Jürgen Weineck

Anatomía deportiva


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todas las glándulas. Esta dilución se consigue porque, después de la formación de una secreción isotónica en las partes más próximas de las conducciones de salida, el sodio se absorbe activamente y con ello se ahorra. La adaptación al calor o bien el efecto del entrenamiento deportivo consisten principalmente en que la glándula “aprende” a secretar un líquido más diluido en mayores cantidades y con ello a trabajar de forma más económica.

      Glándulas endocrinas

      No presentan conductos de salida, sino que vierten sus productos (increciones [hormona]) directamente al torrente sanguíneo.

      Ejemplos: hipófisis, glándula tiroides, suprarrenales.

      En el epitelio sensorial nos encontramos ante grupos epiteliales que tienen capacidad de recibir estímulos específicos y transmitirlos de nuevo. Existen diferentes receptores para la sensibilidad, el gusto, el olfato, el oído y la vista.

      El tejido conectivo y de sostén se encuentra extendido por todo el cuerpo y desempeña diferentes funciones. Forma una estructura de sostén para el cuerpo a través de los huesos, cartílagos y tendones; envuelve como tejido conectivo los órganos y los reúne formando grupos funcionales, y constituye la estructura básica (estroma) de los órganos, sobre la cual se asientan las verdaderas células orgánicas (parénquimas). Los derivados especiales del tejido conectivo tienen una gran importancia para las defensas inmunológicas. Finalmente, el tejido conectivo desempeña un papel importante en lo referente al almacenamiento (agua, grasa), al transporte de sustancias (entre vasos sanguíneos y células) y a la cicatrización de heridas (formación de cicatrices).

      El tejido conectivo puede dividirse en:

      ■Mesénquima

      ■Tejido conectivo coloidal

      ■Tejido conectivo embrionario

      ■Tejido conectivo reticular

      ■Tejido adiposo

      ■Tejido conectivo propiamente dicho

      El mesénquima solamente aparece durante el desarrollo embrionario. Es un tejido básico a partir del cual se pueden desarrollar diferentes tejidos.

      El tejido conectivo coloidal solamente aparece en el cordón umbilical del feto, así como en la pulpa dental de los niños.

      El tejido conectivo reticular –debe su nombre a la formación de un espacio reticular tridimensional (reticulum, red)– forma la estructura básica para los órganos linforreticulares (bazo, ganglios linfáticos, médula ósea). Además de la función puramente de sostén, las células reticulares cumplen la tarea de la fagocitosis (los fagocitos son células que devoran restos de tejidos, cuerpos extraños, etc. y los digieren) y la formación de las células libres (ver más adelante).

      El tejido adiposo constituye una forma especial de tejido conectivo reticular. Las células adiposas tienen la capacidad de almacenar grasa. Ésta no se acumula entre las células, sino dentro de ellas. Cuando se lleva a cabo una alimentación hipercalórica, el aumento de peso no se debe en principio al aumento del número de células adiposas, sino al aumento del volumen de las mismas. Las células se convierten en grandes bolas de grasa y pueden alcanzar un diámetro de 0,1 a 0,2 mm. El tejido adiposo de una persona normal no entrenada representa una media del 18% (hombres) al 28% (mujeres) del peso corporal. En personas muy entrenadas (p. ej., en deportistas de resistencia, este porcentaje es un 10% inferior). Tal como muestra la figura 6, el tejido graso es el que posee un menor contenido de agua de todos los tejidos.

      Diferenciamos entre grasa estructural y grasa depósito

      Grasa estructural. Las células adiposas están entretejidas por fibras reticulares y de colágeno. Cuando se ven sometidas a presión, estas células adiposas se deforman, se tensan y absorben la presión. Este tipo de almohadillas para soportar la presión existen en la planta del pie o en la región glútea. En otros puntos del cuerpo, el tejido adiposo cumple una función de relleno de cavidades huecas o de garantía del mantenimiento de la posición de un órgano determinado.

      Grasa depósito. Puesto que la grasa posee el mayor índice calórico de todos los nutrientes, el cuerpo puede almacenar grandes reservas energéticas en forma de depósitos de grasa. Los depósitos se localizan especialmente en el tejido subcutáneo y en la cavidad abdominal (en el denominado “delantal” o epiplón mayor en el intestino grueso, omentum majus). La grasa en forma de depósito no es un tejido “muerto”, sino que es un tejido ricamente vascularizado y que se encuentra en un constante proceso de remodelación. Por lo tanto, la existencia de depósitos de grasa demasiado grandes significa una sobrecarga para el conjunto del organismo, especialmente para el sistema cardiocirculatorio, y acorta la esperanza de vida.

      En resumen, las funciones del tejido adiposo son las siguientes:

      ■Protección mecánica (p. ej., como amortiguador de presión en la planta del pie).

      ■Cierre de espacios entre órganos.

      ■Moldeado de la forma corporal.

      ■Aislamiento térmico.

      ■Almacenamiento de energía y agua.

      El tejido conectivo está compuesto por una sustancia básica amorfa homogénea y una red de fibras de diferente estructura y características. Tanto la sustancia básica como las fibras son producidas por las células de tejido conectivo en distintas cantidades y con diferente distribución según las necesidades funcionales.

       Células de tejido conectivo

      Las células de tejido conectivo se dividen en fijas (fijadas a un lugar) y libres.

      Las células de tejido conectivo fijas –también denominadas fibrocitos– producen los componentes básicos de las fibras de tejido conectivo y la sustancia intercelular amorfa. Las células de tejido conectivo libres (p. ej., las células sanguíneas, los histiocitos, las células plasmáticas, etc.) no participan en la formación de la sustancia intercelular y pertenecen al sistema de defensa inmunológica (SRE = sistema reticuloendotelial). Se trata en cierto modo de “células acompañantes” que se encuentran en diferentes cantidades en los espacios intercelulares y en la malla de tejido conectivo y que son capaces de llevar a cabo la fagocitosis (eliminación de partículas extrañas o bacterias).

      Sustancias intercelulares

      Las sustancias intercelulares están formadas por componentes amorfos y con forma. Los componentes amorfos están formados por sustancia básica amorfa, y los componentes con forma están formados por fibras.

       Sustancia básica

      Los componentes básicos de la sustancia básica son los polisacáridos (glucanos) y las proteínas. La resistencia