Ese mismo Dios hoy me lleva de Colombia y me trae de vuelta a México. Nuevos retos, nuevas circunstancias, un nuevo entorno. Es decir, un nuevo ciclo, una nueva página.
Por ser tú uno de mis grandes maestros, quiero honrar tu corazón y estar en paz frente a cualquier situación que nos haya unido o alejado. Quiero decirte que contigo y gracias a ti, sentí desde la más luminosa felicidad hasta la más feroz desolación.
Pero, también contigo y gracias a ti, logré superar esos extremos emocionales, para ir centrándome lenta pero progresivamente en una sobriedad emocional, que si bien no es aún permanente, es cada vez más constante y me hace un ser más feliz. Gracias de nuevo, desde mi corazón, por eso.
La distancia geográfica necesariamente nos alejará en lo físico, pero probablemente nos acerque más en lo espiritual. No te niego que extrañaré verte, hablarte, abrazarte, reír contigo y llorar contigo como tantas veces lo hicimos. Pero esa añoranza sólo me hará disfrutar aún más los momentos en los que en el futuro nos volvamos a encontrar.
No me queda más que bendecir cada segundo que me regalaste de tu sabiduría, de tu experiencia, de tu tiempo, de tu paciencia, de tu comprensión, de tu compasión, de tu amor incondicional, de tu MAESTRÍA. No soy sino un Ser en búsqueda de mí mismo y tu luz me ayudó a encontrar mejor mi camino. Cuando llegué a tu vida, era una hormiga negra, sobre una piedra negra, en una noche negra. Hoy soy un Ser que vive una mañana de sol con algunas nubes grises. Aspiro a volver a encontrarte pronto en un día exuberantemente soleado por mi consciencia, mi paz y mi centro espiritual. Quiero que la próxima vez que nos veamos abraces a una mejor versión de ese Arnulfo que ayudaste a construir.
Un Arnulfo que hoy, desde sus aún evidentes carencias y falencias, te ama limpia y profundamente, como el alumno debe amar, por básica gratitud, a su maestro.
Tu discípulo y amigo por siempre,
Arnulfo”
Y así sellé una despedida del ciclo de enseñanza que a través del Coaching Essencial, Armando Martí generó en mi vida. Hoy, sin embargo, cuando releo estas palabras, si algo me queda claro es que, al igual que en todos los aspectos de mi vida que logré resolver, hay algo que continúa. En lo laboral, emprendo nuevos proyectos. En lo sentimental, inicio nuevas relaciones. En lo geográfico, creo nuevos espacios de vida.
Con mi querido amigo Armando, empiezo una nueva etapa de vinculación en la que juntos habremos de crear nuevas posibilidades para mucha gente que, al igual que nosotros dos, en algún momento de nuestras respectivas vidas, están pasando por momentos de dolor, de vergüenza, de confusión y tristeza. Que Armando me haya invitado a escribir este prólogo de su libro “Viajero Interior” es ciertamente un privilegio, pero también lo quiero entender como una premonición como las que él tiene de manera tan acertada. Una premonición que ya anuncia que el camino de la colaboración mutua habrá de ser largo y fructífero y que no es otra cosa que un nuevo día, en un nuevo ciclo, de un nuevo futuro para mí. Un nuevo futuro que, gracias a Armando, puedo aspirar a vivir.
Espero que usted, querido lector, disfrute este viaje fantástico que está por iniciar de la mano de Armando Martí. No me cabe duda de que en pocos meses también tendrá su versión de esta misma carta que yo escribí. Y hay algo de lo que estoy seguro: su carta no será muy distinta de la mía, ni en sentir ni en saber, porque ese es el muy particular pero a la vez inefable don que Dios le ha entregado a Armando Martí: el rescatar almas confundidas y desesperanzadas que, como la mía, pronto encuentran en su luz y su guía, ese espacio de paz interior que nunca pensaron podrían lograr. Y que hoy, simplemente es.
Arnulfo Valdivia Machuca Embajador de México en Colombia, 2013-2017. Ciudad de México, julio de 2017.
INTRODUCCIÓN |
Este libro que tienes en tus manos busca ser una herramienta práctica para que inicies tu Viaje Interior, una extraordinaria aventura hacia el autoconocimiento, el desarrollo personal y el descubrimiento de tu Yo esencial. Te ayudará a identificar aquellas actitudes y comportamientos que durante años han limitado el derecho natural de vivir una existencia plena, serena y feliz.
