Thupten Chophel

Reflexiones de un monje budista


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parte importante de ella.

      Un artista, debe contar con improvisación, espontaneidad, técnica, armonía, equilibrio y un sinfín de cualidades. La esencia del artista, desde mi punto de vista es querer hacer felices a los demás, que disfruten con su obra, o a veces transmitir con su obra alguna reflexión social, abordando algún tema de interés. Tienen los artistas por tanto una esencia de querer mejorar la sociedad, de incrementar su armonía y felicidad, o de hacerla reflexionar para mejorar.

      Vivir del arte, es algo muy difícil hoy en día, y por ello se deben valorar mucho a los artistas, que tanto beneficio aportan a la sociedad y que normalmente son minusvalorados. Quizás también hay un cierto grado de culpa en ellos, pues hay muchos artistas que no cumplen las normas éticas y que están en contraposición con dicha ética. Por tanto un artista debe tener corazón de artista y una ética muy pura.

      Por desgracia ha habido muchos artistas alcohólicos, drogadictos, que han demostrado en sus formas de hacer, un desprecio por la sociedad y la ética, incluso han llegado al suicidio. Todo esto es un tremendo error por su parte. Y ha llevado a un sector de la población a ser escépticos en cuanto al arte y su mundo.

      En mi caso, a pesar de haberme deslumbrado desde joven los artistas, he visto que el arte no justifica todo, y que no todo artista se merece mi admiración. Lo ideal es ver su coherencia en la vida y no tan sólo su obra artística. La unión de coherencia en la vida, de ética y de su obra es lo que los hace verdaderamente positivos para la sociedad. Hay por tanto artistas que son ejemplos puros para mi, y otros muchos que no, precisamente por su falta de coherencia y de ética, a pesar de una gran obra artística.

      La sociedad de hoy en día es muy difícil, jóvenes y mayores necesitamos ejemplos positivos a seguir, y si un artista se pierde en líos de alcohol, drogas, y no fomenta la ética en la sociedad, puede perder casi toda capacidad de ayuda en la sociedad, tan necesitada de coherencia, ética y de valores humanos e ideales. Quizás su obra artística por bien considerada que sea, aporta muy poco, comparado con todo lo malo de su ejemplo vital, que es en muchos casos con lo que se queda, sobre todo la gente joven.

      El mundo se mejora a través de la educación y de la cultura, y por ello los artistas pueden colaborar en esta mejora y es lo normal, pero a veces llevan a la involución a la sociedad.

      Mi reflexión final, es si sois artistas, no olvidéis la ética en la vida, y si sois seguidores de artistas, tomad sólo como ejemplos a seguir a los que realmente mantienen una ética y coherencia en su vida.

      Este artículo lo escribo, fundamentalmente en base a mis experiencias personales. En la vida debemos hacer caso a nuestro corazón, que esté calentito, con compasión y con amor hacia los seres que nos rodean y si puede ser hacia todos los seres, lo cual se logra en estados de realización elevados. Pero no debemos olvidar que el mundo condicionado o samsara, no funciona correctamente y que hay que aprender a mantener una cierta distancia con este samsara, trabajando en él, pero sin caer en sus garras, actuando de forma rutinaria y sin sentido. Por ello hay que aprender a mantener una actitud de que todo es una ilusión, un reflejo en el agua. Esta sensación de que todo es una ilusión, no debe ir contra nuestro corazón calentito, sino que debe fortalecerlo, y a su vez, el corazón calentito que queremos mantener lo máximo posible, tiene que ir reforzado por una comprensión de la ilusión y lo pasajero que es el mundo, que nos permitirá mantener el corazón caliente con los demás, sin quemarnos a pesar de las dificultades.

