preocuparnos por mejorar cada aspecto de la sociedad. Sin embargo, gané una nueva esperanza acerca del rol fundamental que puede tener la Iglesia en el proceso, y cambié mi enfoque acerca de cómo lograr estos cambios.
En su libro, Haven of the Masses [El Refugio de las Masas] Christian Lalive D’Epinay analiza el Pentecostalismo en Chile. Sugiere que los evangélicos en Chile han usado a la iglesia como un refugio del mundo, y que no se involucran en los acontecimientos sociales. En lugar de luchar para cambiar la sociedad del país, forman una subcultura en su iglesia, donde se sienten más seguros.4
No podemos negar que hay muchos evangélicos que se refugian en sus iglesias locales, evitando el contacto con el mundo. Pero creo que la crítica era exagerada, y creo que los Pentecostales y otros evangélicos en Chile han cambiado bastante desde el año 1969, cuando d’Epinay publicó su libro. Hacen mucho para ayudar a los necesitados, incluyendo comedores para los pobres y programas para drogadictos, alcohólicos, ancianos, y personas con discapacidades físicas. Cuando el congreso de Chile discutió un posible cambio en los derechos legales para los evangélicos, muchos políticos contaron testimonios de personas que habían recibido ayuda de los evangélicos y que habían sido transformadas. Al final, decidieron darles nuevos privilegios en el año 1999. La Iglesia en Chile no ha sido tan débil e impotente, después de todo. Lo mismo se puede decir en otros países.
La Iglesia es un instrumento político.
En el otro extremo, algunos ven a la Iglesia como un instrumento poderoso que transforma la sociedad a través de su influencia política. Desde Constantino (Edicto de Milán en 313), el cristianismo tuvo un papel de mucha influencia en Europa. En algunas épocas, la Iglesia trató de dominar el Estado. Esto se refleja en el momento en que el Papa León III coronó a Carlomagno en 800, simbolizando la autoridad superior de la Iglesia.
Durante dos milenios, han sucedido muchos cambios en la relación entre la Iglesia y el Estado. Los reformadores empezaron a darse cuenta de la necesidad de separar las esferas de autoridad de alguna manera, pero el cambio fue gradual. Juan Calvino propuso que el Estado gobernara la “justicia civil” y “las costumbres y la conducta exteriores”, mientras la Iglesia supervisara las cosas del “hombre interior”.5 Pero las iglesias reformadas no hicieron una separación clara entre las tareas de la Iglesia y el Estado hasta dos siglos después de Calvino.6
Cuando se colonizaban los nuevos países en las Américas, la libertad de religión era un tema esencial. Los países con mayor población protestante fueron los primeros en establecer la separación clara entre Iglesia y Estado. Los primeros líderes en los Estados Unidos destacaron la “pared de separación” (Thomas Jefferson) entre la religión y el gobierno. La primera enmienda de la constitución prohíbe el establecimiento de una religión oficial y garantiza la libertad de religión.7
Los países de América Latina demoraron más tiempo en “desestablecer” la religión oficial, que era el catolicismo (Guatemala, 1871, México, 1874, Cuba 1902, Panamá, 1904, Uruguay, 1919, Chile, 1925, Paraguay, 1992). En Costa Rica, aunque la constitución del año 1949 garantiza libertad de religión, todavía establece que el catolicismo es la religión oficial. En países como Argentina, la República Dominicana, El Salvador, Honduras, y Perú, el catolicismo tiene un reconocimiento especial en la constitución, pero no es una religión estatal.8
En los años recientes, tenemos renovadas tendencias de ver la Iglesia como instrumento de transformación política. Por un lado, algunos representantes de la teología de liberación han pretendido usar la Iglesia para promover su movimiento revolucionario. Por otro lado, algunos evangélicos promueven su agenda política también. Creo que es peligroso cuando las iglesias evangélicas se identifican demasiado con candidatos o partidos políticos. La historia demuestra que esos candidatos o esos partidos pueden manifestar serios problemas más adelante, y es difícil cambiar la imagen de haberse identificado con ellos. Además, he observado que, cuando es muy obvia la inclinación política de una iglesia, tiende a espantar a las personas nuevas que no comparten ese enfoque, y perdemos la oportunidad de evangelizarlas. Creo que hay otras formas de tener influencia en el mundo, sin hacer de la Iglesia un instrumento político.
