(Censo general de población, edificación, comercio e industrias de la ciudad de Buenos Aires levantado en los días 17 de agosto, 15 y 30 de septiembre de 1887 bajo la administración de don Antonio Crespo, Buenos Aires, Compañía Sudamericana de Billetes de Banco, 1889, pp. 470 y 449). De acuerdo con Mazzeo (1993: 25), la tasa de mortalidad infantil descendió de 233 por 1.000 en la década de 1870 a 97 por 1.000 en el quinquenio 1900-1904.
3. En 1887 los menores entre 0 y 19 años representaban el 41% de la población; en 1895 el 42,8%; en 1904 llegan al 44,9% del total para descender al 38,7% en 1909 y volver al 41% en 1914.
4. Según el censo municipal de 1904, en la ciudad de Buenos Aires 334.714 personas tenía 14 años o menos, sobre un total de 950.891 individuos (Dirección General de Estadísticas y Censos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, http://www.buenosaires.gob.ar/areas/hacienda/sis_estadistico/banco_datos/buscador.php?offset=0&tema=8&subtema=0&ssubtema=0&titulo=&desde=&hasta=&distri=&fuente=&Submit=Buscar&cfilas=20).
5. Policía de la Capital, Memoria del año 1892, Buenos Aires, Imprenta y Encuadernación de la Policía de la Capital, 1893, p. 22.
6. Intendencia Municipal, Patronato y asistencia de la infancia en la capital de la República Argentina: trabajos de la Comisión Especial, Buenos Aires, El Censor, 1892, p. 164.
7. Santiago Estrada, “El conventillo” [1889], en Viajes y otras páginas literarias, Buenos Aires, Estrada, 1938, pp. 111-118.
8. Intendencia Municipal, Patronato y asistencia de la infancia…, p. viii.
9. El proyecto era explícito al respecto: “Las cuestiones que deben estudiarse son muchas, pues no puede tomarse aisladamente al niño, como una entidad desvinculada del medio y de la familia” (ibídem, p. 282).
10. El proyecto preveía la formación de un cuerpo de inspectores de salubridad compuesto por estudiantes de Medicina del cuarto a sexto año que serían nombrados por concurso y que actuarían bajo la supervisión de los médicos inspectores. Asimismo, se proyectaba el nombramiento de una “comisión de señoras” de cada parroquia que auxiliarían a estos últimos en sus tareas cotidianas.
11. Intendencia Municipal, Patronato y asistencia de la infancia…, p. 175.
12. Intendencia Municipal, Patronato y asistencia de la infancia…, p. 270.
13. En la ciudad de Buenos Aires los únicos establecimientos que tenían medidor de agua eran las casas de inquilinato y esto volvía más estricto el uso de las instalaciones del conventillo (no así las casas particulares ni comercios ni industrias). En mayo de 1905, La Protesta denunciaba que en un conventillo de la calle Sarandí el casero no permitía el uso del baño a las criaturas de 10 a 14 años “bajo el pretexto de un excesivo gasto de agua”. Ese mismo año, a instancias del diputado Alfredo Palacios, se derogó la medida (Spalding, 1970: 455).
14. Ciafardo (1992: 13) fundamenta esta afirmación basándose en los reglamentos reproducidos en Mafud (1976: 191 ss.). Sin embargo, en ningún momento esos reglamentos expresan cuestiones relativas a la permanencia infantil dentro del conventillo.
15. La Prensa, 8 de septiembre de 1901 (citada por Suriano, 1983: 43-47).
16. Ibídem. “Hay padre que necesita mudarse de casa llevando los hijos ocultos en un baúl, porque negó tenerlos al hacer el contrato”, satirizaba Eustaquio Pellicer en su “Sinfonía semanal”, “y sabemos de un matrimonio que por la misma circunstancia y para que no se le descubra la prole y le ordenen el desalojo la tiene encerrada en un palomar, adonde solo puede subirse por medio de una escalera de cuerda. No hay ya duda de que a los niños se les considera incompatibles con las propiedades urbanas” (Caras y Caretas, Nº 78, 31 de marzo de 1900).
17. “Los niños abandonados”, Revista Buenos Aires, año I, Nº 34, 1 de diciembre de 1895 (citada por Ciafardo, 1992: 14).
18. Alejandro Unsain, “De la escuela a la fábrica”, El Monitor de la Educación Común, año XXIX, Nº 447, 1910, p. 708.
19. La historiografía de los últimos años ha sido muy enfática respecto de la conformación dicotómica de la infancia en la Argentina, resultante de su interpelación en cuanto alumnos de una escuela que desde 1884 se pretendía universal, obligatoria y gratuita. El “niño alumno” habría pivoteado alrededor del circuito formado por la escuela y el hogar familiar, mientras que los niños refractarios a ese modelo (integrados tempranamente al mercado laboral formal o informal, desgajados del sistema educativo, reacios a su incorporación a la estructura económico-social) habrían sido interpelados en cuanto “menores”. Así, niños y menores designarían a cada uno de los polos en los que población infantil habría sido segmentada, conforme su ubicación respecto de la escuela como vehículo de la civilización moderna (Carli, 1992, 2002). A esta imagen primaria, Zapiola (2009b) le introdujo un matiz vinculado a los límites con que la obligatoriedad escolar habría operado en la ciudad de Buenos Aires. Así, propuso un modelo tripartito para explicar la variedad de las infancias urbanas porteñas. La tríada –compuesta por los “niños/hijos (alumnos)”, los “niños/hijos (alumnos)/trabajadores” y los “menores”– daba cuenta, en ese contexto, del salto existente entre el trazado ideal del sistema de instrucción pública y su constitución efectiva. Para la autora, ese hiato “no dependió únicamente de las limitaciones materiales con las que se enfrentaron las autoridades escolares, o de las decisiones de los padres con respecto a la asistencia de sus hijos a la escuela, sino que estuvo enraizada en un elemento más profundo, del orden de las representaciones, que desde muy temprano funcionó como un impedimento para la realización de la proclamada vocación educativa universal de las elites argentinas” (4).
20. “Noticias: el trabajo de los niños”, El Monitor de la Educación Común, año XVI, Nº 275, 1896, p. 716.
21. Más allá de la imposibilidad de cuantificar el trabajo infantil en el servicio doméstico, es importante tener presente que el trabajo de Pagani y Alcaraz (1991) sobre los avisos laborales del diario La Nación para el período 1900-1945 encontró muchos más pedidos de oferta y de demanda de menores para este sector que para las áreas industrial y comercial.
22. “Reglamentación del trabajo de la mujer y el niño: conferencia de la señora de Coni”, La Vanguardia, Nº 88, 10 de septiembre de 1903.
23. Si bien el trabajo no libre o tutelado de los niños en instituciones públicas y particulares es un problema poco explorado –excepción hecha