propuesto por las Naciones Unidas y la Organización para la Unidad Africana, Etiopía aprovechó su ventaja y ocupó, a su vez, las regiones del sur de Eritrea. El 12 de diciembre de 2000, se llegó a un acuerdo de paz en Argelia y se estableció una zona desmilitarizada entre ambos países controlada por las Naciones Unidas.
Con unas 120 000 víctimas y decenas de miles de desplazados, Etiopía (al igual que Eritrea) salió del conflicto muy debilitada y desacreditada para muchos mecenas internacionales y potenciales inversores. En abril de 2002, una comisión internacional emitió un fallo, en principio irrevocable, sobre la delimitación de fronteras, cuya demarcación física debía comenzar en octubre de 2003. Pero para Etiopía perder la ciudad de Badme a favor de su enemigo sigue siendo inaceptable y, por lo tanto, el problema parece no tener solución.
Una situación geopolítica regional conflictiva
demás de con Eritrea, Etiopía mantiene relaciones más o menos tensas con casi todos sus vecinos. Tanto Kenia como Somalia están acusadas de albergar campamentos de combatientes independentistas. La situación de guerra en Sudán durante las dos últimas décadas ha provocado la afluencia masiva de refugiados a la provincia de Gambela y esto ha provocado tensiones con las poblaciones locales. La independencia de Sudán del Sur permite esperar una solución al problema de los refugiados. Para Etiopía, las relaciones con Yibuti son vitales dada la importancia, a nivel comercial, del acceso al mar (y a los puertos) que representa este país. Por último, las condiciones de utilización de las aguas del Nilo son una fuente de desacuerdo con Egipto y Sudán: una grave crisis diplomática sacude actualmente el país debido a la construcción de la faraónica presa del Renacimiento en el Nilo Azul. En Somalia, tras retirarse del conflicto en 2007, Etiopía envió un cuerpo militar al país somalí en 2011 para luchar contra los extremistas islamistas de Al Shabab. Tras pacificar el sur del país, Etiopía comenzó a evacuar la región en 2013 y espera retirarse rápidamente de todo el país dejando que los AMISOM, tropas de las Naciones Unidas, tomen posiciones.
Renovación económica etíope
La situación política interna se tensó después de las elecciones de 2010, que devolvieron al poder al partido tigraya. Meles Zenawi, en el cargo desde 1991, se encontró con un escenario bastante agitado. De hecho, a pesar de la relativa calma en la que se desarrollaron estas elecciones parlamentarias, la oposición cuestionó la aplastante victoria del partido FDRPE (con más del 90 % de los votos).
La muerte de Meles Zenawi en agosto de 2012 sorprendió a muchos etíopes y surgió la amenaza de una gran crisis de sucesión. Pero por primera vez desde 1930, con el ascenso al trono del emperador Haile Selassie, se produjo una transición ordenada al frente del país con la llegada al poder del vicepresidente Hailemariam Desalegn, un hombre nuevo, investido en septiembre de 2012. Las rivalidades dentro de la coalición se estabilizaron, sobre todo con la llegada del nuevo presidente: Mulatu Teshome. La oposición, por su parte, continúa con su lucha interna. El despegue económico del país ha centrado la atención en el desarrollo urbano, la apertura del país al turismo y, sobre
todo, el auge de la industria textil. Recientemente, muchos gigantes de esta industria, previamente ubicados en China, han hecho las maletas y se han trasladado a Etiopía, donde la mano de obra es más barata y está mejor formada. Otro nuevo El Dorado es el mercado de flores cortadas. Actualmente Etiopía es el segundo país exportador de flores del mundo, después de Kenia.
Aunque Etiopía se mantuvo notablemente estable, el año 2016 estuvo marcado por las rebeliones oromo, reprimidas con sangre, especialmente cuando se masacró a cerca de 50 estudiantes en Ambo. Amnistía Internacional informó de casi 500 muertes en un año y de miles de presos políticos. La tensión disminuyó en 2017, y hay conversaciones en curso, pero el país no está a salvo de nuevos trastornos políticos.
Tras la renuncia del presidente Mulatu Teshome, Etiopía eligió por unanimidad a la primera mujer presidenta del continente africano, Sahle-Work Zewde, en octubre de 2018. Su primer ministro, Abiy Ahmed, fue galardonado en 2019 con el Nobel de la Paz por impulsar el fin del conflicto con Eritrea.
A pesar de las luchas étnicas y los problemas habituales, Etiopía es una país seguro donde los visitantes no deben preocuparse por nada.
Meles Zenawi
Nacido en Awda en 1955, falleció en Bruselas en 2012. El ex primer ministro etíope se fogueó en la política en la lucha contra el régimen del Derg. Tras haber estudiado medicina durante un año en la Universidad de Adís Abeba, el joven decidió unirse a la parte norte de Tigray e integrarse en las filas del Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT). Destacó en el movimiento por su carisma, que le valió el reconocimiento como líder indiscutible de las fuerzas de liberación de la coalición cuando la capital fue tomada en 1991.
Nombrado jefe del gobierno provisional y reafirmado su cargo en las primeras elecciones libres de 1995, fue reelegido para un segundo mandato en 2000 y de nuevo en 2005 y 2010. Tras dirigir Etiopía con mano de hierro durante casi dos décadas, murió en Bélgica tras ser hospitalizado de emergencia. El ascenso de Zenawi al poder marcó el predominio del poder tigraya sobre las demás instituciones del país. Desde su muerte, en el país se ha establecido un verdadero culto a su herencia política y sus grandes reformas económicas.
Política y economía
Las Regiones
Política
Forma de gobierno
El régimen dictatorial de inspiración estalinista del coronel Mengistu, establecido en 1975, terminó el 28 de mayo de 1991.La Constitución de la República Federal y Democrática de Etiopía, ratificada en diciembre de 1994 y que entró en vigor el 22 de agosto de 1995, estableció un Estado federal parlamentario bicameral.