Kelly Johanna Ariza Arias

Estrategias de lucha contra el despojo:


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Catalina Muñoz, este último es el caso de los indígenas arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta, quienes buscaron de manera voluntaria y estratégica la ayuda del Estado colombiano para reclamar protección y encontrar soluciones a los principales problemas de la comunidad desde las primeras décadas del siglo XX.7

      Para solicitar la ayuda del Estado en aspectos como la explotación laboral, el cobro indebido de impuestos, la colonización y diversas amenazas a la autonomía de su pueblo, algunos indígenas arhuacos recurrieron a repertorios de acción colectiva, como el envío de memoriales, cartas y telegramas a autoridades, tanto regionales como nacionales, y comisiones de visita a instituciones estatales en Bogotá y Santa Marta. Las primeras acciones de este tipo de las que se tiene registro datan del año de 1916 y marcan el inicio del intercambio de comunicaciones o la interlocución entre el pueblo arhuaco y el Estado colombiano en este siglo.

      Las cartas, memoriales, telegramas y artículos de prensa que forman parte o dan testimonio de dicha interlocución son los documentos base del corpus documental constituido para el desarrollo de esta investigación, pues contienen los reclamos que reflejan las principales problemáticas del pueblo arhuaco entre 1916 y 1972. No obstante, el corpus también contiene comunicaciones interinstitucionales, prensa, informes y correspondencias de terceros que ayudan a comprender los reclamos presentados por los arhuacos. Estas fuentes se ubicaron en diversos acervos, como el Archivo General de la Nación (AGN), la Biblioteca Nacional de Colombia (BNC), la Biblioteca Luis Ángel Arango (BLAA) y el Archivo Histórico del Magdalena Grande (AHMG). En el presente capítulo se ahondará en la descripción del corpus conformado y se presentarán los principales aspectos que fueron analizados en los documentos que lo componen, así como los alcances y limitaciones tanto de las fuentes como de las reflexiones hechas a partir de estas a lo largo de la investigación.

      La mayoría de las fuentes que componen el corpus documental se encuentran en diversas carpetas del fondo del Ministerio de Gobierno del AGN, las cuales contienen las comunicaciones de la División de Asuntos Indígenas de esta entidad. Dado que dicha división inició su funcionamiento en 1960, gran parte de los documentos recopilados datan de esta década. Pero, ya que en un principio el objetivo del corpus era reunir parte de la interlocución de indígenas arhuacos con el Estado entre 1916 y 1972, se ubicaron otras carpetas de comunicaciones dentro del fondo del Ministerio de Gobierno del AGN que contenían correspondencias de indígenas y se recurrió a fuentes de otros acervos documentales, como el AHMG.

      Además, se incluyeron distintos tipos de fuentes, como artículos de prensa hallados en la BNC y la BLAA, los cuales, si bien no hacían parte de la interlocución, sí daban testimonio de esta por medio de entrevistas a los indígenas que visitaron ciudades como Bogotá y Santa Marta para reunirse con representantes del Estado, con el fin de darles a conocer sus reclamos. De esta forma, se logró reunir documentos de todas las décadas dentro del periodo estudiado, aunque, como se mencionó, la mayoría de las fuentes de la interlocución corresponden a la época entre 1960 y 1972, dada la continua comunicación que existió entre algunos indígenas arhuacos y la División de Asuntos Indígenas en estos años.

      Con esta búsqueda también se identificó que existía un gran número de documentos de diferente naturaleza que no formaban parte de la comunicación entre arhuacos y entidades del Estado, pero que podían ayudar a comprender el proceso de despojo en la Sierra Nevada de Santa Marta y el papel de intermediación que muchas de estas entidades estatales, junto con otras no estatales, llevaron a cabo para comunicar e intentar solucionar las problemáticas de los indígenas. Ante su relevancia para la investigación, dichos documentos se agregaron al corpus y este dejó de estar conformado únicamente por fuentes de la interlocución. Así, el corpus documental constituido se compone de 94 cartas, 15 memoriales, 21 telegramas, 7 artículos de prensa y 31 documentos varios, como informes y memorandos.

      De estas 168 fuentes recopiladas, 37 cartas, 15 memoriales y 4 telegramas fueron enviados por indígenas arhuacos a diferentes funcionarios e instituciones del Estado y algunas organizaciones no estatales. Con excepción de los telegramas, la mayoría de estos documentos tienen una extensión de dos a tres páginas, aunque los memoriales rondan entre las cuatro y las ocho páginas; 35 de estos documentos corresponden a manuscritos y solo 17 se encuentran a máquina, pero algunos de estos son copias y transcripciones de los originales, hechas por las entidades que los recibieron. En el análisis de estas 56 fuentes de autoría indígena se identificó que existían diferentes maneras de firmar los documentos, razón por la que se establecieron cinco tipos de autoría o firmas denominadas de la siguiente forma: firmas a nombre de la comunidad, a nombre de instituciones u organizaciones, a nombre de grupos de particulares, a nombre de particulares y firmas mixtas.

      En el grupo de fuentes a nombre de la comunidad se encuentran 17 documentos presentados bajo la autoría de colectivos generales, en los que no es posible identificar a sus integrantes. Estos son los documentos firmados bajo el nombre de “los indígenas de San Sebastián de Rábago”, “los indígenas arhuacos”, “los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta” y “la comunidad indígena de la Sierra Nevada”. En estos dos últimos casos, las correspondencias provienen de asentamientos arhuacos como San Sebastián (hoy Nabusimake), Las Cuevas y Donachuí, lo que permite inferir que fueron emitidas por indígenas de este grupo. A nombre de instituciones u organizaciones arhuacas se encuentran 12 documentos, en los que, a diferencia de las fuentes a nombre de la comunidad, sí es posible identificar a las personas que integraban dichos colectivos, pues en muchas ocasiones sus integrantes o representantes también firmaban. Entre las instituciones y organizaciones firmantes se encuentran el Cabildo Central, los cabildos de La Caja, El Mamón, Las Cuevas, Curacatá y San Sebastián, la Liga Indígena de la Sierra Nevada y sus secciones de Las Cuevas y San Sebastián.

      Todos estos documentos de autoría indígena fueron dirigidos a diversas entidades e instituciones estatales y no estatales. Entre los remitentes estatales más representativos se encuentran la Presidencia y el Congreso de la República, la Procuraduría, la Secretaría de Gobierno, la Gobernación del Magdalena, la Alcaldía de Valledupar, los ministerios de Agricultura, Economía, Industrias y Gobierno, la División de Resguardos Indígenas y la División de Asuntos Indígenas. Por su parte, dentro de los remitentes no estatales, a quienes está dirigido solo un documento de la correspondencia indígena compilada, se encuentran la Academia Colombiana de Historia y la Federación de Trabajadores del Magdalena (FTM).

      De los 55 documentos de autoría indígena que fueron enviados a funcionarios y entidades del Estado solo se encontraron 9 respuestas hacia los indígenas. No obstante, es importante recordar que no se tiene la totalidad de la interlocución y, de hecho, en al menos 7 documentos se hace referencia a correspondencias envidas y recibidas de parte y parte que no fueron encontradas, pero que por su mención se sabe que existieron. De ahí que se pueda afirmar no solo que hubo más envíos por parte de arhuacos, sino también que hubo más respuestas por parte de las entidades estatales.