      De esta forma en nuestra vida deberemos hacer grandes equilibrios entre corazón e ilusión. Una forma de mantenernos recargados de baterías, de cara a crecer como personas, y actuar cada día mejor con los demás, con un corazón más calentito, es a través de la Meditación diaria, con nuestras prácticas y un cierto grado de disciplina. Recuerdo que la Meditación puede ser analítica o no analítica y que ambas son importantes. En el Budismo tibetano, además se incluyen los mantras y las divinidades, para potenciar estados positivos de la mente, que nos llevarán a ser mejores personas y con más capacidad de hacer las cosas mejor con los demás. Pero, ojo, no debemos caer en dedicarnos tan sólo a la práctica de la meditación y olvidarnos del contacto con los demás y de canalizar nuestra meditación, a través de las personas que nos rodean. El aislarse y meditar, sin hacer nada por los demás, puede llevar a una gran frialdad, y a depresiones. A una falta de contacto con la realidad. Por ello Meditación y entrega a los demás, es la mejor forma de mantener la Ilusión y el corazón calentito.

      La palabra Ilusión la he utilizado hasta ahora con su significado de espejismo, refiriéndose a que las personas y las cosas no tienen realidad sólida, sino que son y somos un fluir, dentro del mundo y de las vidas. Pero también se podría decir que Ilusión en el sentido de estar positivamente motivados es fundamental en el camino, y que esta se logra cuando están equilibrados el corazón y la percepción ilusoria de las cosas. A veces nos referimos a que corazón y mente están en equilibrio. Si predomina más el corazón, podemos caer en el cansancio, en el estrés, en quemarnos. Si predomina más la mente que analiza las cosas y las ve como ilusorias, podemos caer en la excesiva frialdad y distancia con los demás. En cualquiera de estos dos casos perdemos el equilibrio y además la ilusión, con su acepción de motivación positiva, por la vida. Por ello hay que contar con el sentido común e ir revisando nuestra situación de forma habitual, para saber qué debemos potenciar más en cada momento.

      Y como final, recordar que aunque percibamos las cosas como una Ilusión, hay que involucrarse en este mundo tan necesitado de armonía, y aportar actos concretos para que todo mejore, y la armonía crezca. Nos ha tocado vivir un mundo muy difícil, y todo lo que hagamos para su equilibrio beneficiará a muchos seres, no sólo de nuestra generación sino también de las futuras, y por supuesto también nosotros saldremos beneficiados.

      Si no tenemos nada que contar, no pasa nada por estar callados. Hablar por hablar, sin sentido, es una acción negativa, es lo que se llama charlatanería, que en muchos casos es una huida de nosotros mismos y de nuestro interior. Tememos estar en silencio, encontrarnos con nosotros, con todo lo bueno, pero también con lo malo, y por eso hablamos sin parar y buscamos el contacto de la gente.

      Otra cosa sería hablar, aunque sea bastante, pero desde una motivación positiva, como dar alegría a los demás cuando están tristes o en momentos bajos, hablar para limar asperezas y tensiones, para aportar armonía, pero por supuesto nunca debe ser para huir de nuestro interior, o descargar nuestras frustraciones y ansias continuamente a los demás, por medio de conversaciones estúpidas y sin sentido.

      Con el silencio, podemos recargar baterías, estar atentos con introspección a nuestro interior, y aprender a intervenir cuando de verdad es acertado. Además si actuamos de esta forma será más valorada nuestra opinión y nuestra palabra cobrará fuerza. El Silencio no tiene porque ser un signo de debilidad, sino en muchos casos de fortaleza. Pero, ¡ojo!, tampoco es cuestión de quedarnos siempre callados y no intervenir nunca, necesitamos encontrar el equilibrio.

      Con nuestra presencia, aunque no hablemos, podemos mantener una vibración positiva, de cariño, de cercanía, y también aporta mucho beneficio. En cambio hay personas que hablan sin parar y que tienen una vibración o energía destructivas y dañinas.

      Debemos aprender a cuidar nuestra motivación en cada instante, que es lo que determina la vibración y el beneficio real a los demás; bien a través de la energía, a través de la palabra o con los actos de nuestro cuerpo. La motivación debe estar enfocada hacia que todos crezcamos, que tengamos una sociedad mejor y con aprecio hacia las personas con las que hablamos.

      Por todo esto, no temáis el silencio, tomadlo como una oportunidad de aprender a conoceros, para ello hay que tener una actitud positiva ante la vida, y si podéis practicar técnicas de meditación o pensar en frases positivas mientras estéis en silencio estupendo. En el Budismo existen los mantras, que son pequeñas frases que se recitan repetidamente y que nos ayudan a potenciar alguna cualidad de la mente, estas frases se pueden recitar