Fuente: elaboración propia.
Conclusiones esperadas
La NEI ha permitido abordar el tema de la deficiente prestación del servicio de energía eléctrica en las ZNI, lo que limita el desarrollo económico y social de la población; por lo tanto, es necesaria la innovación social a través del diseño de una herramienta que permita analizar el impacto de las reglas de juego que determinan la distribución del servicio de energía y una mayor cobertura.
Bibliografía
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Ruiz Gutiérrez, C. E., Tiuso, G. L. M. y Soto García, D. F. (2013). Pertinencia y relevancia de la línea de investigación Equidad y Desarrollo: la innovación social y su relación con el desempeño económico y social desde el institucionalismo económico. Equidad & Desarrollo, (20), 187-209.
Sen, A. (1999). Desarrollo como libertad. Oxford: Oxford University Press.
Stiglitz, J. (2012). The price of inequality. New York: W. W. Norton & Company, Inc.
Universidad de La Salle. (2013). Líneas institucionales de investigación. Bogotá: Autor.
Universidad de La Salle. (s. f.). Proyecto Educativo Universitario Lasallista (PEUL). Bogotá: Autor.
Wiesner Durán, E. (1997). La efectividad de las políticas públicas en Colombia: un análisis institucional. Bogotá: Departamento Nacional de Planeación (DNP).
Determinación de la toxicidad aguda de agua y suelo intervenido en la sede Utopía, de la Universidad de La Salle (Yopal), por medio de la técnica de Biofix
Danilo Andrés Rodríguez Rico
Juan Sebastián Luna Galvis
Semillero Zona Crítica
Danilo Andrés Rodríguez Rico
Juan Sebastián Luna Galvis
Estudiantes de Ingeniería Ambiental y Sanitaria, Universidad de La Salle
Rosalina González Forero
Coordinadora Semillero de Investigación Zona Crítica
En las últimas décadas, la contaminación del ambiente como producto del uso indebido e incontrolado de sustancias químicas, algunas veces intencional y en otras ocasiones inconsciente, ha venido en potencial aumento gracias a la evolución industrial y tecnológica del ser humano (Gutrie et al., 1980, citados en Pica, 2008). A partir de este incremento de procesos industriales, alrededor de unos nueve millones de sustancias químicas se liberan al ambiente a través del suelo, el agua o el aire, se instalan allí y estos tres medios se convierten en albergadores de infinidad de contaminantes tóxicos (Pica, 2008).
La contaminación del agua, el aire y el suelo no solo genera consecuencias en el medio ambiente, sino también en la salud humana; el hombre está en riesgo inminente de adquirir diferentes enfermedades, en el momento en que entra en contacto con alguna sustancia tóxica presente en el medio. Colombia no es ajena a este problema, ya que al ser la agricultura una de sus principales fuentes de ingresos, que representa el 6,6 % del producto interno bruto (Central Intelligence Agency, 2014), la cantidad de agroquímicos usados ha venido cobrando una gran importancia en el país y, de la misma manera, son importantes los índices de toxicidad generados por el uso indebido de estas sustancias.
Para determinar los índices de toxicidad presentes en el medio ambiente se emplean diversas técnicas que van desde el uso de mamíferos hasta los ensayos de biotoxicidad, los cuales se han vuelto sumamente importantes en el ámbito científico debido a su efectividad (Boluda et al., 2002). Una de estas técnicas es la Biofix, que emplea a la bacteria Vibrio fischeri como bioindicador ante los índices de toxicidad presentes en una muestra problema.
Planteamiento del problema
La Universidad de La Salle, dentro de sus misiones sociales, desarrolló el proyecto Utopía, en la zona rural de la ciudad de Yopal (Casanare), en el que jóvenes de escasos recursos o víctimas de la violencia tienen la posibilidad de estudiar Ingeniería Agronómica como una alternativa para la superación no solo de sus problemas, sino también como un aporte a la solución del conflicto nacional (Universidad de La Salle, 2010). Estos jóvenes realizan sus prácticas académicas a través de diferentes cultivos en los que logran consolidar los conocimientos adquiridos en las aulas de clase. Según los estudiantes, la cantidad de insumos agrícolas que adicionan a los cultivos es muy grande y al tener cultivos de diferentes plantas, se multiplican las sustancias químicas en el medio. Todos estos agroquímicos y sus subproductos van a parar directamente al subsuelo, llegan por escorrentía e infiltración al agua subterránea, lo que genera un riesgo para la salud humana y para el ecosistema, ya que se generan niveles tóxicos considerables (Koslowsky, 2000).
Por otro lado, el agua para riego usada en estos mismos cultivos proviene de un sistema de distribución al cual no se le hace un previo tratamiento, sino que se utiliza tal cual llega a la finca; proviene de sectores aledaños, donde es importante la presencia de cultivos de arroz, y esta es una de las plantas que más requiere agroquímicos para su desarrollo (Bonilla, 2012), lo que afecta los acuíferos de la zona. Finalmente, y no menos importante, el agua para consumo dentro de la sede es tomada de pozos subterráneos que, debido a la presencia de todos estos cultivos en la zona, también puede presentar niveles de toxicidad al infiltrarse en ella diferentes sustancias químicas como producto de las actividades antropogénicas de la zona; esto obviamente representa un riesgo para la salud de los residentes de Utopía.
Lo anterior obedece a la posible presencia de niveles de toxicidad en el ambiente como consecuencia de las diversas actividades agrícolas, industriales e, incluso, domésticas, que tienen lugar en la periferia de Utopía, las cuales hacen sus vertimientos no solo en los cuerpos hídricos de la zona, sino también en el suelo. Una de las principales causas de este problema es el crecimiento poblacional en el Casanare, que ha provocado una colonización y un asentamiento en tierras que en su momento eran vírgenes; esto ha ocasionado un aumento en la demanda de recursos y, por ende, ha generado un incremento en los niveles de contaminación en los cuerpos de agua superficiales y subterráneos (Gobernación de Casanare, 2014). Esta contaminación se traduce, básicamente, en la presencia de toxicidad en el agua, que aparte de funcionar como cuerpo receptor, también lo hace como medio de transporte hacia otros medios como el suelo, por lo que aumenta la posibilidad de los seres vivos de entrar en contacto con las sustancias tóxicas.