José Ignacio Serralunga

Comedias de humor


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      Tranquilo, Pappo. Tranquilo2

      Comedia políticamente incorrecta

      Personajes:

       Detenido

       Inspector

       Dr. Buitrago

       Dueño de casa

       Mili (travesti)

      (Habrá tres ámbitos dentro de la escena. Uno, la celda donde se ubica inicialmente el Detenido, otro, destinado a ser la casa del Dueño de Casa, y otro, la oficina del Inspector.)

      (El detenido, en su celda detrás de una reja, canta LIBRE de Nino Bravo. Llega el Inspector.)

      INSPECTOR: Veo que tiene ganas de cantar. Venga acá y cante todo.

      (El Detenido retoma la canción.)

      INSPECTOR: No. Nino Bravo no. Que cante lo que tiene que cantar.

      DETENIDO: No, inspector. Ahora se me fueron las ganas. No canto más.

      INSPECTOR: No se haga el vivo. Le digo que confiese.

      DETENIDO: ¿Y el cura? Si quiere que me confiese traiga un cura.

      INSPECTOR: Veo que no pierde las ganas de embromar. No me haga perder el tiempo. (Ingresa a la celda. El Detenido comienza a gritar como si lo estuvieran matando a golpes)

      Deje de gritar, que no lo escucha nadie.

      DETENIDO: Pero hay cámaras.

      INSPECTOR: Sí, pero están rotas. Hace seis meses que no andan.

      DETENIDO: Ah.

      INSPECTOR: Describa con precisión lo de su raid delictivo. Lo escucho.

      DETENIDO: Bueno, yo me inicié en esto de los robos como todos… tanteando ¿Vio? Como los ciegos.

      INSPECTOR: No se dice ciego. Se dice no vidente.

      DETENIDO: Bueno, sí. No vidente. Lo mío es pura improvisación. Soy un intuitivo, según las críticas.

      INSPECTOR: ¿Críticas? ¿De dónde? ¿Desde cuándo los ladrones tienen críticas?

      DETENIDO: De los diarios. Mire este recorte. (Le pasa un recorte al inspector)

      INSPECTOR: (lee) Locro de la Puna. Un manjar para la época invernal. ¿De qué crítica me habla? ¿Usted me agarra para la joda o es tonto?

      DETENIDO: Las dos cosas. Me equivoqué de recorte. Ese démelo que es la receta. Tengo que hacer un locro este jueves.

      INSPECTOR: Si sale libre va a hacer el locro.

      DETENIDO: Y si me encanan también. Los jueves tienen peña los muchachos del pabellón de los evangelistas.

      INSPECTOR: ¿Y usted cómo sabe?

      DETENIDO: (Le alcanza un folletín) Por el semanario.

      INSPECTOR: ¿Violeta de los Alpes? ¿Qué es esto?

      DETENIDO: El semanario del pabellón de los que nadie quiere. Ellos están invitados al locro. Violeta de los Alpes se llama. ¿La pesca? No me diga que no es poético. Mire la nota de la página 2.

      INSPECTOR: (Busca) Este jueves locro. Cocina Cacho. ¿Y cómo saben que usted va a venir?

      DETENIDO: Porque me contrataron para cocinar. Como están las cosas, hay que diversificar. Así que, bueno, volviendo al tema que nos convoca, el jueves, si me dejan encanado les cocino a los muchachos del pabellón, y si no me dejan les mando el delivery. Si le interesa, le puedo mandar. Cincuenta mangos la porción. A usted se la dejo a cuarenta. Dólares.

      INSPECTOR: Deje nomás, le hacemos requisa a los de la peña y morfamos gratis.

      DETENIDO: Entonces le mando unas porciones extra, para que los muchachos no se queden con hambre. Total, tengo margen, los ingredientes son robados. Lo que sí, le aviso, yo al locro le pongo mucho chancho, porque a los muchachos del pabellón les gusta. No sé si me entiende. La carne. De chancho. ¿A usted le gusta?

