Santo o bestia (1662)
La vida divina (1664)
Indicaciones para los cristianos débiles y trastornados (1669)
La vida de fe (1670)
Y el manual de la familia que se había planeado para terminar la serie había aumentado para 1673, su fecha de publicación a (le doy el título completo):
Un directorio cristiano
O
Un sumario de teología práctica y casos de conciencia.
Dirigir a los cristianos a cómo usar su conocimiento y fe; cómo mejorar
todas las ayudas y los medios y llevar a cabo todas las obligaciones; cómo
superar las tentaciones y escapar o avergonzar todo pecado.
En cuatro partes.
I. Ética cristiana (u obligaciones privadas)
II. Economía cristiana (u obligaciones familiares)
III. Eclesiásticas cristianas (u obligaciones de la iglesia)
IV. Política cristiana (u obligaciones hacia nuestros gobernantes y vecinos).
(Recordemos que en esos días, antes de las fundas para libros, lo que fuera que los escritores querían que los curiosos de librería supieran sobre el contenido de su libro tenía que estar incluido en la página del título). Por su alcance, tamaño y cobertura analítica, esta obra escrita por Baxter era única en su época, no digamos de la nuestra; tiene más de un millón de palabras. Durante los años de su expulsión, Baxter también publicó dos folios de teología sistemática, uno de ellos en latín, y muchos escritos pequeños sobre preguntas eclesiásticas. Su pluma nunca descansaba.
En 1662, se casó con Margaret Charlton, una dama joven y sin posesiones, brillante y muy nerviosa, quien después de que su casa fuera destruida en la Guerra Civil vino a resguardarse bajo el ministerio de Baxter. Ella era veintiún años más joven que Baxter, apenas más de la mitad de la edad de él, y ambos eran personas difíciles según los estándares ordinarios, pero fue un matrimonio por amor y eran felices, algo digno de ejemplo, tal como parece a juzgar por el abreviado conmovedor (un relato breve) de la vida de Margaret que Baxter escribió a pocas semanas de su muerte en 1681.2 Su vida juntos fue tanto en Londres como en sus alrededores, donde Baxter siguió viviendo hasta su propia muerte diez años después.
Fue William Haller quien, en 1938, caracterizó primero a los pastores puritanos como médicos del alma.3 La frase encaja, particularmente en el caso de Baxter. Cuando empezó su ministerio en Kidderminster, el pueblo no tenía doctor, y él se desempeñó como uno hasta que pudo reclutar a un hombre calificado para mudarse allí. Evidentemente, él había ganado una buena cantidad de conocimiento médico al vivir con sus propias debilidades, y su sentido de responsabilidad habría coincidido con lo que escribió en el Directorio sobre “El deber de los médicos”.4 Sin embargo, él siempre insistiría que su trabajo como pastor le requería decirle continuamente a su gente que su primer deber, al igual que el de él, era cuidar su alma, centrar su vida en Dios y las realidades de la eternidad, buscar la plenitud de la conversión y apuntar a un discipulado acucioso de Cristo según las Escrituras. El rol que Dios le dio al pastor, como guía en esto, debería ser visto en dos partes: como maestro y mentor en la verdad revelada a través de la instrucción bíblica y la catequización sistemática, como experto en salud espiritual, capaz de diagnosticar y prescribir para el bienestar espiritual según surja la necesitad. Por desorden espiritual, los puritanos querían decir cualquier condición que el pecado en cualquiera de sus formas estaba formando, mientras ellos igualaban la salud espiritual al mor, el servicio, la comunión con Cristo, y un andar con Dios; en una palabra, santidad. Puede decirse justamente de su ministerio, de principio a fin, que Baxter estaba expresando, de una u otra manera, este sentido de vocación ministerial, mucho de lo cual él verbalizó muy claramente para sí mismo y sus colegas en su clásico publicado en 1655: El pastor reformado.
El plan de acción de Baxter para el discipulado
Una revisión más completa de la primera mitad de Un directorio cristiano se hace necesaria. El don de Baxter para el análisis temático le sirve mucho al ir a través de todo lo que ve involucrado en la conducta apropiada de la vida espiritual de uno. Esta reseña tiene la calidad y la autoridad de una obra maestra; es fundamental y constituye el marco dentro del cual la depresión espiritual debe ser percibida y tratada.
Seguidamente al material evangelístico y catequético con el que abre el Directorio (pues Baxter está claramente pensando en todo el trabajo sobre el modelo de un curso de catecismo), Baxter establece diecisiete “Indicaciones mayores” para una “Vida de fe y santidad: conteniendo los esenciales de la devoción y el cristianismo”.5
Así es como se ve el listado abreviado:
1.Entender la naturaleza, el fundamento, la razón y el orden de la fe y la devoción.
2.Cómo vivir por fe en Cristo.
3.Cómo creer en el Espíritu Santo y vivir por su gracia.
4.Para un conocimiento de Dios verdadero, ordenado y práctico.
5.De autoresignación ante Dios como nuestro dueño.
6.De la sujeción a Dios como nuestro rey soberano.
7.Aprender de Cristo como nuestro maestro. La imitación de Cristo.
8.Obedecer a Cristo nuestro médico o Salvador en su obra reparadora y sanadora.
9.De la guerra del cristiano bajo Cristo.
10.Cómo trabajar como siervos de Cristo nuestro Señor.
11.Amar a Dios como nuestro Padre y felicidad y fin.
12.Confiar absolutamente en Dios, con alma y cuerpo, y todo.
13.Que el temperamento de nuestra religión sea un deleite en Dios y la santidad.
14.Del agradecimiento a Dios, nuestro gran benefactor.
15.Para glorificar a Dios.
16.Para una conciencia celestial.
17.Para negarse a uno mismo.
Después de estas “instrucciones mayores” generales, vienen las instrucciones específicas para contrarrestar “los grandes pecados más directamente opuestos a la devoción”:6 incredulidad, dureza de corazón, hipocresía, complacencia del hombre y sensualidad, más guía para gobernar los pensamientos y la lengua de uno, las pasiones y los sentidos de uno y para practicar algunas otras formas de autocontrol. La obra se redondea con la discusión detallada de servir a Dios en el hogar y en la iglesia.
La relevancia de este material para nosotros es que muestra la calidad de vida a la que Baxter, al igual que otros puritanos, buscaba guiar a quienes pastoreaba, personas en depresión junto con el resto. La cultura actual ve a los depresivos como sanados cuando ellos pueden, una vez más, funcionar bien en la sociedad; sin embargo, los puritanos veían a todos los seres humanos como enfermos por el pecado y sin buena salud interna hasta que ellos aprendieran a conocer a Cristo y a vivir en la manera antes delineada. Los puritanos aconsejaban sobre la depresión y sobre la salvación; por lo tanto, las unían en una sola. (Un buen ejemplo de esto es El método correcto para una paz de conciencia establecida y el consuelo espiritual, de Baxter, anotado anteriormente).
Tres perspectivas básicas impregnan todos los escritos prácticos de Baxter, cada una es una guía hacia el bienestar espiritual como él lo entendía.
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