Algunos de los hábitos que quizás te desequilibran física, emocional, mental y espiritualmente son consecuencia de varias heridas de infancia tales como: el abandono físico, afectivo, el rechazo, la sobreprotección, la humillación, el miedo a confiar, la traición y la injusticia, generadas en núcleos familiares inestables y disfuncionales que causaron sentimientos de culpa innecesaria y vergüenza inmerecida.
Además, como si fuera poco y para sobrevivir a un entorno social competitivo, consumista y agresivo, aprendiste a usar máscaras y estrategias de manipulación con el fin de reprimir, evadir y no expresar tus emociones. De esta manera, el Ego insano alimentado por sus exageradas expectativas de poder, dinero y acumulaciones materiales empezaron a controlar tu vida. Para llenar este vacío interior, buscaste inútilmente anestesiar el dolor a través de sobrecargas laborales, pensamientos obsesivos, amor condicionado, aprobación y reconocimiento social por parte de otras personas.
Debido a estas distorsionadas programaciones te convertiste en un personaje irreal, enfermo, sin autoestima e incapaz de perdonarte a ti mismo y a los demás; así se abrieron las puertas de algunas adicciones, desequilibrios emocionales y actitudes nocivas, que agotaron tu energía vital para evolucionar hacia la serenidad mental y el bienestar integral.
Yo inicié mi Viaje Interior después de muchos errores, decisiones impulsivas e inmaduras, apegos afectivos, espejismos económicos y aprendizajes dolorosos, los cuales me ayudaron a tomar consciencia de la importancia de un cambio trascendente en mi vida. Este fue uno de los motivos principales, para explorar desde una inmersión profunda y personal, varias corrientes espirituales, religiosas y no convencionales que existen en el mundo. La brújula de esta búsqueda interior ha sido la de comprender los lazos sagrados entre la naturaleza, el hombre y lo divino, cuya división auspiciada por la intolerancia de ideologías inflexibles y prejuicios sociales, nos han generado una gran desarmonía planetaria.
Desde esa orilla, he tenido la fortuna de conocer maravillosos seres humanos, que con su luz, experiencia y sabiduría aportaron semillas invaluables para mi camino de trasformación, como lo han sido mis amados padres, hijos y hermanos, así como también los sacerdotes colombianos, Alfonso Llano Escobar, S.J, autor durante muchos años de la columna dominical “Un alto en el camino” del periódico El Tiempo; Luis Humberto Silva, Fundador y Director de la Fundación Kyrios y el pastor Carlos Gómez de la Iglesia Cristiana Soldados de Jesús.
Así mismo, quiero reconocer a otras personalidades de excepcional influencia espiritual e intelectual para mí, como son: S.S el Dalai Lama líder espiritual del Tíbet, los maestros Kirpal Singh y Shri Sadhu Ram Ji guías del Sendero Ruhani Satsang, el Taita Marcelino Chindoy médico ancestral y autoridad en el cargo de alguacil de la tribu Kamentsa del alto Putumayo, la maestra de Tao y médica acupunturista china Dra. Mo Ming, el Dr. Mario Acosta Gómez médico psiquiatra y miembro fundador de la Universidad de la Sabana, el Dr. José Daniel Puche Lacharme médico psiquiatra y trainer en PNL, el Dr. Reinaldo Escalante médico cirujano y bioenergético, el psicólogo clínico Arturo Luna Vargas fundador del Instituto Colombiano de Análisis Existencial y Logoterapia Viktor E. Frankl, a la psicóloga clínica Astrid Serrato y a mis compañeros de la comunidad terapéutica Rafael Lemoine, Fernando Cadavid, German Bernal y Alfredo Alvernia. De ellos aprendí que el camino para alcanzar la madurez espiritual y la conexión con nuestro Creador, no es un proceso improvisado o mágico sino por el contrario, paciente, comprometido y consciente, que comienza al conocerme y aceptarme a mí mismo tal y como soy, con el fin de responsabilizarme, regular e integrar mis defectos de carácter, instintos, inteligencia, voluntad e intuición... entregándolos en las manos de un Poder Superior que nos acoge con su amor incondicional desde