hijos. Para ocupar la función de chofer, tengo que tener las aptitudes para poder conducir y transportar gente. Para ser futbolista, debo poseer condiciones técnicas y tácticas del juego. Para ser líder, debo ganarme el respeto de mis colaboradores por mis capacidades para dirigir y gestionar. Es decir, cualquier rol o función que desempeñe tiene un saber que es la base inicial. El mismo se puede potenciar perfeccionando la técnica, planificando diferentes horizontes temporales, aceitando procesos y circuitos que hacen a la curva de experiencia y dominio de la complejidad técnica. La dimensión técnica es interdependiente de las restantes variables del rendimiento. Esto significa que la técnica influye en la emoción, por ejemplo, la confianza; y a su vez, las emociones inciden sobre la técnica. Además, la técnica puede verse afectada, o no explotada en su máxima expresión, si el estilo de vida no acompaña al nivel que demandan los requerimientos técnicos del rol.
2. Competencias: son las características de la personalidad puestas de manifiesto en el ámbito deportivo o laboral. De acuerdo con el rol que se desempeñe, se requerirá de distintas competencias; esto implica que las mismas están relacionadas a un rol y a una jerarquía. Si ocupo el rol de gerente de producción, algunas de las competencias podrían ser “capacidad de planificación y organización, y visión estratégica de negocios”. En otro caso, si soy vendedor, tendré que contar con “tolerancia a la presión, predisposición y buen humor, perseverancia”. Si soy futbolista, una de las competencias profesionales a desarrollar es la “agresividad competitiva”. Son los comportamientos y actitudes manifestados en situaciones operativas y prácticas. Estas competencias se deben definir en función del rol que se cumple, y requieren la precisión de las acciones a desarrollar. Cabe aclarar que una persona puede contar con características de personalidad (por ejemplo, simpatía y sociabilidad) que no se manifiestan en el campo profesional como competencias (por ejemplo, predisposición y buen humor).
3. Biología, cerebro y mente: los aspectos biológicos tienen relación directa con nuestro cuerpo, pero aquí hablamos de un todo, de una unidad cuerpo-cerebro-mente. Todas las personas, y los seres vivos, formamos parte de una evolución y atravesamos ciclos de vida que debemos tener en cuenta para estudiar nuestro rendimiento en un rol determinado. Esta unidad, además del cuerpo (biología), tiene el cerebro (estructura, neuronas) constituido por más de 100.000 millones de neuronas con capacidad para conectarse entre sí, y cambiar constantemente. Esta capacidad de cambio y de interconexión continua se llama neuroplasticidad. Este dinamismo constante, lo vivenciamos, también en la mente (pensamientos, emociones) o procesos mentales (inteligencia, memoria, aprendizaje, creatividad, intuición, predicción, sentimiento). Estas funciones se estima son conscientes (3 al 5%) e inconscientes (95%) o modo automático. El modo inconsciente (detrás de escenario) le da sustento al modo consciente (escenario). El aprendizaje o nuevas experiencias en sí mismas modifican las conexiones neuronales; sean estas de orden racional o emocional, cambian nuestras conexiones y circuitos. Por esto, decimos, que cerebro y mente son un sistema integral único e interrelacionado. Las emociones son fundamentales para vivir; una persona que no controle sus emociones es un peligro, pero una persona que no tenga emociones todavía es más peligrosa. Sin emociones, no hay inteligencia que valga. Además, no podemos tomar ninguna decisión que sea exclusivamente lógica o racional. Las emociones están reguladas por la parte más primitiva de nuestro cerebro (instintos), que es la parte que compartimos con todos los mamíferos. Las emociones son un sistema de guía para nuestro organismo, para indicarle que se aproxime o evite un estímulo del mundo. La felicidad no está relacionada con factores externos, sino con cosas como el compromiso y la vida con significado, con sentido, y estas son cosas que se pueden cambiar. Como señala el prestigioso investigador neurocientífico Antonio Damasio, cuando te invade una emoción, por ejemplo, el miedo, hay un estímulo que tiene el poder, la capacidad de desencadenar lo que es, en esencia, una reacción automática, y esta reacción empieza en el cerebro, pero luego pasa a reflejarse en el cuerpo, ya sea en el cuerpo real o en nuestra simulación interna del cuerpo. Y entonces, tenemos la posibilidad de tramar, proyectar, esa reacción concreta según la percibimos con varias ideas que se relacionan con esas reacciones y con el objeto de que ha causado la reacción. Cuando percibimos todo eso es cuando tenemos un sentimiento. Es decir, un sentimiento es una emoción consciente. Sentir es percibir todo el proceso, un estímulo externo tiene un impacto en nuestra mente, se refleja en nuestro organismo (cuerpo) y luego viene un sentimiento de tranquilidad porque detectamos que estamos rindiendo en esta dimensión de manera sustentable. El estímulo puede ser la misma técnica o cognición que estoy desarrollando en un determinado rol, y, dependiendo de la efectividad de todo ese proceso de emoción (reacción automática), cuerpo y mente, se verá reflejado en el rendimiento.
