le presta credibilidad.
El Padre Kentenich habla como instrumento de la Virgen, de la Madre tres teces Admirable de Schoenstatt, quien desde su Santuario quiere manifestarse en la "Iglesia doméstica", en el matrimonio y la familia, como Madre y Educadora de la Iglesia posconciliar.
Hna. M. Mattia Amrhein
16 de Enero de 1961
ESQUEMA
Disposición
LA VIDA CONYUGAL ES UN CAMINO HACIA DIOS
- Pensamientos preliminares
El punto de partida fue en las bodas de Caná; la elevada apreciación de Cristo por el matrimonio y la familia
Exigencia del mundo católico: Salvación de la familia
Nuestro tema: la vida específicamente matrimonial
- Opiniones predominantes hasta hoy en el catolicismo
Sobrevaloración de la vida virginal: quien quiere llegar a ser santo, debe permanecer virgen.
Asimismo fue la actitud hasta entonces respecto al mundo.
Quien quiera llegar a ser santo ha de abandonar el mundo. La gente del mundo debe imitar a los religiosos.
La problemática de los laicos: ¿hemos de abandonar el mundo y dejar los adelantos a los no católicos?
Un nuevo sentimiento de vida exige un camino afirmando lo terreno para llegar a Dios a través de las cosas terrenas.
Necesitamos una espiritualidad específicamente laical y un apostolado laical.
- La espiritualidad laical en relación a la vida familiar
Conceptos errados que condujeron a preferir el trabajo fuera de casa y esquivar los problemas de la vida familiar. Según el orden de ser, la familia es el apostolado más importante para los esposos.
- Espiritualidad laical y vida familiar
No solamente la vida familiar es un camino a Dios, sino también la vida específicamente conyugal: el matrimonio es un sacramento.
La enseñanza de la Iglesia respecto al triple sentido y fin del matrimonio.
Una mirada al tiempo: golpes contra el matrimonio como tal.
Respuesta a la problemática actual : el matrimonio es una comunidad permanente de amor y de vida. La satisfacción del instinto sexual representa un valor.
El matrimonio como comunidad de amor: el hombre es imagen de Dios trino; importancia de cultivar el carácter personal en la entrega conyugal.
El acto conyugal debe integrar las cuatro formas de amor : sexuserosamorcaritas
Ellos son una protección para el acto conyugal como acto personal.
La mujer ha de preocuparse por el elemento espiritual en el amor.
El cultivo de las cuatros formas de amor es expresión de nuestra espiritualidad matrimonial como espiritualidad laical.
Que la Santísima Virgen nos ayude a comprender esto de la mejor manera.
CONFERENCIA
16 DE ENERO DE 1961
LA VIDA CONYUGAL ES UN CAMINO HACIA DIOS
La boda de Caná:
Santificación del matrimonio y la familia
¿Qué hacer con tantas conferencias? ¡Son demasiadas! "Nada mas difícil de soportar que una serie de días de fiesta", dice un dicho alemán. Para variar, uno después quiere probar una comida algo más pobre o directamente ayunar un poco.
Esta tarde quisiera hablarles sobre un tema al cual hacía alusión el evangelio de ayer: el matrimonio. Pensemos en nuestro propio matrimonio, en todas las vivencias que lo precedieron y en todo lo que siguió después. Digo lo siguiente:
En los últimos encuentros nos ocuparnos continuamente de la realidad del sufrimiento en nuestra vida.
Les propongo que a partir de ahora nos dediquemos por un tiempo a reflexionar sobre cómo anda nuestra vida conyugal como tal. El evangelio de ayer nos invita a hacerlo. ¿Recuerdan? Se trataba de las bodas de Caná1.
A menudo se suele preguntar qué hacían Jesús y la Santísima Virgen en una fiesta de boda, por qué participaban precisamente de un casamiento. Se comprendería mejor quizás que hubiesen ido juntos a la sinagoga o fijado un tiempo de ayuno.
En tercer lugar, se suma que el Señor obra en esa oportunidad el primer milagro, el primer prodigio tangible, marcando así el inicio de su vida pública.
Quizás conozcamos ya la respuesta corriente que se suele dar a estas preguntas: Jesús quería santificar la vida matrimonial y expresar su respeto por el estado matrimonial. Evidentemente la respuesta es correcta. Consideremos además que hasta ese momento el Señor había pasado treinta años de vida en el seno de la Sagrada Familia. Teniendo en cuenta todas estas cosas se demuestra entonces que Jesús santifica en aquella hora el matrimonio o al menos da testimonio de su respeto por el matrimonio sí, no solamente por el matrimonio sino también por la persona casada.
He aquí los elementos fundamentales de la familia: por un lado los esposos, que constituyen una familia. Jesús no se casó, su Madre vivió virginalmente su compromiso conyugal con José2. Pero el Señor en cambio pone de manifiesto su valoración del matrimonio, de los esposos, y de lo que es consecuencia del matrimonio: la familia.
Vale decir que la mirada del Señor se dirige plenamente hacia la célula primordial de la sociedad humana, el matrimonio y la familia. Y nosotros somos casados. Por lo tanto, desde el punto de vista del orden de ser objetivo, el tema toca el nervio más íntimo de nuestra vida anímica.
Si se informan un poco sobre las corrientes de pensamiento presentes hoy en todo el mundo católico percibirán en todas partes el mismo clamor: ¡Hay que salvar a la familia! ¡Concentrémonos en la familia! Es cierto, tenemos que hacer apostolado en todas las áreas, pero el apostolado más grande es el apostolado de la familia, vale decir, salvar a la propia familia.
Nuestro tema:
La vida específicamente matrimonial
Creo que esta tarde debería detenerme en algunas dificultades que ustedes enfrentan en su propia vida. Dejo por eso de lado formalmente el tema de la vida familiar y paso a enfocar el de la vida conyugal. En nuestra calidad de padres de familia podemos considerarnos desde dos ángulos: primero como esposos y esposas; y luego como padres y madres. Como padres y madres estamos relacionados con nuestros hijos, y como esposos y esposas estamos el uno frente al otro, especialmente desde la perspectiva de la vida específicamente matrimonial, y dicho más exactamente, desde la perspectiva del acto conyugal.
Opiniones predominantes hasta hoy en el catolicismo
* Sobrevaloración de la vida virginal
Les quiero recordar una frase célebre. Hace alrededor de cien años fallecía Ozanam3. Asociamos su nombre a las obras de beneficencia, por las cuales hizo tanto. Fue también un famoso literato - historiador, profesor de La Sorbona, en la universidad de Paris. Murió en 1853. La noticia corrió por toda la Alemania católica, por todo el mundo católico, y naturalmente por Italia.
Había en este último país un joven obispo de apellido Pecci. Más tarde seria elevado a la dignidad de Papa con el nombre de León XIII4. En otras oportunidades hemos hablado de él, no sólo de sus encíclicas marianas sino también de sus reformas en el campo económico y social, que expuso en sus encíclicas sociales. Es verdadero padre del movimiento social dentro del catolicismo contemporáneo.
Pues bien, la noticia llego hasta él. Y un día se hallaba en una reunión donde