con el que hacía días, al comienzo del confinamiento, había tenido una discusión, en el súper, cuando llenó su carro de rollos de papel higiénico, dejando la balda vacía —el Cagón, lo llamaba desde entonces—. Durante los últimos días solía verlo, a las ocho de la noche, cuando la gente salía a aplaudir a los sanitarios a las ventanas, tocando una vuvuzela, el más ruidoso y entregado de todos. ¿Qué le pasaba, a él y a todos los demás? Seguro que la mayoría se pegaba las horas muertas propagando por WhatsApp bulos, o habían votado a partidos que apoyaban las privatizaciones y los recortes…
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.