en adoración. En este primer piso, el techo del edificio era casi tan alto como un edificio de dos pisos. No había sillas, ni instrumentos musicales, ni ningún otro objeto tangible; si no fuera por las personas, no habría nada en esa sala. Sin embargo la habitación no se percibía vacía, estaba llena de una vida tangible, como si la habitación respirara; y podíamos sentir la presencia física de Dios. El pastor continuó hablando y yo empecé a caminar alrededor de la habitación adorando por un momento. Entonces el Espíritu Santo vino sobre mí y empecé a danzar. Como lo he hecho tantas veces en mis sueños, sentí que mis pies dejaban el piso y yo ascendía en adoración muy por encima de Bobby y del pastor, danzando y girando delante del Señor. Yo podía oír al pastor claramente hablando de esta adoración aun cuando yo estaba en la cima de esta sala. Yo no era la única persona que adoraba, pero estaba tan deleitada girando, danzando y regocijándome ante el Señor que no notaba lo que los demás hacían. En el espíritu yo sabía que esto era la Adoración Davídica, y estaba muy feliz sabiendo que ellos estaban ministrando a Dios, ¡pero sobre todo estaba extática de danzar delante del Señor!
Explicación del Sueño de los Tres Niveles de Adoración Davídica
Cuando me desperté, yo sabía que ese pastor no era otro sino Jesucristo, y que el lugar donde estábamos era en el espíritu. Todo vive y respira en Dios. Aunque este lugar estaba vacío de elementos tangibles, estaba lleno con la presencia de Dios – y sólo estábamos experimentando el primer nivel de la adoración. Pude ver claramente que otros habían subido a ámbitos superiores que yo nunca había conocido, pero no sentí envidia. Sin embargo, quería ir allá. Se despertó mi curiosidad y aumentaron mis ansias de más.
Las Alturas del Primer Nivel
He tenido varios sueños como éste en donde asciendo en adoración suprema. (Adoración suprema -o alabanza suprema- es una adoración muy intensa y sostenida. Viene de personas que están hambrientas y buscan intensamente a Dios, no por lo que puedan conseguir de Él, sino por Su persona. La adoración suprema se manifiesta en sueños cuando tus pies se levantan del suelo mientras adoras). David cantó en Salmos 149:5-6, “Regocíjense los santos por su gloria, y canten aun sobre sus camas. Exalten a Dios con sus gargantas, y espadas de dos filos en sus manos.” David cantaba sobre su cama exaltando a Dios, y tal vez también haya experimentado la adoración suprema en sus sueños.
En algunos sueños de adoración suprema ascendente estoy a una pulgada por encima de la cabeza de la gente. Otras veces, a dos o tres pulgadas. Otras, justo por encima del alcance de la gente. Y en otras, a veinte o treinta pies del suelo. Mientras estoy soñando, me siento en el espíritu; y siento la santidad de Dios en ese lugar. Por eso sé que podemos adorar a varias alturas incluso en el primer nivel.
Por mucho tiempo experimenté esto en mis sueños sin saber que se trataba de Adoración Davídica, y sin caer en cuenta de que estaba danzando con el Espíritu Santo. Cuando esta danza ocurre en el espíritu, yo giro y doy muchas vueltas. Y en algunos de los sueños yo podía girar mis pies a voluntad y determinar la velocidad en que daba vueltas. En realidad es difícil visualizar esto en lo natural, solamente sé que así sucede en mis sueños.
En algunos de estos sueños yo desciendo de mi adoración suprema para ministrar a la gente y hacer liberaciones demoníacas. En algunos he sentido mis pies como de cierva, capaces de caminar en cualquier terreno escarpado. En otros sueños, mi adoración se transforma en mi guerrear. Y así, en la Adoración Davídica la mayoría de cosas involucran tres elementos.
Tres Partes
La adoración suprema opera en tres áreas diferentes, y dentro de estas tres áreas nosotros tenemos nuestra parte y Dios tiene la Suya.
Nuestra parte: 1) Primeramente adoramos puramente para Su placer y deleite, 2) Nuestra adoración es guerra contra los enemigos de Dios, y 3) Nuestra adoración revela los deseos y las necesidades de las personas para que ministren a sus vidas.
