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Bosnia y Herzegovina


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Italia, Eslovenia y Suiza. La madera, el aluminio, la energía eléctrica, los productos mecánicos y el calzado son los principales productos exportados. Estas exportaciones se distribuyen entre un 65% en la Unión Europea y un 35% en los Balcanes. La inflación se situó en el 0,2% en 2013.

      Retos actuales

      Los obstáculos para el desarrollo son múltiples. Como hemos visto, la lenta privatización de la economía es uno de ellos, sobre todo porque, con la desintegración de Yugoslavia, Bosnia perdió sus mercados protegidos. Su aislamiento y, principalmente, sus transportes, ferrocarril y carreteras, son muy lentos y están mal adaptados a los grandes flujos. En este contexto, la situación actual no es buena. El desempleo es endémico con una tasa oficial del 30%, si no se tiene en cuenta la economía sumergida.

      Por lo tanto, lo que está en juego es completar la transición, que actualmente se está viendo afectada por un aumento del desempleo y un ritmo lento de las reformas económicas, las únicas capaces de atraer inversiones. Especialmente cuando el país necesita sustituir la ayuda internacional de después de la guerra, que ya ha terminado, por la de la Unión Europea, que se va reforzando. Desde 1991, la Comisión ha concedido 2,25 mil millones de euros en ayudas, que se orientan cada vez más hacia la economía. El Banco Mundial y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo están financiando proyectos en el sector privado (260 millones de euros para el BERD en 2004). En otros ámbitos, la cooperación reforzada y la armonización entre las entidades es el principal desafío para los próximos años. En otras palabras, el sistema político prevaleciente en Bosnia es un freno en todas las áreas. El sistema educativo necesita también reformas estructurales para no incitar más a los jóvenes a emigrar en busca de un mundo mejor.

      De esta manera, Bosnia y Herzegovina puede esperar, en la próxima década, que se logre la transición económica propia de los antiguos países comunistas, siempre que cumpla los criterios políticos que le permitan beneficiarse del Pacto de Estabilidad y, sobre todo, que acceda al Acuerdo de Estabilización y Asociación (AEA), primer paso hacia una hipotética adhesión a la Unión Europea. Todo ello a condición de cumplir los criterios de la UE, incluida la reforma de la policía.

      Bosnia y España tienen lazos históricos que se remontan al siglo XV, cuando llegaron al país eslavo los judíos de habla hispana expulsados. Aunque, históricamente, y como toda la antigua Yugoslavia, Bosnia está influenciada principalmente por Alemania, Austria, Eslovenia y Croacia. Y España sólo representa el 1,5% de las importaciones. . Es decir, una gota de agua.

      A nivel de inversiones, nuestro país es, por lo tanto, un socio anecdótico. Y el único inversor significativo es Inditex, la multinacional española de fabricación y distribución textil. Los productos más importados son los vehículos automóviles. También destaca la importación de prendas de vestir, productos cerámicos y pescado y marisco.

      Aunque muchos productos españoles son conocidos y apreciados, la inversión es por tanto baja y solo los distribuidores ofrecen las ventas de algunas marcas emblemáticas sin que las empresas españolas se implanten en el país, excepto algunas PYME.

      Por lo que se refiere a lo que resulta visible, encontrará concesionarios SEAT, y tiendas de Inditex, Mango o algunas franquicias de Cortefiel. Los alemanes, siempre presentes, llevan una gran ventaja.

      Población e idiomas

      SARAJEVO - Sarajevo, calle Ferhadija.

      © Istankov – iStockphoto

      Población

      Orígenes

      Los bosnios son de origen eslavo desde el siglo VI; su llegada masiva desde el noreste parece provenir principalmente de Ucrania y Rusia. Muy rápidamente confrontados por el choque de influencias del Imperio romano de Occidente y de Oriente y, más tarde, del Imperio otomano, se dividen en tres pueblos:

       Al este, el Imperio bizantino marcó lo que se convertiría en Serbia desde el 395 d. C., la línea divisoria de imperios que pasa al este de la actual Bosnia. Son los bosnios-erbios de Bosnia los que tienen también orígenes tracios, pueblo asimilado por los eslavos en los siglos VI y VII.

       En el oeste, los croatas, católicos romanos, han estado en Bosnia también desde hace mucho tiempo; son los bosnio croatas.

       Por último, los bosníacos o bosniomusulmanes (sin que esta definición implique necesariamente una pertenencia al islam) son también eslavos, en su mayoría antiguos bogomilos de la Edad Media que se convirtieron al islam suní.

      Minorías

      Las minorías también han habitado en Bosnia desde hace mucho tiempo. Mencionaremos a los judíos sefardíes, procedentes de España, los húngaros, los turcos y los gitanos. Cabe señalar que el término «bosníacos» se utilizó hasta 1878 para designar a todos los habitantes de Bosnia, sin distinción de religión, y fue después cuando la palabra pasó a designar a los musulmanes en el sentido de comunidad.

      La guerra de los años 1990, y otras a lo largo de la historia, ponen de manifiesto la dificultad de cada comunidad para vivir con los demás. El último censo de población ofrece la siguiente distribución:

       Bosníacos: 48%.

       Serbios: 37,1%.

       Croatas: 14,3%.

       Otros (incluidos judíos, turcos y gitanos y los que se niegan a identificarse étnicamente, los yugoslavos): 0,6%.

      El lugar de unos y otros

      Este es el principal desafío de la Bosnia de hoy. La creación de dos entidades ha separado a las comunidades, política y administrativamente. De modo que el contacto es mucho menor y los intercambios son reducidos. Si bien las tensiones se van aplacando, el camino todavía será largo para una verdadera vida en común. Se puede considerar que, desde el punto de vista humano, Bosnia es una federación de tres estados diferentes que se miran con cautela.

      Por supuesto, el futuro está en una mejora, ya iniciada, de las relaciones entre unos y otros. Relaciones que volverán a ser buena convivencia de vecindad, como ya lo fueron en numerosas ocasiones.

      Idiomas

      El idioma, designado ahora por sus variantes bosníacas, croatas y serbias, se denominó como serbocroata hasta la guerra. Es un idioma eslavo que pertenece a la rama meridional de estas lenguas. Proviene del eslavo que se habló hasta el siglo XVII, al menos en su forma literaria.

      El serbio y el croata siempre han tenido diferencias significativas que se redujeron en el siglo XVIII por la voluntad de los intelectuales croatas —en particular, el obispo Strossmaier—, que querían construir una nación paneslava y que tomaron el bosnio como base para la aproximación.

      (Es el camino inverso al que llevan ahora los tres idiomas). Mientras el bosanćica es muy antiguo y hablado hasta los años 1900, impregnado de palabras de origen árabe, turco o persa.

      Por razones políticas, se pueden considerar estos idiomas, sobre todo el croata, en muy rápida evolución, sin duda los más rápidos actualmente.

      Otra particularidad es que los serbios utilizan tanto el alfabeto cirílico como