Richard B. Ramsay

Orientación para Líderes


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para ver de qué se trataba. Cuando preguntó al primero, “Señor, ¿me puede decir qué está haciendo?”, el obrero contestó, “estoy colocando estos ladrillos”. Al acercarse al segundo para preguntar lo mismo, él dijo, “Estoy haciendo un muro”. Al final, cuando preguntó al tercero, respondió con mucho orgullo, “¡Yo estoy construyendo una catedral!”17

      ¿Cuál es su actitud? ¿Piensa solamente en su ministerio personal (colocando ladrillos)? ¿Piensa solamente en su iglesia local (construyendo un muro)? ¿O piensa en el lugar de su ministerio dentro del gran proyecto divino, que es el Reino de Dios (la catedral)?

      Lea Mateo 4:23.

      ¿Cómo se resume la predicación de Jesús?

      Nuestra visión general es establecer el Reino de Dios. Este tema describe lo que Dios está haciendo a través de toda la Biblia. Al estudiar el significado del Reino de Dios, veremos la meta final. Después, veremos cómo aplicar esto a la situación de su iglesia local.

      2.1. El Reino de Dios

      ¿Qué es el Reino de Dios? Piense en un reino político de hoy. ¿Qué incluye? Incluye un terreno, la gente, gobernadores, y leyes para guiarles. De una manera similar, el Reino de Dios es un pueblo, un lugar, un gobernador soberano, que es Dios, y un pacto para guiarles. El Reino de Dios involucra toda la sociedad, cada aspecto de la vida. El Reino de Dios es todo lo que sucede donde Dios está reinando. Existe dónde y cuándo se hace Su voluntad.

      Hay una tendencia individualista en nuestra sociedad hoy, y ha tenido mucha influencia en nuestras iglesias. Por ejemplo, tendemos a hablar de la salvación en términos de cómo afecta a cada uno personalmente. Pero en la Biblia, Dios tiene una relación con Su pueblo como un cuerpo. El Reino de Dios es una comunidad.

      Otra tendencia es la de separar lo secular y lo espiritual, dejando algunos aspectos de la vida como si fueran “neutrales”. Recuerdo que hablé con una señorita que trabajaba en la oficina de una municipalidad en Santiago de Chile. Le pregunté qué hacía. Me dijo que pasaba el día escribiendo cartas e informes. Le dije, “¿Cómo glorificas a Dios en tu trabajo?” Ella contestó, “Bueno, trato de hablar con mis compañeras acerca de mi fe, y trato de ser amable con ellas”. Yo seguí, “Eso es bueno, pero, en tu trabajo mismo, cuando estás escribiendo los informes, ¿cómo glorifica eso a Dios?” No sabía qué decir. Después, le pregunté qué hacía la municipalidad. Me explicó que construían casas para los pobres y ayudaban a resolver problemas en general. Le pregunté si sus informes eran parte del proceso de ayudar a los necesitados, y dijo que sí. “¿No ves?”, dije, “aun cuando estás escribiendo informes tediosos, estás glorificando a Dios, porque esos informes al final son importantes para poder ayudar a mucha gente”. No lo había pensado, pero me dio la razón. Creo que cada uno debería tomar el tiempo de analizar cómo su trabajo glorifica a Dios. Deberíamos siempre mantener en mente el cuadro grande. Aunque el trabajo parece “secular”, porque no es una actividad de la Iglesia, en realidad es parte del Reino de Dios.

PREGUNTAS DE REPASO 1. ¿Qué es una “declaración de visión”? 2. ¿Cuál es la visión general de la Iglesia? 3. ¿Qué es el Reino de Dios? 4. ¿Cuáles son las dos tendencias equivocadas que se corrigen con un concepto bíblico del Reino de Dios?
PARA REFLEXIÓN 1. ¿Cómo ve su ministerio o su trabajo (aunque sea un trabajo “secular”) relacionado con el Reino de Dios? 2. ¿Le afecta cómo se siente acerca de su ministerio o trabajo verlo como el establecimiento del Reino de Dios? ¿Cómo le afecta?

      2.2. El Mandato Cultural y la Gran Comisión

      Estos dos temas grandes nos dan una base teológica para captar una visión para nuestro ministerio.

      a. El Mandato Cultural

      Antes de la Caída, Dios le dio una gran tarea al hombre:

      Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Génesis 1:28

      Dios puso a Adán en el huerto para cuidarlo. Le trajo todos los animales para que les diera nombres. Todo esto indica que Dios lo dejó encargado de la tierra para administrarla.

      Salmo 8 dice: Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies (v. 5 y 6).

      Administrar la Creación involucra mucho más que cuidar las plantas. Para “sojuzgarla”, el hombre tiene que organizar todo y crear las estructuras sociales necesarias. Tiene que mantener orden mientras la población se multiplica. Sin el pecado, el hombre habría desarrollado una sociedad compleja y ordenada, con una cultura sana, y con organizaciones sociales que funcionaran bien. Génesis 1:28 ha sido llamado “el mandato cultural”, porque en ese momento Dios manda al hombre a desarrollar la cultura de acuerdo con Su voluntad.18 También podríamos decir que esto fue un mandato de establecer el Reino de Dios.

      Lamentablemente, debido al pecado y la Caída, el hombre ya no pudo cumplir el Mandato Cultural, ya no pudo establecer el Reino de Dios, sin una obra sobrenatural de redención. El tema central de la Biblia es la salvación en Cristo, pero también se puede expresar en términos de establecer el Reino de Dios.

      b. La Gran Comisión

      En ese sentido, la Gran Comisión llega a ser la forma actual de cumplir el Mandato Cultural, la forma de establecer el Reino de Dios.

      Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Mateo 28.18-20

      La salvación incluye todos los aspectos de la vida. Todo lo que fue destruido en la Caída será restaurado. Cada dimensión de conflicto será sanada: entre el hombre y Dios, entre el hombre y su prójimo, entre el hombre y la naturaleza, y entre el hombre y su propio corazón.

      Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. Colosenses 1:19-20

      Cuando una persona cree el evangelio y confía en Jesús para su salvación, toda su vida es transformada. Entonces puede participar en la transformación de toda la sociedad.

      Es como si un artista hubiera sido comisionado para pintar algo lindo (el Mandato Cultural), pero después se pone ciego (la Caída). Él necesita ser sanado y recuperar la vista primero (salvación a través de la Gran Comisión). ¡Pero cuando recupera la vista, comenzará a pintar de nuevo! No es que simplemente se quede sentado, dando gracias por el milagro de la sanidad.

      Jesús nos enseñó a orar, “Santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:9-10). El Reino de Dios incluye el crecimiento de la Iglesia a través de la evangelización, y también incluye la transformación del mundo.

PREGUNTAS DE REPASO 1. ¿Qué es el “Mandato Cultural”? 2. ¿Qué es la “Gran Comisión”?
PARA REFLEXIÓN 1. En su propia vida, ¿en qué maneras específicas puede cooperar en cumplir la Gran Comisión y el Mandato Cultural? 2. ¿Cómo puede su iglesia cooperar en cumplir la Gran Comisión y el Mandato Cultural?

      2.3. El Reino de Dios en el Antiguo Testamento

      Lea Génesis 17:4-8.

       ¿Cuáles son las promesas del pacto que Dios hizo a Abraham?

      Hagamos