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ROGER SCRUTON
PENSADORES DE LA NUEVA IZQUIERDA
EDICIONES RIALP, S. A.
MADRID
Título original: Fools, Frauds and Firebrands. Thinkers of the New Left
© 2015 by Bloomsbury Publishing Inc.
© 2017 de la versión española, por JOSÉ MARÍA CARABANTE,
by EDICIONES RIALP, S. A., Colombia, 63, 8º A - 28016 Madrid
Preimpresión: produccioneditorial.com
ISBN: 978-84-321-4800-2
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ÍNDICE
2. RESENTIMIENTO EN EL REINO UNIDO: HOBSBAWM Y THOMPSON
3. DESDÉN EN AMÉRICA: GALBRAITH Y DWORKIN
4. LIBERACIÓN EN FRANCIA: SARTRE Y FOUCAULT
5. ABURRIMIENTO EN ALEMANIA: CUESTA ABAJO CON HABERMAS
6. SINSENTIDO EN PARÍS. ALTHUSSER, LACAN Y DELEUZE
7. GUERRAS CULTURALES POR TODO EL MUNDO. LA NUEVA IZQUIERDA, DE GRAMSCI A SAID
8. EL MONSTRUO DESPIERTA. BADIOU Y ŽIŽEK
INTRODUCCIÓN
EN UN LIBRO ANTERIOR, PUBLICADO EN 1985 como Thinkers of the New Left, reuní una serie de artículos publicados en The Salisbury Review. He trabajado de nuevo esos artículos originales, suprimiendo escritores como R. D. Laing y Rudolf Bahro, que hoy ya no tienen nada que decir, y he incluido material nuevo, sustancial, dedicado a avances de influencia creciente: por ejemplo, la asombrosa “máquina sinsentido” inventada por Lacan, Deleuze y Guattari, el ataque “a tierra quemada” sobre nuestra herencia “colonial” llevado a cabo por Edward Said, y el reciente resurgimiento de la “hipótesis comunista”, por parte de Badiou y Žižek.
El libro citado fue publicado en tiempos del reinado de terror de Margaret Thatcher, cuando yo todavía impartía clases en la universidad, y se me consideraba entre los intelectuales británicos de izquierdas como un destacado oponente a su causa, que era la defensa de la gente decente, como en todos lados. El libro fue recibido con burla e indignación, y quienes lo reseñaban caían unos sobre otros buscando su oportunidad de escupir sobre el cadáver. Su publicación fue el comienzo del fin de mi carrera universitaria, los críticos plantearon serias dudas sobre mi competencia intelectual, y también sobre mi carácter moral. Esta repentina pérdida de estatus condujo a que todos mis escritos fueran atacados, tocaran o no aspectos referentes a la política.
Un filósofo académico escribió a Longman, el editor original, diciéndole: «Debo decirles a ustedes, con consternación, que muchos colegas aquí (es decir, en Oxford) sienten que el respetable sello de Longman haya quedado empañado, al vincularse a trabajos de Scruton». Y continuó, de modo amenazante, manifestando su esperanza de que «las reacciones negativas generadas por esta publicación particular ayuden a Longman a pensar más cuidadosamente acerca de su política, en el futuro». Uno de los autores de contenidos educativos más vendidos en Longman amenazó con retirar sus productos a otra parte, si mi libro permanecía en catálogo. Por supuesto, los ejemplares que quedaban de Thinkers of the New Left fueron pronto retirados de las librerías y transferidos al cobertizo de mi jardín.
Siempre me he resistido a regresar al escenario del desastre. Poco a poco, sin embargo, a raíz de 1989, entraron ciertas dudas en los planteamientos de Izquierdas. Hoy es comúnmente aceptado que no todo lo dicho, pensado o hecho en nombre del socialismo ha sido respetable intelectualmente, o moralmente correcto. Yo estaba quizá más alertado de lo normal ante esta posibilidad, a causa de mi implicación, en el momento de escribir, respecto a las redes subterráneas en la Europa comunista. Esa implicación me situaba cara a cara ante la destrucción, y era obvio que la mayor parte de la gente preocupada por su exposición ante esta destrucción de las formas de pensar de la Izquierda, era la causa última de aquello. Thinkers of the New Left apareció en sellos de autoedición en polaco y checo, y fue traducido a continuación al chino, coreano y portugués. Poco a poco, y especialmente después de 1989, me fue cada vez más fácil expresar mi punto de vista, y he dejado que mi editor, Robin Baird-Smith, me persuadiera de que un nuevo libro podría aliviar a los estudiantes que se ven obligados a masticar la pegajosa prosa de Deleuze, a tratar seriamente los disparatados hechizos de Žižek, o a creer que hay más en la teoría de la acción comunicativa de Habermas que en su incapacidad de comunicarla.
El lector comprenderá, tras los párrafos anteriores, que este libro no usa palabras afeminadas. Lo describiría más bien como una provocación. Sin embargo, hago todo lo posible para explicar qué hay de bueno en los autores sobre los que trato, y qué hay de malo. Mi esperanza es que el resultado pueda beneficiar a lectores de todas las opciones políticas.
Al preparar el manuscrito para ser impreso, quiero mostrar mi agradecimiento por sus comentarios y críticas a Mark Dooley, Sebastian Gardiner, Robert Grant y Wilfrid Hodges, todos ellos inocentes de los crímenes cometidos en las páginas que siguen.
Scrutopia, enero de 2015
1.
¿QUÉ ES LA IZQUIERDA?
EL USO MODERNO DEL TÉRMINO “IZQUIERDA” proviene de los Estados Generales de 1789, cuando la nobleza se sentó a la derecha del rey, y el “tercer estado” a la izquierda. Pero también podría haber sido al revés. Y, en realidad, fue al revés para todos menos para el rey. Sin embargo, los términos “derecha” e “izquierda” siguen aún vigentes entre nosotros, y se aplican hoy a facciones y doctrinas en el seno de todo orden político. La imagen que resulta de ello, como si las opiniones políticas se extendieran en una sola dimensión, solo se puede entender desde un punto de vista espacial y en relación con la existencia de un gobierno al que se