influencia en la Cólquida-Egrisi (Georgia occidental). Esta última había estado durante siglos bajo los dominios de Ponto (reino helénico de Asia Menor), Roma y posteriormente de Bizancio; de paso aprovecharía el legado de la gran cultura helena. Como contraste, el embrión del estado de la Georgia oriental, la Kartli-Iberia, iba a resultar duradero. El desarrollo de las rutas comerciales generó una sólida prosperidad económica.
En los primeros siglos de nuestra era, el poder persa iba a recuperarse bajo la dinastía de los Sasánidas. En Kartli-Iberia se pusieron en marcha las futuras estructuras medievales de la sociedad georgiana, a caballo entre Persia y Roma, entre dos áreas culturales —los patrones sociales y religiosos autóctonos se aproximan sin duda al modelo persa—.
Los romanos debieron ser expulsados de la Cólquida-Ergisi en el 456. Antes de que Kartli sufra de lleno el látigo de las invasiones persas, un fenómeno nuevo debía cambiar la historia del país.
El mito del Toisón de oro
Éranse una vez el hermano y la hermana Friso y Hele. Tuvieron que huir de Grecia porque su madrastra Ino quería sacrificarlos. Ayudados por Zeus, quien les proporcionó un carnero alado con un vellocino de oro, se dirigieron a Cólquida. En el camino, Hele se cayó al mar y se ahogó, dando su nombre a «Helesponto» (mar Negro para los griegos y actual estrecho de los Dardanelos). Al llegar a Cólquida, el rey Eetes acogió a Friso. Para darle las gracias por su hospitalidad, Friso sacrificó el carnero como ofrenda a Zeus y entregó el vellocino al soberano. El vellocino fue puesto en el templo de Ares bajo la custodia de un dragón.
Más tarde, en Grecia. Jasón es el hijo del rey de Yolcos. Su tío Pelias desposeyó a su padre del trono pero el oráculo advirtió a Pelias que sería, a su vez, destronado… Jasón viene a reclamarle el trono. Pelias se lo promete pero sólo si va a Cólquida y le entrega el famoso vellocino de oro… Jasón acepta. Embarca junto a 50 jóvenes héroes a bordo del barco Argo. Cuando llega a Cólquida, Eetes le promete el vellocino de oro pero solo si cumple con una serie de desafíos: labrar una tierra árida con dos toros con cabeza y pezuñas de cobre que escupen fuego y sembrar los surcos con los dientes del dragón. Pero Eetes no le dijo que al sembrar la tierra saldrían guerreros del suelo y atacarían a Jasón. Prueba difícil pero Jasón puede contar con la ayuda de Medea, la hija del rey, que se ha enamorado de él… Maga, prepara un bálsamo mágico que lo protege contra las quemaduras de los toros. Luego duerme al dragón... que es derrotado por Jasón. Medea y Jasón huyen a Grecia con el vellocino, sin respetar el pacto con Eetes. Este, furioso, envía a su hijo tras Jasón, quien lo asesina. Llegados a Yolcos, los amantes fugitivos tienen problemas con Pelias y su hijo, y deben volver a huir de Corinto. Durante 10 años llevan una vida feliz. Tienen hijos. Pero un día Jasón abandona a Medea y se casa con la hija del rey de Creonte… Como venganza, Medea mata a su rival y a sus propios hijos. Jason se suicidará de dolor. Es divertido constatar que en la versión georgiana, Medea es una buena madre: no abandona a sus hijos, son los corintios los que hacen correr este rumor para desacreditarla. ¿El origen del mito de un vellocino de oro tendría que ver con el hecho de que los excavadores de oro de las laderas sur del Gran Cáucaso colocaban vellones de cordero en los ríos para recuperar el oro?
Siglos IV a VI: la cristiandad
En 337, el rey de Kartli-Iberia, Mirian III, bajo la influencia de su mujer, a su vez influenciada por Santa Nino, decidió convertirse al cristianismo así como toda su familia. El cristianismo estaba en plena expansión en el Imperio Romano. Durante décadas, los predicadores de Siria y Palestina habían propagado la fe en todo Oriente Próximo. Santa Nino, probablemente originaria de Capadocia, parecía haber venido de Constantinopla para predicar en la pagana Mezkhetia. El rey de Armenia había sido, 30 años antes (según la crónica en 301), el primer monarca que hizo del cristianismo la religión de Estado. Por lo tanto, Iberia es el segundo Estado que adopta esta religión. Más allá de la dimensión espiritual, esta elección es política: al convertirse en cristiano, Mirian III se liberó del poderoso clero pagano, dio legitimidad religiosa a su reino y aseguró el apoyo de la poderosa comunidad cristiana implantada en todas las ciudades del Imperio Romano, ganando así protección occidental contra Irán.
En el plano político, este período se caracteriza por una ascendencia de la aristocracia de tipo dinástico y por un debilitamiento del poder central: es el nacimiento de la feudalidad georgiana.
Siglos VII a X: de las invasiones árabes a los Bagrationi
Las primeras incursiones de los árabes musulmanes (642-643 y 680) alteraron el equilibrio político del Cáucaso y de todo Oriente. Los iraníes fueron derrotados y Tiflis fue tomada en el 645. El príncipe de Iberia reconoció el señorío del califa; Tiflis se convirtió en residencia del emir de Kartli hasta el siglo XI.
Los príncipes locales, socavados por su autonomía, llevaron a cabo frecuentes revueltas, en particular entre 681-682 en una coalición entre georgianos, armenios y albaneses (el reino cristiano de la actual Azerbaiyán). Bizancio, centro del mundo cristiano oriental, lideró, a partir de finales del siglo VII, incesantes operaciones de contraofensiva