Kenji Tokitsu

Miyamoto Musashi


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historia del sable japonés, varios adeptos alcanzaron un nivel equivalente o superior al suyo.

      Para apreciar en su justa medida el arte y la personalidad de Musashi, me parece indispensable situarlos en la historia del arte del sable en Japón. Puesto que –la obra de Musashi es testimonio de ello– a partir de su época es cuando el arte del sable pasará a ser de forma progresiva un elemento estructurante de la vida de los guerreros japoneses desde el punto de vista técnico y moral.

      De acuerdo con los usos de la época, Musashi utiliza para designarse a sí mismo el término bushi , guerrero, que significa adepto a las armas. Este término hace referencia a la división de la sociedad japonesa en cuatro órdenes sociales jerarquizados (guerrero, campesino, artesano y comerciante) que el gobierno de los Shôguns Tokugawa ya había institucionalizado de forma estable en la época de Musashi. Con la palabra bushi los guerreros designan su lugar en esta jerarquía. Este término apareció en el período Nara (siglo VIII) y poco a poco fue sustituyendo al término más antiguo mononofu que designaba a quienes sabían utilizar las armas y eran valerosos.

      Samurái viene de saburai, forma nominal del verbo saburau que significa servir o permanecer al lado de una persona importante, siendo saburau una forma evolutiva del verbo más antiguo samorau. Esta palabra designa, a partir del período Heian (794–1185), a los guerreros que están al servicio de los nobles. Poco a poco, será utilizada por los miembros de los otros órdenes para designar a los guerreros en general. Sin embargo, en el orden de los guerreros, sirve para designar a los que están más arriba en la jerarquía. Por ejemplo, los ciudadanos podían llamar samuráis a todos los que llevaban los dos sables, pero entre guerreros no se llamaba samuráis a los que ocupaban la parte inferior de la jerarquía (106).

      El poder de los guerreros se afirma durante el período Heian, sobre todo a partir del siglo X, cuando el poder gubernamental se debilita fuera de la capital. Las familias poderosas gô zoku empiezan a luchar para defender y ampliar el territorio adquirido. Desarrollan su capacidad militar a fin de gobernar ellas mismas a los campesinos locales y de protegerse frente a las fuerzas de la competencia y de los representantes del Estado. Se constituyen en grandes grupos unidos por vínculos de sangre y, también, por los que consiguen entrar en el grupo, mediante una gran conciencia de pertenencia a éste. Esos grupos armados, llamados bushi dan, se establecen en las provincias. Sus valores morales se basan en el culto a los ancestros y los vínculos familiares, que se amplían hasta la pertenencia a un clan jerárquico, y también en el valor personal de los combatientes.

      La moral de los guerreros adoptará más tarde, a partir del siglo XVII, una forma más rígida, con la introducción del confucionismo, que se integrará en esta base antiguamente constituida.

      El arte de los guerreros, aquel del que depende su identidad, fue en principio el tiro al arco. Yumiyatoru mi, literalmente “el que sabe tirar al arco”, designaba a los hombres de guerra del período Kamakura. Yumi no ie designaba una familia que destacaba en el arte del tiro al arco, por lo tanto, una familia de guerreros. Éstos combatían a caballo, principalmente con arco. Cuando la utilización del sable a caballo se extendió, trajo consigo la modificación de los sables, que adoptaron una forma curva. El tipo de combate fue evolucionando y en los siglos XIV y XV el sable ocupó el primer lugar entre las artes de los guerreros, convirtiéndose en su arma emblemática. Sin embargo, no sería justo considerar que el arte del sable japonés se desarrolló en secreto, porque la metalurgia llegó de China, pasando por Corea, y porque más tarde las interacciones fueron muchas (ver Anexo 3).

      En la época de Musashi impera el arte del sable y son muchas las escuelas que enseñan sus técnicas. Parece pues necesario, para comprender bien el recorrido de Musashi, fundador de una escuela de la que existen todavía en la actualidad varias ramas, situar a aquél en la historia de las escuelas de sable japonés.

