de las mercancías, del dinero, que son todas expresiones de una única y misma relación. En el segundo caso es mediado el supuesto mismo; o sea, está presupuesta una producción colectiva […] [Aquí] el trabajo del individuo es puesto desde el inicio como trabajo social. (Marx, 1971, vol. I, p. 100).
El resultado es patente: el enfoque del valor como trabajo abstracto generado en la producción, donde la circulación de este valor se propone bajo el célebre esquema M-D-M, no logra representar las características básicas de la economía comercial, la descentralización, objeto inicial del análisis del autor de El capital. A lo sumo sería la representación de una circulación de valores en una economía centralista o planificada.
5. PROBLEMAS DE LA CONCEPCIÓN DEL VALOR COMO CANTIDADES DE DINERO
Paralelamente a la primera opción, la segunda también presenta dificultades. Veámolas.
6. LA AUSENCIA DE LA EXPRESIÓN EN DINERO ANTES DEL INTERCAMBIO
Si el dinero debe expresar el trabajo privado del productor en dinero antes de volverse social, no se encuentra explicación en Marx de cómo es posible esta expresión anticipada, aunque es consciente del problema que enfrenta:
[En el intercambio] no se parte del trabajo de los individuos en calidad de trabajo comunitario, sino, a la inversa, de trabajos particulares de individuos privados, los cuales, en el proceso de intercambio, y por supresión de su carácter originario, se revelan como trabajo social general. De ahí que el trabajo social no sea una premisa acabada, sino un resultado en devenir. Y de esta suerte surge una nueva dificultad14, la de que las mercancías, por una parte, deben entrar en el proceso de intercambio como tiempo de trabajo general materializado, mientras que por la otra, la materialización del tiempo de trabajo de los individuos en cuanto general, es, a su vez, solo producto del proceso de intercambio. (Marx, 1980a, p. 29).
En otras palabras, si el dinero debe cumplir la tarea de representar inicialmente un valor potencial de la mercancía, en el sentido evocado en el llamado precio ideal, distinto del precio efectivo, aparece el problema de saber cómo se determina para cada productor de mercancías el precio ideal antes de la transacción. En verdad, tal idea del dinero previo, que da prelación al dinero respecto al valor efectivo en el proceso y que daría sentido a la mercancía como encarnación inicial de dinero, no tiene explicación en Marx en su exposición de la economía comercial.
7. LOS PROBLEMAS DE LA GÉNESIS DEL DINERO
Si el dinero es condición de la socialización de los trabajos privados, es imposible plantear una génesis del dinero a partir de las mercancías, tal como la plantea Marx en las Formas del valor, pues esta tesis significa que no existe valor antes del dinero y que debe existir una preeminencia de la magnitud monetaria respecto al valor. Por tanto, plantear una génesis mercantil del dinero no es la opción teórica pertinente, y, por el contario, se debería abrir la puerta a una génesis no mercantil del dinero.
8. D-M-D DEBE REMPLAZAR A M-D-M
Si la producción de mercancías es generada por el trabajo privado, el trabajo socializado solo puede existir como una cantidad de dinero resultante de los intercambios. Las compras monetarias de las mercancías son las que socializan los trabajos privados cuando el productor recibe cantidades de dinero, con lo cual la socialización de los trabajos se expresa socialmente como el monto de dinero asociado a los bienes, tras la realización de los intercambios. Mientras el enfoque del valor como trabajo abstracto desde la producción deriva en la confusión o asimilación entre trabajos privados y trabajos abstractos, ahora vemos que el enfoque de la formación mercantil del valor elimina los trabajos abstractos como magnitud inmanente y existente independiente del dinero, puesto que los trabajos abstractos no son otra cosa que otro nombre para la cantidad de dinero asignada a los productos de los trabajos privados en los mercados. Así las cosas, la formación del valor por el mercado, además de abrir la puerta a la concepción de que el dinero es la verdadera sustancia del valor, necesita formular un procedimiento de formación de precios monetarios en el mercado partiendo de los precios ideales de las mercancías. Esto sugiere que en lugar de un proceso en función de M-D-M, el proceso mercantil de Marx necesita ser reformulado en los términos de un proceso de circulación monetaria, D-M-D, precisamente el que Marx utilizó más adelante, en la explicación de la generación de la plusvalía en el proceso capitalista.
IV. LA TEORÍA MARXISTA DEL CAPITALISMO: COMERCIANTES, EMPRESARIOS Y ASALARIADOS EN UN CIRCUITO MONETARIO
Con el fin de mostrar que el sistema capitalista es diferente del comercial, Marx propone su explicación de la generación de la plusvalía capitalista a partir de un mundo de mercancías que encarnan trabajo social (su valor intrínseco) y al cual se le agrega una mercancía adicional, la fuerza de trabajo, poseída por el obrero, la cual tiene la tarea de aumentar esos trabajos sociales. Este proceso incorpora los siguientes elementos.
A. EL CIRCUITO MONETARIO DEL CAPITALISMO
“La forma D-M-D, conversión del dinero en mercancía y reconversión de la mercancía en dinero, comprar para vender. El dinero que en su movimiento se ajusta a este último tipo de circulación, se transforma en capital, deviene capital [...]” (Marx, 1975, vol. I, p. 180). Por consiguiente, a diferencia del mundo comercial simple ahora se introduce una circulación monetaria como principio explicativo puesto que la ganancia capitalista resulta del proceso capitalista en el que una cantidad de dinero logra, mediante un proceso, generar un excedente en dinero para los capitalistas. Ese excedente monetario es la plusvalía de Marx. Al mismo tiempo, y este es un punto fundamental para Marx, este circuito monetario se presenta como un circuito de valor: “El valor adelantado originariamente no solo, pues se conserva en la circulación, sino que en ella modifica su magnitud de valor, adiciona un plusvalor o se valoriza. Y este movimiento lo transforma en capital” (Marx, 1975, vol. I, p. 184). Encontramos la idea de que la circulación monetaria redobla la circulación de valor, en la que mercancías y dinero son dos cosas diferentes, pero ambas encarnaciones sucesivas de trabajo abstracto.
B. EXISTENCIA DE UN DINERO INICIAL
Marx lo hace explícito: “Todo nuevo capital entra por primera vez en escena […] siempre como dinero” (Marx, 1975, vol. I, p. 180). También: “En su condición de vehículo consciente de ese movimiento [dinero que se gasta para ganar dinero], el poseedor de dinero se transforma en capitalista. Su persona, o, más precisamente, su bolsillo, es el punto de partida y de retorno del dinero” (Marx, 1975, vol. I, p. 186). Ahora el agente empresario capitalista está asociado inicialmente a la posesión de dinero y no a la posesión ni de una mercancía ni de una capacidad de trabajo para elaborarla, tal como se postulaba para el mundo mercantil simple.
C. CUMPLIMIENTO DE LA LEY DEL MERCADO O LEY DE LA EQUIVALENCIA MERCANTIL
La transformación del dinero en capital ha de desarrollarse sobre la base de las leyes inmanentes del intercambio de mercancías, de tal modo que el intercambio entre equivalentes sirva como punto de partida. Nuestro poseedor de dinero tiene que comprar las mercancías a su valor, venderlas a su valor y, sin embargo, obtener al término del proceso más valor que el que arrojó el mismo (Marx, 1975, vol. I, p. 202).
Aquí vemos que se plantea que las transacciones económicas en el proceso D-D’ se someten a una ley de la equivalencia de tipo cuantitativo proveniente de las relaciones económicas