4. Estilo de vida: los hábitos saludables influyen de manera determinante en todo el proceso que explicábamos en el punto anterior. Llevar una alimentación y descanso saludable serán claves para nuestro cuerpo y emociones. El proceso de sueño adecuado es un descanso de no menos siete horas, que afecta nuestro nivel de ansiedad, autoestima y confianza; y por lo tanto, influye en nuestra técnica y competencias comunicacionales. La comunicación tiene implicancias metodológicas, pero, fundamentalmente, es una emoción, dado que tiene que ver con la interpretación, registro y reconocimiento de nuestro propio estado y los de los demás. La actividad física es clave para nuestro cerebro, corazón (cuerpo); además, genera neurotransmisores como la endorfina, dopamina que nos dan un estado de bienestar emocional y felicidad que nos permiten rendir mejor.
REFLEXIÓN
Si bien hemos desintegrado los conceptos y dimensiones del rendimiento sustentable para lograr una mayor comprensión, deberíamos verlo como un todo, dado que existe una fuerte interrelación entre ellos. Todas estas dimensiones son las causas que explican los buenos o malos rendimientos que tenemos en el rol que desempeñamos. Este modelo es aplicable a cualquier ámbito de la vida, personal, profesional o laboral; solo cambian los asuntos técnicos y conocimientos para cada rol.
Actividad de transferencia
1. Calificate, del 1 al 10, en las cuatro dimensiones del rendimiento para tu rol de líder, donde 1 es insatisfactorio y 10 es altamente satisfactorio.
Aclaración: para hacer la actividad, releé los conceptos mencionados.
Puntaje
a. Conocimientos técnicos:
b. Competencias de liderazgo:
c. Relación entre cuerpo, cerebro y mente:
d. Estilo de vida:
Justificá:
Liderazgo:
¿principalmente por necesidad o amor?
Cuando participamos en un espacio de aprendizaje como consultores con nuestros clientes, independientemente del tipo de organización (empresa, institución deportiva o educativa) y nivel jerárquico que sea, nos interesa conocer qué moviliza a la gente, para qué hace lo que hace y sus motivaciones. En función de esto, hay dos preguntas que nos ubican frente a la realidad que vamos a trabajar:
a. ¿Quiénes de los que trabajan lo hacen principalmente por necesidad?
b. ¿Quiénes, principalmente, aman lo que están haciendo?
Estos interrogantes persiguen el objetivo de identificar dos grupos extremos, los que trabajan especialmente por necesidad y los que aman lo que hacen. Al identificar los dos extremos, por diferencia, encontramos el grupo del medio, es decir, aquellos que tienen una combinación de ambas situaciones o algunas indeterminaciones.
Principalmente por necesidad
Cuando hablamos de hacer o trabajar casi exclusivamente por necesidad, nos referimos a aquellas personas que en sus elecciones predomina especialmente la supervivencia humana. Es decir, según la teoría de las necesidades humanas de Abraham Maslow, cubrir las necesidades de orden fisiológico y de seguridad. Dicho de otra manera, es poder ganar un salario que garantice alimentación,