      INSPECTOR: A ver si empieza a confesar.

      DETENIDO: Okei. Pero usted no interrumpa porque me hace perder el hilo.

      INSPECTOR: Bueno, dele, que no tengo toda la noche.

      DETENIDO: Está bien. Mi raid delictivo tiene un origen muy claro. Estaba al cohete, a las vueltas… todo el día en la calle… Así empiezan los problemas. Porque como usted sabrá, el ocio es la madre de todos los vicios.

      INSPECTOR: El padre. El ocio es el padre de todos los vicios, porque es masculino. Si usted dijera la ociosidad es la madre… estaría bien dicho, porque la ociosidad es femenina.

      DETENIDO: ¿Me va a dejar que le cuente o me va a romper las pelotas con cuestiones ortográficas? Si sigue jorobando no le cuento.

      INSPECTOR: No me cuenta, lo dejo adentro.

      DETENIDO: Entonces le cuento. ¿Dónde había quedado?

      INSPECTOR: En que estaba todo el día sin hacer nada.

      DETENIDO: Muy bien. Quería ver si estaba atento. Empecé con la vagancia… femenina, como usted dice… y con la vagancia masculina también, porque en el barrio todos los vagos están al cohete.

      INSPECTOR: Le recuerdo que tiene derecho a permanecer callado.

      DETENIDO: Póngase de acuerdo ¿Quiere que le cuente o que permanezca callado?

      INSPECTOR: Cuente, cuente, me había olvidado de leerle los derechos. Después van a decir que como no le leí los derechos el procedimiento es inválido.

      DETENIDO: No se dice inválido. Se dice que tiene capacidades diferentes. Como usted...

      INSPECTOR: ¿Eh?

      DETENIDO: Como usted diga, digo.

      (Entra el Dr. Buitrago a espaldas del Inspector. El Detenido lo ve y comienza a gritar nuevamente como si lo mataran.)

      DR. BUITRAGO: ¡Inspector! ¿Qué hace?

      INSPECTOR: ¿Eh? Nada, Doctor Buitrago.

      DR. BUITRAGO: (Al detenido) ¿Te tocó, Cacho?

      (El Detenido amaga decir que sí, pero es interrumpido por el Inspector)

      INSPECTOR: ¡Le dije que no!

      (Pausa tensa.)

      DR. BUITRAGO: ¿Qué te mandaste esta vez, Cachito?

      DETENIDO: Intento de robo.

      INSPECTOR: Intento de robo, invasión de propiedad privada, uso de la fuerza, armas de fuego…

      DETENIDO: Con premeditación y alevosía.

      DR. BUITRAGO: Ah, bueno. Lo de siempre. Me había asustado.

      INSPECTOR: Pero esta vez, no zafa.

      DR. BUITRAGO: No prejuzgue, inspector, o lo hago sacar de la causa. Ya, con lo que ví recién…

      INSPECTOR: Las cosas que hay que aguantar. Bueno, Cacho. Ya está su abogado. Confiese.

      DETENIDO: Bueno. (Le da al Dr. un plano)

      DR. BUITRAGO: (Mirando el plano) Chalet nuevo, a estrenar, parrillero, pileta…

      DETENIDO: Grifería Ferrum, Gordo.

      DR. BUITRAGO: Qué hermosa propiedad, Cacho. Cómo has progresado. Te felicito. Nada que ver con las ranchadas que robabas al principio. Bueno, contame.

      DETENIDO: Yo llego a la casa… (Se dirige hacia el espacio de la casa del Dueño de Casa. Comienza a ladrar un perro)

      DR. BUITRAGO: Empezamos mal. Ese bicho es un doberman amaestrado.

      INSPECTOR: No, doctor Buitrago. Es uno de esos blanquitos…

      DR. BUITRAGO: Un dogo argentino.

      INSPECTOR: