José Luis Oblaré Torres

Recolección de cultivos herbáceos. AGAC0108


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y HPO4–2) y nunca de forma libre.

       Potasio (K)

      El potasio se absorbe como ión. Una vez absorbido es transportado principalmente a los tejidos jóvenes en crecimiento. La función principal del potasio es controlar el cierre y apertura de los estomas.

      El potasio se encuentra en el suelo de forma libre (K+), principalmente liberado por minerales como el feldespato y mica.

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       Sabía que...

      Los fertilizantes ricos en potasio y fósforo se aplican como “abonado de fondo”, ya que, a diferencia del nitrógeno, son elementos muy poco móviles.

      El conocimiento del movimiento de estos elementos en el suelo y su absorción por los cultivos son las bases para establecer la fertilización.

      Una pradera es un bioma constituido por un conjunto de elementos vivos (flora y fauna) e inertes (sustratos), de climas templados y húmedos.

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       Definición

       Biomas

      Son regiones ecológicas caracterizadas por la vida vegetal y animal que sustentan. Generalmente se definen por el tipo de vegetación dominante que, a su vez, es consecuencia de las condiciones climatológicas, ya que temperatura y humedad condicionan la vegetación.

      En cuanto a la flora la característica que mejor define la estructura de las praderas es la presencia de hierbas efímeras y altas en otoño y que desaparecen en primavera. Las praderas están divididas o constituidas por tres zonas o estratos:

      1 Estrato herbáceo. Es una capa formada por plantas de altura variable, principalmente por herbáceas. Según avanza la estación de crecimiento se puede observar una serie de cambios en la estructura, inicialmente solo se observan plantas bajas o pegadas al suelo, posteriormente aparecen las plantas de tamaño intermedio y alto. A medida que avanza el otoño las condiciones de luz, temperatura, humedad y aire cerca del suelo, varían como consecuencia de los cambios en la vegetación.

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      Pradera de gramínea

      1 Estrato superficial. Es una capa constituida por el mantillo acumulado en el suelo. El mantillo es muy importante para la actividad microbiana y para la retención de agua, ya que esta cuanto más espesa sea esta, mayor cantidad de agua puede retener y mayor es el desarrollo microbiano. Además favorece la infiltración y por lo tanto menor escorrentía superficial y menor erosión del suelo. Pero no es conveniente un grosor elevado ya que favorece el desarrollo de especies leñosas y plantas no herbáceas.

      2 Estrato subterráneo. Es una capa constituida por las raíces de las plantas. En las praderas este estrato está mucho más desarrollado que en cualquier otro tipo de ecosistema, ya que las raíces de las plantas herbáceas se caracterizan por ser del tipo fasciculadas, ocupando gran volumen de suelo. Estas raíces se caracterizan por propagarse mediante rizomas o tallos subterráneos que llegan hasta distintas profundidades, lo que permite que no todas las plantas se alimenten de la misma zona, pudiendo existir mayor número de plantas.

      Los factores más importantes que afectan al crecimiento de las praderas son los incendios y el pastoreo. La pérdida de una pradera tiene las siguientes consecuencias:

      1 Disminución de la altura de las plantas, dando lugar a un aumento de la radiación incidente, un aumento de la temperatura y una disminución de la humedad.

      2 Disminución en la cantidad de mantillo húmico y también del mantillo reciente.

      En cuanto a la fauna, las praderas están compuestas básicamente por dos estratos:

      1 Estrato de invertebrados e insectos.

      2 Estrato de aves y mamíferos excavadores.

      La gran variedad de fauna es diferente según la época del año en que se encuentre. Los insectos presentan dos picos de crecimiento: uno en verano (el principal) y otro en otoño. Las aves y mamíferos son también muy variadas. Las aves son quizás las más afectadas por las siegas, ya que quedan al descubierto sus nidos.

      Las praderas son sistemas de cultivo adaptados a climas húmedos y templados.

      La Península Ibérica se encuentra en unas latitudes que proporcionan unas temperaturas medias propicias (>15 ºC) para el desarrollo de las praderas, exceptuando algunas zonas de alta montaña en el que las temperaturas son inferiores. El otro condicionante, la pluviometría, es más variable dentro de la península, ya que existen zonas donde esta es superior a 800 mm/año y otras zonas que no llegan a los 200 mm/año. Para producir una pradera es necesario que la pluviometría supere los 650 mm/año. En España, según la siguiente imagen:

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      La pluviometría supera esa cantidad en zonas como del Sur como el Valle del Guadalquivir, Sierra Morena o Sierra de Grazalema, zonas del centro como la Sierra de Gredos, y en la zona norte en toda la Cornisa Cantábrica.

      En España las praderas están adaptadas a períodos de sequía, aunque en el caso de las gramíneas son especies que necesitan temperaturas y humedades óptimas para su desarrollo.

      4.1. Dinámica de las praderas

      Si se analiza la producción neta de biomasa producida en una pradera, la mayor parte de esta se encuentra bajo tierra, en las raíces, siendo hasta dos o tres veces superior que la producción de biomasa aérea.

      El ganado herbívoro que se encuentra en las praderas actúa en su estructura y crecimiento. Cuando estos pastan, arrancan y consumen las hojas, las hierbas responden con un aumento de la tasa fotosintética en el resto de tejidos no afectados, estimulando nuevo crecimiento y transportando nutrientes y productos no sintetizados de una parte a otra de la planta, especialmente desde las raíces hasta el tallo. Además, el ganado, devuelven los nutrientes al suelo en forma de excrementos, dejándolos de nuevo disponibles a las plantas. Favoreciendo a su vez un aumento de la biodiversidad.

      Pero puede tener un efecto muy negativo sobre la regulación del ciclo del nitrógeno, muy especialmente en las praderas de hierbas altas. El estiércol contiene microbios que junto al agua de la lluvia asimilan el nitrógeno inorgánico, impidiendo que este llegue a las plantas. Además estos mismos desechos inhiben la fijación de nitrógeno por parte de los microorganismos fijadores del mismo. Al aislar la superficie del suelo de la radiación solar, el estiércol dificulta la producción de nuevas raíces y reduce notablemente la actividad de la microfauna edáfica.

      Por su parte el ganado herbívoro al expulsar los excrementos, estos sirven de alimento a una bien desarrollada fauna coprófaga, que facilita la descomposición del estiércol y acelera la actividad de las bacterias. Pero, sin embargo son los organismos descomponedores como los hongos, los responsables de la mayor parte de la producción primaria cuya biomasa sobrepasa a la de invertebrados y supera hasta en siete veces la de las bacterias.

      Pero no son los herbívoros los que más actúan en el consumo de las plantas de las praderas. Bajo tierra se produce el mayor consumo de biomasa (raíces) por parte de invertebrados como las lombrices. Pero puntualmente en el estrato herbáceo se puede producir el mayor consumo de biomasa, debido a plagas de