Stephan Meyer

Estiramientos y movilidad


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GSH, es decir:

      • la genética,

      • el sexo,

      • los hábitos.

      Además, en la movilidad influyen numerosos factores externos, como el momento del día y la temperatura, al igual que numerosos factores internos, como el nivel de entrenamiento, la mente, etc. Cuando se pretende comparar las mediciones de la movilidad, han de tenerse en cuenta todas estas influencias.

      En el deporte, suele valorarse la movilidad mediante la determinación de la amplitud máxima del movimiento de una articulación. En el ámbito médico-fisioterapéutico, la valoración es más específica, ya que se aplican técnicas especiales para comprobar no solo el denominado juego articular, sino también la sensación al final del movimiento.

La movilidad es la suma del patrón individual del movimiento, la capacidad de distensión, la forma de las articulaciones y las influencias momentáneas adicionales, como la temperatura, el momento del día, las emociones, la mente, etc.

      El uso de «valores estándar» para referirse a la movilidad es un tema problemático, porque no se puede responder con exactitud a la pregunta sobre la medida limitada o exagerada de movimiento. Tal y como se ha descrito anteriormente, los factores que influyen en la movilidad casi nunca se tienen en cuenta. Se sabe que las mujeres tienen una mayor movilidad que los hombres, y que con la edad se deposita más tejido conectivo entre la musculatura, lo que puede provocar su reducción. Sin embargo, el factor con mayor influencia en la movilidad es el hábito individual de movimiento y la postura en el día a día o en el deporte. Además, pueden producirse enfermedades, lesiones, así como diferentes situaciones psíquicas y emocionales que también influyen en la movilidad.

      Cuando se pretende hacer estudios de la movilidad para establecer comparaciones, es necesario clasificar a las personas examinadas en diferentes categorías, que se muestran en la tabla 1.1.

CategoríasHombreMujer
Valor máximo (deporte de élite)
Valor extraordinario (rendimiento)
Valor óptimo (subjetivo)
Valor saludable (objetivo)
Valor promedio (estadística)
Valor mínimo (exigencias cotidianas)

      En el ámbito del deporte, se añaden las exigencias de movilidad propias de la modalidad deportiva específica. Por lo tanto, es evidente que la valoración de la movilidad depende de muchos factores que han de ser considerados en todas las pruebas de movilidad.

      Para los deportistas se aplica un criterio de valoración adicional de la movilidad en función de la correspondiente modalidad deportiva practicada. En cada deporte se desarrolla un patrón de movimientos específico y, por tanto, la musculatura se ejercita de diferente modo, por lo que solo se pueden comparar los deportistas de una misma disciplina.

      En el trabajo práctico con deportistas, a menudo se constata el hecho de que, conforme a los criterios habituales de medición de la movilidad (por ejemplo, la prueba de Janda para la función muscular), muchos atletas presentan acortamientos musculares. Por ejemplo, los jugadores de hockey sobre hielo adoptan una posición de flexión en la zona de la musculatura de la cadera. Debido a la postura corporal específica constante en flexión y a la consiguiente falta del movimiento contrario de extensión, el músculo se adapta con un «acortamiento». Estas desviaciones de la norma también pueden valorarse como una adaptación funcional de la musculatura en sentido positivo, para mejorar la estabilidad y la capacidad de rendimiento. En sentido negativo, puede ser un intento de protección de las articulaciones de la cadera, ya sea por un desgarro de la cavidad glenoidea, un desgaste, una sobrecarga u otras lesiones.

      En modalidades deportivas como la gimnasia artística, en la que se exige un grado elevado de movilidad, no se producen estos tipos de «limitaciones». A diferencia de los jugadores de hockey sobre hielo, quienes, en su especialidad, casi nunca necesitan aprovechar al máximo la movilidad de sus articulaciones, en la gimnasia artística las restricciones de la movilidad limitan enormemente el rendimiento. En este ejemplo se aprecia que, en el deporte, la movilidad ha de valorarse de forma muy específica y que no pueden aplicarse criterios generales.

      En función de la modalidad deportiva y de la movilidad individual, es posible tener que cuidar y mantener o mejorar la movilidad.

      En el día a día, rara vez se aprovecha el nivel máximo de movilidad. Con el tiempo, la vida sedentaria y los reducidos movimientos monótonos del trabajo de oficina dan lugar a limitaciones de la movilidad, ya que todos los sistemas corporales se adaptan a estas exigencias de flexión y movimiento.

      En nuestra opinión, la postura corporal no se modifica solamente con estímulos de distensión ni tampoco por un entrenamiento con pesas. Sin embargo, los estímulos de distensión son imprescindibles para compensar las pocas exigencias de movimiento de la vida sedentaria, ya que contrarrestan los patrones negativos de movimiento y flexión, activan el metabolismo de todas las estructuras y sirven de base para aumentar la capacidad de rendimiento corporal.

Se considera que la principal finalidad de las distensiones es el mantenimiento de la movilidad funcional. Además, los estímulos de distensión para la optimización del metabolismo pueden considerarse como un cuidado de las articulaciones que mejora el bienestar subjetivo.

      Las afirmaciones de los participantes en las investigaciones sobre el efecto de los estímulos de ejercicio y la adaptación a los mismos demuestran claramente que la mejora de la movilidad tiene una gran influencia en el bienestar subjetivo. El hecho de sentirse «contracturado y rígido» se equipara a «viejo y frágil», mientras que la flexibilidad se entiende como relativa a una persona «joven y ágil».

       2 Bases anatómicas y fisiológicas

      El aparato locomotor humano se divide en una parte activa y una pasiva.

      • La parte activa está formada por la musculatura esquelética que, a través de su capacidad de contracción, permite mover los huesos por medio de las articulaciones.

      • La parte pasiva está compuesta por los huesos, los cartílagos, los ligamentos y los tendones.

      En el organismo humano se diferencian tres tipos de musculatura:

      • La musculatura lisa, que participa en la función de muchos órganos internos (estómago, intestino, vejiga, etc.) y de los vasos sanguíneos, por lo que contribuye a la regulación de la circulación. No puede activarse voluntariamente y su contracción es lenta.

      • La musculatura cardíaca (miocardio), que tampoco permite la activación voluntaria. A diferencia de la musculatura lisa, se caracteriza por presentar una velocidad de contracción considerablemente más rápida.

      • La musculatura esquelética, responsable de la postura y el movimiento, puede controlarse voluntariamente y da lugar a las contracciones más rápidas.

      A continuación, solo se describen la estructura y la función de la musculatura esquelética.

      A nivel macroscópico, cada músculo está formado por fibras musculares