correctoras viscoelásticas4.
Las afectaciones del tendón rotuliano se deben, en gran parte, a la situación de la rótula. La rótula alta es deudora de un tendón largo, el cual facilita un excesivo desplazamiento lateral de la rótula. En el caso contrario, ante una patela ínfera y un tendón corto, esta excursión está limitada. La inextensibilidad del cuádriceps es asimismo causa de problemas en el tendón rotuliano, más débil que el tendón cuadricipital, el cual transmite la fuerza del cuádriceps multiplicada por el efecto de polea de la patela, al tendón rotuliano. Aunque es raro, a veces la afectación recae propiamente sobre la inserción del tendón cuadricipital en el polo superior de la rótula, habiéndose descrito casos de apofisitis rotuliana a este nivel16.
Las dismetrías del miembro inferior se considerarán en su justa medida. Sólo dismetrías superiores a 1,5 cm deben ser consideradas como factor de riesgo, si bien la experiencia aconseja que en los atletas de elite se debe corregir las discrepancias superiores a 0,5 cm.
Atendiendo al componente activo, el desequilibrio en la actuación de los grupos musculares agonistas y antagonistas o el tipo de trabajo muscular son factores que predisponen a sufrir lesiones musculotendinosas (ver cap. 6). La falta de flexibilidad es, asimismo, una fuente contrastada de numerosas lesiones tanto a nivel muscular como tendinoso debido a que merma la capacidad musculotendinosa para absorber tensiones (tabla 3-7). Un atleta con rigidez de tejidos blandos es propenso a sufrir contracturas musculares, tendinopatías, apofisitis y, en último caso, roturas músculotendinosas. Por otro lado, la laxitud articular permite el deslizamiento excesivo de los planos óseos, lo que coloca la articulación por encima de sus posibilidades fisiológicas, al tener que asumir movimientos anormales o excesivos. Es un elemento puramente genético que no tiene corrección posible, por lo que es importante que la musculatura circundante se encuentre permanentemente en condiciones óptimas para paliar en parte las posibles consecuencias de una acción derivada de la incompetencia de los estabilizadores articulares31.
TABLA 3-7. Déficits de flexibilidad asociados a lesiones por sobreuso.
En los niños y adolescentes, debido a la inmadurez ósea presente, son frecuentes las apofisitis por tracción del tubérculo tibial –enfermedad de Osgood Schlatter– en los deportes de salto y en menor medida del epicóndilo humeral en el caso de los lanzadores –enfermedad de Panner–. En las personas adultas la rigidez de las partes blandas y la disminución del aporte sanguíneo a éstas se hacen evidentes con el paso de los años. Las lesiones de partes blandas en estos casos se deben esencialmente a procesos degenerativos. El envejecimiento del tendón es un factor progresivo e intrínseco, por lo que debemos considerarlo algo natural y no patológico. La principal característica es la gradual pérdida de competencia y capacidad para soportar el estrés al que el tendón se puede ver sometido. Los cambios degenerativos del tendón comienzan a partir de los treinta años aproximadamente. Las alteraciones más significativas se producen a nivel celular, con una disminución de la presencia de tenoblastos. En la matriz celular decrece la presencia de agua extracelular con la consiguiente disminución de mucopolisacáridos, lo que se concreta en la disminución de GAG30 31 51.
La actividad enzimática está igualmente disminuida, por lo que el resultado final de todos estos cambios es la pérdida de organización en el tendón y la reducción de su propiedad de deslizamiento. Dentro del tendón, los grandes cambios son los que afectan a las propiedades mecánicas del colágeno y de la elastina, lo cual es debido al cambio del perfil de los puentes cruzados, que se manifiestan más numerosos e irreductibles.
El sexo también se considera un factor predisponente, siendo el femenino el más proclive a padecer tendinopatías. Varios estudios confirman la mayor presencia de lesiones por sobreuso en las mujeres22 29 47 62. La razón puede residir en la menor capacidad del sistema musculoesquelético femenino para absorber el impacto repetido, unido a desajustes hormonales y carencias nutricionales.
El sobrepeso causa problemas en las articulaciones que soportan una mayor carga corporal, como las rodillas y caderas; en individuos con sobrepeso la actividad física acelera la aparición de problemas como osteoartritis o tendinopatías.
Factores extrínsecos (tabla 3-8)
Existe una relación directa entre el incremento de la distancia, los entrenamientos a intervalos, el aumento de velocidad, el incremento de repeticiones y la carrera sobre superficies duras y la presentación de lesiones tendinosas. Esto se debe a la ausencia del fenómeno de adaptación, es decir, no atender correctamente a los criterios de progresión.
El tipo de superficie juega un importante papel en la aparición de lesiones de las partes blandas debido a la capacidad de aquélla para absorber en mayor o menor grado el impacto del pie contra el suelo. En un estudio publicado por Fernández Palazzi et al. sobre la aparición de tendinitis de Aquiles en bailarinas de ballet, se observó que en el 4% de los casos la superficie de trabajo era madera, en el 23% linoleo y en el 45% cemento18, superficies clasificadas de mayor a menor capacidad de absorción.
La falta de aclimatación al cambio ambiental, pasar de un ambiente frío a uno caluroso o la tasa de humedad hacen que el individuo no regule biológicamente la pérdida de agua y otros minerales, con incidencia directa sobre la calidad del colágeno. El cambio inverso de calor a frío implica un calentamiento y estiramiento previos a la actividad más concienzudo y minucioso, tanto en el plano general como en el específico de cada deporte.
Otros autores prefieren hablar de causas endógenas y exógenas en la etiopatogenia de la tendinitis14. Las primeras corresponderían a las que actúan externamente al tendón, como son los procesos anómalos del acromion que pueden comprimir el tendón del supraespinoso, dando lugar a un impingement de éste. Las tendinitis de causa endógena tienen su origen en procesos que ocurren dentro del cuerpo del tendón, por ejemplo en enfermedades sistémicas o de origen genético. Sin embargo, no es raro que en las patologías en las que no se encuentra claramente un factor exógeno se atribuya el problema a posibles cambios en la estructura del tendón45.
El tendón responde de distinta manera al tipo de solicitación a que es sometido, siendo difícil encontrar el punto de equilibrio idóneo, lo que se denominó ventana de estrés fisiológico44. Una última clasificación de las tendinopatías responde, por tanto, al tipo de estímulo, físico o químico, que se aplica al tendón. Así, el ejercicio excesivo o su ausencia son causa física de aparición de lesión, en tanto que la administración de determinados fármacos –AINE o corticosteroides– puede afectar químicamente al tendón, debilitándolo (tabla 3-9).
TABLA 3-8. Factores extrínsecos predisponentes en las tendinopatías.
Causas comunes de lesiones por sobreuso |
Métodos de entrenamiento |
Duración o intensidad excesiva |
Déficit de adaptación fisiológica |
Inadaptación a la especificidad del entrenamiento |
Incrementos súbitos en el programa de entrenamiento |
Error en la adaptación individual del entrenamiento |
Cambios de superficie |
Calentamiento insuficiente |
Entrenamiento general inadecuado |
Recuperación insuficiente |
Problemas derivados del material |
Carga incorrecta por otros motivos (fatiga, descoordinación neuromuscular, etc.) |