G. Gregory Haff

Principios del entrenamiento de la fuerza y del acondicionamiento físico NSCA (Color)


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son funcionalmente muy eficaces para el metabolismo aeróbico (aumento de la densidad mitocondrial y de la capacidad de las enzimas oxidativas [57] y de la red de capilares para la distribución de oxígeno). El entrenamiento aeróbico, sobre todo el ejercicio intermitente de larga distancia y de alta intensidad, consigue un incremento de la capacidad oxidativa de las fibras musculares tipo I. Los estudios revelan que las fibras de músculo esquelético pueden alterar su cadena pesada de miosina y sus características internas, lo cual deriva en alteraciones en la clasificación de las fibras y en la observación de que las fibras tipo IIx aumentan en los deportistas de fondo (8, 102). Desde el punto de vista del rendimiento, estos cambios metabólicos y fibrilares se traducen en un empleo más eficaz de la producción de energía aeróbica.

      •Eficiencia en el ejercicio. La economía del ejercicio es sobre todo una función de la biomecánica y la técnica. Dos atletas de resistencia aeróbica tal vez tengan el mismo consumo máximo de oxígeno y el mismo umbral de lactato, y, sin embargo, no despliegan los mismos resultados en su rendimiento. El atleta más eficiente (es decir, el que precisa menos energía para mantener la misma producción de potencia) será capaz de mantener la misma producción de potencia durante más tiempo, a pesar de que los dos atletas tengan el mismo O2 máx y el mismo umbral de lactato.

Sistema Ajustes inmediatos Ajustes a largo plazo
Pulmonar Hiperventilación Aumento de los estabilizadores de la frecuencia respiratoria
Acido-basico Los fluidos corporales se vuelven más alcalinos debido a la reducción del CO2 con la hiperventilación Excreta de HCO3- por los rinones con reducción concomitante de la reserva alcalina
Cardiovascular El gasto cardíaco aumenta en reposo y durante el ejercicio submáximo Continua elevación de la frecuencia cardíaca submáxima
Aumenta la frecuencia cardíaca submáxima
El volumen sistólico se mantiene igual o disminuye ligeramente Disminución del volumen sistólico en reposo y con ejercicio máximo y submáximo
La frecuencia cardíaca máxima se mantiene igual o baja ligeramente Frecuencia cardfaca máxima más baja
El gasto cardíaco máximo se mantiene igual o baja ligeramente Menor gasto cardíaco máximo
Hematologico Aumento de la producción de eritrocitos (policitemia) Aumento de la viscosidad Elevación del hematocrito Disminución del volumen plasmático
Tejido local Aumento de la densidad capilar del músculo esquelético Aumento del número de mitocondrias Aumento del uso de ácidos grasos libres, lo que ahorra glucógeno muscular

      En un plazo de 10 a 14 días a cierta altura geográfica, la frecuencia cardíaca y el gasto cardíaco comienzan a volver a valores normales, debido a una respuesta de aclimatación a más largo plazo consistente en un aumento de la producción de eritrocitos. Por tanto, con la exposición aguda a la altitud, la hiperventilación y el aumento del gasto cardíaco submáximo son respuestas rápidas y relativamente eficaces para paliar los retos de la reducción de la presión parcial de oxígeno. Sin embargo, a pesar de estos ajustes, durante este período agudo, la saturación arterial de oxígeno disminuye y causa reducciones del consumo máximo de oxígeno y del rendimiento aeróbico a alturas por encima de los 1.200 metros. Los cambios derivados de la aclimatación revierten al cabo de un mes tras la vuelta al nivel del mar. Como se indica en la tabla 6.3, los ajustes fisiológicos y metabólicos crónicos que ocurren durante una exposición prolongada a la altitud son:

      •Aumento de la formación de hemoglobina (por lo general, un incremento del 5-15%, aunque se han registrado valores más altos) y eritrocitos (incremento del 30-50%).

      •Aumento de la capacidad de difusión de oxígeno por las membranas pulmonares.

      •Mantenimiento del equilibrio ácido-básico de los fluidos corporales mediante la excreción renal de HCO3 y a través de la hiperventilación.

      •Aumento de la capilarización.

      Todas estas adaptaciones suelen mejorar la tolerancia de la hipoxia relativa a alturas medias y grandes (46, 49, 91) y puede derivar en tener capacidad para ejercitarse casi como al nivel del mar con una adecuada aclimatación. Se necesita un mínimo de tres a seis semanas para adaptarse a una altura moderada (de 2.200 a 3.000 metros). Sin embargo, hay que esperar un bajón del rendimiento, comparado con el que se obtiene a nivel del mar, durante la exposición a la altitud con independencia del período de aclimatación. Se anima a los especialistas en la fuerza y el acondicionamiento físico a que informen a los atletas de las respuestas agudas y de las adaptaciones crónicas esperables tras la exposición a la altitud, para que puedan mantener regímenes de entrenamiento ajustados convenientemente y asumir un enfoque mental positivo ante el impacto de la altura geográfica.

       Respiración hiperóxica

      Se ha propuesto que respirar mezclas de gas enriquecidas con oxígeno (respiración hiperóxica) durante los períodos de descanso o después del ejercicio influye positivamente en algunos aspectos del rendimiento atlético, aunque no se conocen bien los mecanismos de estos resultados, el procedimiento sigue siendo controvertido y los estudios difieren en sus resultados (117, 118). La respiración hiperóxica tal vez aumente el oxígeno transportado por la sangre y, por tanto, eleve el aporte de oxígeno a los músculos activos. No obstante, el hecho de que personas sanas respiren aire ambiente a nivel del mar se traduce en una saturación de oxígeno de entre un 95% y un 98% de la hemoglobina en sangre arterial. Por tanto, todavía se tiene que dilucidar por completo el potencial de la respiración hiperóxica durante los períodos de descanso o después del ejercicio (46, 103).

       Tabaquismo

      Se dispone de relativamente pocos estudios sobre tabaquismo y rendimiento deportivo, posiblemente porque los atletas y las personas activas evitan fumar por miedo a que empeore su rendimiento o aumente el riesgo de enfermedad (85, 101). Los fumadores experimentan alteraciones de la función pulmonar y corren más riesgo de neumopatías obstructivas crónicas (88, 120), como bronquitis crónica (65) y enfisema (86). Se han observado decrementos en la tolerancia al ejercicio y en la función cardiopulmonar de adolescentes (85), demostrando que los efectos perniciosos del tabaquismo se producen incluso en fumadores jóvenes en un período relativamente corto de tiempo. Los efectos perjudiciales del tabaquismo son, entre otros:

      •Aumento de la resistencia de las vías respiratorias debido a la obstrucción de los bronquiolos relacionada con la nicotina o al aumento de las secreciones de fluidos y al edema del árbol bronquial, debido a la irritación del humo.

      •Parálisis de los cilios en la superficie de las vías respiratorias por acción de la nicotina, la cual limita la capacidad para eliminar el exceso de fluidos y partículas extrañas, y eso provoca que los restos se acumulen en las vías respiratorias y aumente la dificultad para respirar.

      Por tanto, incluso el fumador ocasional puede sentir dificultad respiratoria durante el ejercicio y experimentar una reducción del