hacía tiempo, uno que habíamos conseguido esconder bajo la alfombra durante años. Un día, el día antes de irme a ver a Ray, Peter me dijo que no estaba seguro de querer seguir teniendo una relación conmigo. Entré en pánico. Dije que quería cancelar mi viaje para estar en casa y solucionar los problemas con Peter, pero Peter dijo que no, que él quería que yo me fuese. Y quería que yo estuviese con Ray hasta que él hubiese decidido que estaba preparado para que yo volviese.

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