      1. El período de formación (siglos XV-XVI)

      Es una época decisiva de formación y evolución de la vía del sable, que va desde finales del siglo XIV hasta comienzos del siglo XVII. Más adelante, los adeptos del sable se referirán a ella con frecuencia.

      Por supuesto, el arte del sable es mucho más antiguo en Japón. En el siglo X la forma de los sables se modifica y el sable de punta curva va sustituyendo poco a poco al sable recto. Esta evolución es testimonio de la elaboración de las técnicas en que el gesto de partir de un tajo ocupa un lugar creciente. El ascenso de la situación social de los guerreros corre parejo con el desarrollo y la evolución de las técnicas de combate. Por ejemplo, a partir del siglo XI, la forma y la técnica del sable japonés comienzan a transformarse. Con anterioridad, la fuerza militar estaba compuesta masivamente por soldados de infantería que utilizaban el sable recto, principalmente para atravesar. Con el desarrollo de los grupos militares locales, cuyos bienes raíces les permiten poseer caballos, los soldados de caballería ocupan el primer lugar. La técnica y la forma del sable se van transformando para facilitar el combate de los soldados de caballería, a quienes les resulta más fácil partir de un tajo que atravesar. La curvatura del sable se vuelve importante. El sable curvo predomina cada vez más y las técnicas para partir de un tajo se extienden al combate a pie. La forma del sable curvo se estabiliza a partir del siglo XII y la denominación nihon tô lo diferencia del sable recto, que conserva directamente la influencia china. El incremento del número de sables forjados muestra el lugar que ocupa el sable, sobre todo en los siglos XII y XIV. Los sables japoneses nihon tô fabricados en lo siete siglos que van desde finales del X hasta comienzos del XVII (era Keichô) se clasifican como sables antiguos y se denominan ko tô. Su calidad es muy buena y no ha sido igualada después. Conocemos el nombre de más de 5.500 maestros herreros de sables antiguos. Según Shûzô Mistushashi (41, p. 6), son:

      – del siglo X al XII (período Heian): 450 herreros;

      – del siglo XIII a mediados del siglo XIV (período Kamakura): 1.550 herreros;

      – de mediados del siglo XIV a finales del siglo XVI: 3.550 herreros.

      Paralelamente a la evolución de la forma, la elaboración de la técnica del sable adquiere importancia. Sin embargo, los documentos fiables sobre las escuelas de sable no se remontan más allá de finales del siglo XIV. Aunque a la mayoría de ellos les gusta recordar que sus raíces llegan hasta el período Kamakura (1185 –1333) o más lejos todavía, sólo a partir de mediados del siglo XV puede referirse con exactitud la filiación de las principales escuelas de sable tradicional[16].

      Desde el último tercio del siglo XV hasta finales del siglo XVI Japón ha vivido guerras continuas entre los señores feudales. En la experiencia de los campos de batalla fue donde los adeptos de aquella época forjaron las técnicas y actitudes de base del sable. En aquel entonces éstas eran relativamente simples, pero potentes, puesto que se combatía con armadura. Los combatientes las utilizaban al mismo tiempo que llevaban a cabo una búsqueda personal de las técnicas más eficaces, basada en su experiencia. Además de la idea de que la verdadera capacidad en combate se adquiere en el campo de batalla, muchos guerreros daban importancia a la preparación cotidiana para el combate. Ésta implicaba enfrentamientos, con frecuencia sin armadura, lo que propiciaba que se primara la sutilidad de las técnicas. Los ejercicios, llamados kumitachi

tachi uchi
, consistían en reproducir técnicas de combate resultantes de la experiencia de diferentes adeptos. Se ejercitaban en ello de forma codificada y utilizaban ya un verdadero sable, ya un sable de madera.

      Miyamoto Musashi vivió a finales del período de formación de las escuelas clásicas de sable.

      2. El período de elaboración (siglos XVII-XVIII)

      Según mi análisis, podemos considerar este período como la matriz del budo. Corresponde a la elaboración del arte del sable y va desde la segunda mitad del siglo XVII hasta comienzos