Beneficios y Recompensas de Dios: 1) Cuando adoramos para deleitarnos en Él, Él nos eleva a Su presencia para deleitarse en nosotros, 2) Durante nuestra adoración de guerra Él hará cualquiera de estas tres cosas: será nuestra defensa, peleará nuestras batallas por nosotros, o nos levantará muy por encima de nuestros enemigos, 3) Puede usarnos para traer sanidad y liberación a Su pueblo, o puede hacerlo Él mismo mientras adoramos.
A pesar de que he tenido muchos sueños, visiones y experiencias, sé que no he visto el segundo o el tercer nivel. Dios sigue diciéndome que nada se compara con lo que Él quiere revelar, y con lo que nosotros vamos a encontrar. Sólo puedo decirte que hay más por descubrir y que Dios está dispuesto a manifestarlo a ti.
El Fluir del Espíritu Santo
La presencia del Espíritu Santo es irremplazable en la Adoración Davídica. Durante el reinado de David, el Espíritu de Dios descendía para revelar la gloria de Dios y moverse sobre los hombres y mujeres de Dios mientras adoraban. Antes de que Jesús dejara la Tierra prometió enviar al Consolador, el Espíritu Santo. Y Él llegó para morar en la Tierra en el día de Pentecostés (Hechos 2:1-4). Entonces, ¿cuánto mejor experimentaremos nosotros el mover de la presencia y la gloria de Dios en nuestra adoración que todos los adoradores del tiempo de David?
Ya que la Adoración Davídica es un fluir sacerdotal de amor entre nosotros y Dios, es el poder del Espíritu Santo que hace posible tal enlace. Por esta razón es vital que entendamos cómo Él opera, Sus funciones, y cómo fluye a través de nosotros para ministrar a Dios directamente. A medida que aprendamos a entrar en Su fluir, experimentaremos la manifestación de Su presencia y el poder que posee para cambiar nuestras vidas.
Conociendo a la Persona del Espíritu Santo
El Espíritu Santo, es la tercera persona de la Trinidad. Él estuvo al principio cuando Dios creó los cielos y la Tierra (Génesis 1:1-2). En aquel entonces Su rol era moverse sobre las aguas y soplar vida y forma en la Palabra hablada de Dios. El sigue activando la Palabra de Dios hoy en día.
Jesús pidió a Su Padre que nos diera el Consolador para que morase con nosotros (Juan 14:16-17), y lo llamó el Espíritu de Verdad. Él fue enviado para enseñarnos y recordarnos de la Palabra de Jesús (Juan 14:26). Adicionalmente, el Espíritu de Verdad también testifica sobre la autenticidad de la gracia salvadora de Jesús (Juan 15:26).
Cómo se Manifiesta
El Espíritu Santo es la santidad manifestada de Dios; Él es el Espíritu de Santidad. Dios es un Dios santo y ordena que Su pueblo sea santo (1 Pedro 1:16). Por tanto, el rol del Espíritu Santo es hacernos santos, lo que nos permite acercarnos al trono de Dios para ministrar con manos limpias y corazones puros.
Él también es la gloria manifestada de Dios. Es la gloria Shekinah que vemos como una nube azul moviéndose en nuestros servicios de adoración cuando nos rendimos a Él. También podemos verlo manifestado como fuego, así como lo vieron los apóstoles el día de Pentecostés.
El Espíritu Santo es el poder manifestado de Dios. A veces sentiremos Su poder y lo escucharemos hablar estruendosamente para luego ver la gloria de Dios manifestada como una bola de fuego. Otras veces Su poder operará silenciosamente mientras hace una obra interna en las personas, cambiando sus vidas.
Formas Físicas del Espíritu Santo
La Biblia registra las varias formas físicas del Espíritu Santo. Él era la sombra que cubrió a la Virgen María en la concepción de Jesús, el hijo de Dios (Lucas 1:35). Era la paloma que Juan el Bautista vio en el baptismo de Jesús (Lucas 3:22). Él era el viento y el fuego santo que Sus discípulos vieron el día de Pentecostés.
Estas apariciones físicas del Espíritu Santo fueron confirmadas por Dios. Cuando la sombra del Altísimo cubrió a María, un ángel la visitó; cuando Juan vio la paloma, Dios habló con voz audible; cuando vino con viento y fuego,