La iglesia existe para mi propia felicidad personal.
Conozco iglesias donde las reuniones de jóvenes se han convertido en meras actividades sociales. Una vez, algunos jóvenes asistieron una reunión en que vieron una película secular y comieron pizza, y nada más. Comentaron después, “Si vamos a hacer eso, ¡sería mejor quedarnos en la casa!” Si la iglesia no ofrece nada espiritual, ¿cuál es el aporte distinto que ofrece? Creo que a veces subestimamos el deseo de los jóvenes de aprender y estudiar seriamente. Quieren ser respetados y tratados como personas maduras. Por supuesto esto no significa dejar al lado actividades sociales que son sanas y apropiadas.
El movimiento del “evangelio de la prosperidad” promueve iglesias ego-céntricas y materialistas. Algunos van a la iglesia, buscando resolver sus problemas económicos y materiales. Es verdad que tenemos promesas bíblicas de que algún día, no nos faltará nada, no tendremos enfermedades, y no habrá lágrimas (Apocalipsis 21:1-4). Sin embargo, esto no será hasta que Cristo regrese para establecer la forma eterna de Su Reino. Tal como los judíos no habían entendido que el Mesías vendría en distintas etapas, algunos cristianos de hoy también están confundidos, pensando que TODOS los beneficios del Reino de Dios se experimentan AHORA. Sin embargo, una lectura más cuidadosa de la Biblia nos enseña que algunas promesas se han cumplido YA (por ejemplo, somos perdonados y justificados), otras están EN PROCESO (estamos siendo santificados), y otras TODAVÍA NO se cumplen (no tenemos una nueva tierra, cuerpos renovados, o total liberación de los efectos físicos y espirituales de la Caída).
Lea Romanos 8:14-30
Anote algunos beneficios de la salvación que YA tenemos cuando creemos en Cristo. (Fíjese en los verbos en tiempo presente, y en frases como “hemos recibido”.)
Anote algunos beneficios que TODAVÍA NO experimentamos hasta que Cristo vuelva. (Fíjese en los verbos en tiempo futuro, y en frases como “estar de parto” y estar “esperando” algo.)
Anote algunos beneficios que están EN PROCESO. (Vea especialmente el versículo 14 y los versículos 26-30.)
La Iglesia no existe principalmente para nuestra felicidad, sino para la gloria de Dios. Cuando Israel salió de Egipto, después de cruzar el Mar Rojo, lo primero que hicieron fue cantar alabanzas al Señor (Éxodo 15). De la misma manera, la Iglesia es el pueblo de Dios redimido, y su prioridad es reunirse para alabarle.
Lea 1 Corintios 10:31.
¿Cuál debería ser el motivo principal para todo lo que hacemos?
PREGUNTAS DE REPASO 1. Nombre y explique los conceptos equivocados de la Iglesia mencionados en este capítulo. 2. Explique por qué son erróneos estos conceptos. |
PARA REFLEXIÓN 1. ¿Qué opina de las perspectivas distorsionadas de la iglesia mencionadas? 2. ¿Puede pensar en otros conceptos distorsionados de la Iglesia? ¿Cuáles? |
b. El enfoque bíblico
Veamos lo que dice la Biblia acerca de la identidad de la Iglesia.
¿Qué aprendemos acerca de la identidad de la Iglesia en los siguientes pasajes? ¿Cuáles son las figuras que se usan?
Efesios 1:22-231 Corintios 3.9 1 Corintios 3:16 1 Pedro 2:51 Pedro 2:9Juan 15:5
Pedro Arana dice, “... Hemos de considerar a la Iglesia desde una perspectiva trinitaria, esto es como pueblo de Dios, cuerpo de Cristo, y comunidad del Espíritu Santo”.9
Términos en griego y hebreo
En el Nuevo Testamento en griego, una de las palabras más frecuentemente usadas para el concepto de “iglesia” es ἐκκλησία (ekklesía). La palabra “eclesiástico” también viene de estas mismas raíces. Significa asamblea,